La tarcoteca

by Pablo Heraklio, PHkl/tctca. Contact at Tarcoteca@riseup.net
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jueves, 16 de marzo de 2023

Cuentas para el Pentágono 2/2: ¿Cuánto dinero y soldados necesita la OTAN acabar con Rusia y China?

Intro


A la Coalición Occidental el coste en soldados está superando el peor de los escenarios esperados, como admitió el Comandante Supremo Aliado Europa General Christopher G. Cavoli en Suiza este enero. Parece que el Imperio también se ha quedado corto de material, y de financiación. Algo falló.

Continuando con nuestra comparativa entre costes, fuerzas y capacidades, y con unos cálculos muy básicos pero ilustrativos de costos, veremos cómo son de realistas los enfrentamientos planteados por los actores geopolíticos principales, Estados Unidos, China y Rusia.



Esta serie está dividida en 2 capítulos.
1- Comparativa de Costos entre Rusia y Estados Unidos durante la OSM 2022
2- ¿Cuánto dinero y soldados necesita la OTAN acabar con  Rusia y China?

Recoredemos por un momento las métricas básicas de la confrontación establecidas a partir de fuentes oficiales:
Fe de erratas: Los cálculos mostrados a continución son orientativos, y sirven para vislumbrar los posibles transcursos que tomarán cada una de las potencias si se mantienen las dinámicas establecidas hasta ahora. Obviamente estas cambian y se ajustan constantemente.


Comparativa costo Rusia vs Occidente 


-Costo Financiero

Rusia, con un presupuesto de +19.000 mill $ es capaz de hacer frente al esfuerzo de 37 países que se gastan 211.000 mill $ al año. Ratio 1:11. Rusia tiene 11 veces menor gasto que el conjunto, pero más del doble que cada país individual.

-Costo Humano

Tropa: EEUU/Ucrania refiere poseer una tropa en el frente de 500.000 soldados, Rusia 300.000. Ratio 1'5:1

Bajas: EEUU/Ucrania refiere haber perdido 600.000 soldados en bajas, Rusia 100.000. Ratio 6:1. En muertes estas estaría (200.000 Ukr: 50.000 Ru) 4:1

Lo que revela este estudio es que el rendimiento Ucraniano/OTAN es el 16'6 % del ruso, así que, si EEUU quisiera imponerse a Rusia militarmente, debería desarrollar una fuerza humana por lo menos 6 veces mayor a la actual para tener paridad. En este caso (500.000 soldados actuales x 6  proporción de bajas) 3 millones de soldados; 2,5 de lo que disponen actualmente. 

No es posible movilizar a un ejército de tal tamaño de un país en un país militarmente destruido. La única opción es aumentar la rotación, introduciendo una cantidad bastante elevada de tropa de refresco; entre levas nacionales  (recordar que solo hasta unmáximo de 5'8 millones),  y los contratados internacionales, que se espera sean en un 80-90% provenientes de la OTAN y el resto de estados vasallos de Estados Unidos.

Estos datos concuerdan con los datos financieros observados, que indican la necesidad de un incremento de la finaciacion en 11 veces.

¿Cuánto le costaría a Rusia completar su Operación en Ucrania?


Sin reservas extranjeras de contratistas, en las condiciones actuales, tras 1 año de enfrentamientos, con 600.000 bajas entre las AFU ucranianas, a Rusia le costaría aproximadamente (5,8 mill soldados reserva nacional/ 600 mil bajas al año) 8'7 años, 190.000 mill $ y 870.000 bajas de soldados. Rusia ha aumentado al doble el presupuesto dedicado a Ucrania para 2023, por lo que se reduciría el tiempo a 4'3 años, costándole la misma cantidad de soldados.

A todas vistas, a pesar de la carnicería, objetivos dentro de parámetros aceptables. Alguien estuvo echando cuentas antes que nosotros en el Kremlin.

¿Cuánto le costaría a Ucrania Reconquistar su territorio?


Ahora empezamos a ver la realidad de la guerra.

Con las fuezas actuales, si Rusia solo movilizase sus reservas mínimas de 1,3 mill de sodados, se necesitarían mínimo 13 millones de soldados de las AFU y se tardaría 6 años, a un precio de 2,6 billones $ totales en conquistar la Ucrania perdida, casi lo mismo que 20 años de guerra de Afganistán.

Obviamente no hay tantos soldados Ucranianos, aliados, ni posiblemente mercenarios. EEUU debería agotar sus reservas y movilizar reservas potenciales y su Coalición.

Escenario descartado: Rusia ya ha realizado 3 rondas de conscripciones.

Biden y Zelensky lo han remarcado muchas veces: "Se combatirá hasta el último ucraniano".

Si Ucrania quiere recuperar territorio, y, por tanto se plantea atacar con la vieja fórmula del 3:1 (RAND 1995) de Concentración de Fuerzas, cuando lo sabio sería 6:1, por eso de ahorrar, va a necesitar algo más de personal. Según los datos aportados, la campaña se está desarrollando 6:1 favorable a Rusia; siempre teniendo en cuenta que los datos proporcionados por occidente sean correctos. Si han hecho trampillas de esas que hacen para maquillar sus balances o para avivar su propaganda lo pagarán caro en el campo de batalla. 

Esto indica un hecho sin precedentes: Rusia avanza pulgada a pulgada, pero, en vez de actuar como agresor, está actuando como defensor. Una auténtica paradoja para muchos, ha invertido la ecuación 6:1 a 1:6. Esto se estudiará en los manuales de guerra del futuro e invalida todos aquellos manuales que predican la vieja fórmula como correcta en la toma de decisiones sobre tácticas y combates. El presente ya no funciona así.

¿Cuánto le costaría a EEUU acabar con Rusia?


Supongamos que EEUU/OTAN quiere "acabar con Rusia soldado a soldado". Ese es su objetivo declarado.

Si Rusia movilizase su reserva potencial de 25 mill de soldados, la Coalición necesitaría  150 millones de soldados para acabar la tarea en un año (25 millones de soldados rusos x 6 soldados de la coalición por cada baja rusa) y tardarían 250 años al ritmo actual. El costo sería de 105 billones $, el PIB completo de 5 años de Estados Unidos (de 21 bn $/año).

Si Occidente realizase la movilización de su Reserva militar potencial máxima en caso de Guerra total, de 166 millones de criminales, podrían causar 16'6 millones de muertes al año, y la guerra duraría 1 año y medio.

Este escenario recuerda a una movilización total en caso de 3º Guerra Mundial. Obviamente las fuerzas económicas y energéticas que permitiesen tal movilización están fuera del alcance de la imaginación, son solo cálculos que hacen darnos cuenta de las proporciones de la contienda. Tan solo la escala que deberían alcanzar los preparativos llamaría la atención de las potencias y desencadenaría ataques preventivos que impediría su pleno desarrollo. Esto fue lo que sucedió en Ucrania, con su preparación al conflicto desde 2014, y lo que ahora pretende hacer EEUU con Taiwan desde 2020.

Hay un tamaño mínimo en el que un ejército deja de ser funcional. Desconocemos cuál es el tamaño para Rusia, Ucrania, EEUU o la OTAN.

Si el frente ruso se compone de 300.000 soldados, aplicando el 6:1 ucrania necesitaría mínimo 1'8 millones de soldados para romper el frente Ruso y unos 150 millones de soldados para acabar con sus reservas de soldados. Ucrania tiene un agujero de 38.000 mill $ con el insuficiente ejército actual, por lo que debería aumentar el apoyo por 6 para llegas a unos niveles de combate aceptables 228.000 mill $ anuales. Las cífras simplemente se salen de las escalas de lo posible.

¿Cuanto se gastaría EEUU en una Guerra con China?


-Coste financiero
Tras la vergonzosa, pero estratégica, Retirade de EEUU de Afganistán, el Pentágon ya dispone de fondos suficientes para 2 teatros de guerra. 

En la guerra de Afganistán 2001, EEUU se gastó unos 100.000 mill $ anuales. Durante ese tiempo fue capaz de desarrollar la guerra de Irak (2 bn $ de 2003 al 2020, unos 120.000 mill $ anuales), Libia 2011 (600-700 mill $) y Siria 2013 (unos 1.000-2.000 mill $ anuales), a parte de financiar un sin fin de conflictos por todo el mundo. Por ejemplo, se estima que el golpe de estado en Ucrania 2014 costó unos 5.000 mill $. (Aquí un recuento aproximado de algunos costes de guerra de EEUU).

Estamos hablando de abrir dos teatros de guerra. Hay que tener en cuenta la proporción del presupuesto del DOD gastado en cada guerra. Si al inicio de la guerra de Afganistán el presupuesto era de 320.000 mill $, y ese año en la guerra se gastó 23.000mill $, esto supuso un 7% del presupuesto anual. Aunque Ucrania fuese un nuevo Afganistán para EEUU, con un 9'3% del presupuesto anual , un agujero negro, seguiría teniendo fondos. Lo que dudamos es que tenga presupuesto y fuerza para 2 guerras que le podrían suponer el 20% del presupuesto. Más aún sabiendo que los costes de mantenimiento de bases se sitúan sobre el 75% del presupuesto. EEUU tendría que movilizar reservas monetarias extra en un mundo que se desdolariza.

Ya hemos visto que EEUU no tiene problemas financieros, y que a partir de un presupuesto de 72.000 mill $ es capaz de movilizar un capital de 211.000 mill $ al año por medio de 35 países donantes; básicamente la OTAN y particularmente Alemania. No es que le haya ido bien en Ucrania, pero esas son sus cuentas.

-Coste humano
La pregunta crucial entonces no es si EEUU tiene o no dinero para enfrentarse a China, sino si tiene suficientes reservas, tanto materiales como humanas. (Y si su sistema financiero aguantará o colapsará). 

China cuenta con una tropa de soldados de 2 millones, si dispusiese de una reserva similar a la rusa o americana dispondría de una reserva militar potencial de 216 millones de soldados.

A pesar de todo China hace décadas que no entra en combate real. A pesar de tener la tecnología de su parte, la inexperiencia de las tropas y mandos puede ser decisiva para sellar su descalabro. Las pérdidas chinas serían dramáticas y aproximadas a las proporciones vistas en los manuales que Rusia se salta. Sin duda, la baza de China es la diclomacia; "la vida está donde no está la espada".

Para hacernos una idea de cómo EEUU tiene que perder una guerra solo hace falta multiplicar por 10 el coste de acabar con Rusia. Con las condiciones de combate de 6:1 el cálculo nos parece tan grosero que no nos vamos a molestar ni en indicarlo. 

-Condición de victoria de EEUU sobre China
Si el talón de aquiles Chino no es la energía, porque Rusia se asegura su suministro. Si la confrontación militar no es objetivo, porque no pueden mantener un frente tan amplio en tantos escenarios, ¿cuál es? Lo que sucede en Taiwan es la respuesta:
Taiwan es la pieza clave que cierra el tránsito de mercancías chinas hacia el pacífico. Pero pasaro no es secundario, lo principal son las Mercancías, tanto importadas como exportadas.
2º China necesita ingentes ínsumos de los que no dispone para transformarlos en sus industrias. 

Por lo tanto, para justificar imponer sanciones a terceros países que eviten el comercio con China, y con él el abastecimiento, a EEUU le llega con provocar la reacción militar que le permita propiciar un colapso de las cadenas de suministro. Fue la táctica empleada con Rusia desde 2014. Esta reacción provocaría el desabastecimiento chino e impediría el intercambio chino-ruso de mercancías por energía. Si con la War on Terror se autocapacitaba para intervenir literalmente en cualquier parte del mundo, con la War on China tiene las mismas capacidades pero se focaliza en detener a su propia creación.

El objetivo de la confrontación con china no puede ser la invasión, sino la ruptura de sus lazos comerciales internacionales.

Conclusiones


Rusia tiene 11 veces menor gasto económico que Occidente y 6 veces menor pérdida de soldados. Estas son aproximadamente las nuevas cuentas con las que tendrá que lidiar el Pentágono.

Tenemos que repetirlo porque tal  vez quien lea no se de cuenta del cambio de paradigma que supone en el mundo militar la estrategia empleada por Rusia: Rusia avanza pulgada a pulgada, pero, en vez de comportarse como agresor, está actuando como defensor. Una auténtica paradoja, ha invertido la concentración ideal de fuerzas Atacantes sobre Defensoras postulada en la Ley del Cuadrado de Lanchester, de 6:1 a 1:6. Los manuales usados en las academias occidentales han dejado de ser útiles. Rusia ha invertido la norma operacional que menciona que para atacar se requiere una superioridad numérica mínima de 3 atacantes por cada 1 defensor. ¿Cómo ha sido posible este avance estratégico? Todo se fraguó en Siria.

Ucrania ya ha empezado con la movilización de sus reservas de tropas. Un grave síntoma de desgaste.

-Ucrania vs Europa: 
La única manera de que Ucrania reconquiste su territorio es con la ayuda conjunta de las tropas de la OTAN. En las condiciones actuales la Guerra en Ucrania es terriblemente grabosa. Pero no para su gobierno, nutrido por la coalición occidental, sino para la propia coalición. Un pago totalmente necesario para la Remodelación Integral Europea dispuesta por Estados Unidos con su Plan Antimarshall y la Potenciación del Intermare/3IS. En estos momentos ya hay planes de deslocalización de empresas hacia Ucrania y Polonia.

-Daño asumible por Rusia: 
Todo indica a que el daño infligido por Ucrania a Rusia es por ahora asumible por esta. Rusia no se está sobreextendiendo, como apuntaban los informes estadounidenses. Es EEUU la que se está estancando en Ucrania, con un gasto de 73.000 mill/año y abriendo el Frente Pacífico. Soldados y reservas tiene de sobra. Pero EEUU se sobre extiende, y al hacerlo, y no abordar rival por ribal, simplemente, pierde fuerza. No sabemos hasta dónde aguantará, pero podría tener un margen de unos 30-50.000 mill $ anuales derivados de la retirada de Afganistán. Gasto también asumible.

Rusia puede parecer que está en forma, pero tarde o temprano aparecerá la fatiga de guerra. Necesita liberar presión del frente. 

-China evita la confrontación directa con EEUU:
¿Cómo luchará China contra la infiltración mundial norteamericana? Tal vez ya no le sea posible. En tal caso, la guerra para China es inevitable.

La pregunta es entonces ¿Prefiere China enfrentarse a sus enemigos con los depósitos llenos o vacíos? Rusia ya tomó la decisión: vacíos, e inició la SMO en Ucrania antes de que pudiese ser bien pertrechada por EEUU/OTAN. Puede declarar que no va a atacar y que le conviene la paz, pero en este mismo momento a China le convendría, como a Rusia, abrir un nuevo frente proxy contra Estados Unidos que le sobre extienda. A pesar de todo, China ha dado más que muestras de evitar el conflicto bélico por cualquier medio.

-EEUU moviliza su Coalición:
La economía de EEUU gira entorno a la Guerra, por tanto le conviene el conflicto, primero proxy, después directo, con Rusia (vía Ucrania) y China (vía Taiwan, RP Korea o Australia). Pero a su vez se sobreextiende y se sitúa al borde de un colapso fianciero. A pesar de todo, su ejército no está preparado para enfrentarse directamente. Ante su propia impotencia, prepara sus fábricas para rearmar a todos sus vasallos y hacer caja. No piensa recibir ni un tiro y darlos todos. Ganará sea quien sea que se rearme, y el doble o el triple si entra en conflicto. El concepto win-win americano es ganar el doble.

EEUU cuenta con una Coalición, vasallos extorsionados, que le hace las veces de soporte económico y le permite abrir un nuevo frente. Si logra provocar a China y que entre en litigio por Taiwan habrá conseguido su objetivo de la creación de un bloque antichino en el pacífico. Entonces solo tendrá que desplegar sus sistemas de Mando y Control y dejar que sus sucursales se encargue de sus problemas, como lo hace Europa en Ucrania. Ese es el plan americano.

Estados Unidos cuenta con lacayos infilatrados en los gobiernos de la mayor parte del mundo. En Europa la rabia se sigue conteniendo con vergüenza. Los recortes ya están llegando a la sociedad en forma de inflación. Las empresas europeas se deslocalizan. Se preveía un invierno caliente de luchas y no fue así, Europa sigue anestesiada. Sus dirigentes siguen manteniendo los mínimos vitales que mantienen la paz social. Los media bombardean las 24h con consignas fascistas. No llegan los cadáveres de soldados todavía. Veamos cuánto más puede aguantar la bota que pisa la cabeza sin rechistar.

Camaradas, preparense, nos vemos en la barricadas.

Salud! PHkl/tctca
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Para Saber más

martes, 14 de marzo de 2023

Por qué Estados Unidos necesita la Guerra, El Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (PNAC)- Jacques Pauwels 2003

Interesante y extenso artículo de 2003 en el que podemos comparar las previsiones hechas entonces con los resultados vistos ahora. Donde dice Bush sustituyámoslo por Biden y entenderemos qué es lo que sucede después de 20 años de publicado, porque las dinámicas desencadenadas entonces son las mismas que actúan ahora. La diferencia es que antes EEUU despegaba económicamente, mientras que ahora se enfrenta a una policrisis. 2001 y la doctrina Guerra al Terrorismo War on Terrr fue el principio del fin de EEUU como Imperio, y aquí te explica perfectamente cuál fue la decisión clave: la Creación del Enemigo.

El mismo apunta a que el exceso de productividad industrial moderna implica una incapacidad social de absorber todo lo producido, por lo que el exceso se dedica a la fabricación de productos bélicos.

Producción Robotizada implica Crisis de Sobreproducción perpetua, con esta la disminución general de tasa de beneficios. La solución empleada desde por lo menos la 2GM fueron las guerras. Con los sistemas de robotización las guerras serán perpetuas.

Salud! PHkl/tctca
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Traducción tarcoteca - Why America Needs War, The Project for The New American Century (PNAC) - Global Research por 30.4.2003 Jacques Pauwels

Las guerras son un terrible desperdicio de vidas y recursos, y por esa razón la mayoría de la gente se opone en principio a las guerras. El presidente estadounidense, por otro lado, parece amar la guerra. ¿Por qué? Muchos comentaristas han buscado la respuesta en factores psicológicos. Algunos opinaron que George W. Bush consideraba su deber terminar el trabajo iniciado, pero no completado por alguna oscura razón, por su padre en el momento de la Guerra del Golfo; otros creen que Bush hijo esperaba una guerra corta y triunfal que le garantizara un segundo mandato en la Casa Blanca.

Creo que debemos buscar en otra parte la explicación de la actitud del presidente estadounidense.

El hecho de que Bush esté interesado en la guerra tiene poco o nada que ver con su psique, pero mucho con el sistema económico estadounidense. Este sistema, el tipo de capitalismo de Estados Unidos, funciona ante todo para hacer que los estadounidenses extremadamente ricos como la “dinastía del dinero” de Bush sean aún más ricos. Sin guerras calientes o frías, sin embargo, este sistema ya no puede producir el resultado esperado en la forma de ganancias cada vez mayores que los adinerados y poderosos de Estados Unidos consideran como su derecho de nacimiento.

Productividad Industrial es Crisis General


La gran fortaleza del capitalismo estadounidense es también su gran debilidad, a saber, su altísima productividad. En el desarrollo histórico del sistema económico internacional que llamamos capitalismo, una serie de factores han producido enormes incrementos en la productividad, por ejemplo, la mecanización del proceso productivo que se inició en Inglaterra ya en el siglo XVIII. Entonces, a principios del siglo XX, los industriales estadounidenses hicieron una contribución crucial en forma de automatización del trabajo por medio de nuevas técnicas como la línea de montaje. Esta última fue una innovación introducida por Henry Ford y, por lo tanto, esas técnicas se conocen colectivamente como "fordismo". La productividad de las grandes empresas americanas aumentó espectacularmente.

1-Gran Depresión

Por ejemplo, ya en la década de 1920, innumerables vehículos salían todos los días de las cadenas de montaje de las fábricas de automóviles de Michigan. Pero, ¿quién se suponía que compraría todos esos autos? La mayoría de los estadounidenses en ese momento no tenían billeteras lo suficientemente gruesas para tal compra. Otros productos industriales inundaron el mercado de manera similar, y el resultado fue la aparición de una desarmonía crónica entre la oferta económica en constante aumento y la demanda rezagada. Así surgió la crisis económica conocida generalmente como la Gran Depresión. Fue esencialmente una crisis de sobreproducción. Los almacenes estaban repletos de productos sin vender, las fábricas despidieron a los trabajadores, el desempleo explotó y, por lo tanto, el poder adquisitivo del pueblo estadounidense se redujo aún más, lo que empeoró aún más la crisis.

2-Segunda Guerra Mundial

No se puede negar que en Estados Unidos la Gran Depresión solo terminó durante y debido a la Segunda Guerra Mundial. (Incluso los más grandes admiradores del presidente Roosevelt admiten que sus políticas New Deal tan publicitadas trajeron poco o ningún alivio). La demanda económica aumentó espectacularmente cuando la guerra que había comenzado en Europa, y en la que los propios EEUU no participaron activamente antes de 1942, permitió a la industria estadounidense producir cantidades ilimitadas de equipo de guerra. Entre 1940 y 1945, el estado estadounidense gastaría no menos de 185.000 millones $ en dicho equipo, y la participación de los gastos militares en el PNB aumentó así entre 1939 y 1945 de un insignificante 1,5% a aproximadamente el 40%. Además, la industria estadounidense también suministró enormes cantidades de equipos a los británicos e incluso a los soviéticos a través de Lend-Lease. 

En Alemania, mientras tanto, las subsidiarias de corporaciones estadounidenses como Ford, Generald Motors GM e International Trucks & Tractors ITT produjeron todo tipo de aviones y tanques y otros juguetes militares para los nazis, también después de Pearl Harbor; pero esa es una historia diferente. 

El problema clave de la Gran Depresión –el desequilibrio entre oferta y demanda– se resolvió así porque el Estado “alimentó la bomba” de la demanda económica mediante grandes pedidos de carácter militar.

En lo que respecta a los estadounidenses comunes y corrientes, la orgía de gastos militares de Washington trajo no solo prácticamente el pleno empleo sino también salarios mucho más altos que nunca; fue durante la Segunda Guerra Mundial que la miseria generalizada asociada con la Gran Depresión llegó a su fin y que la mayoría del pueblo estadounidense alcanzó un grado de prosperidad sin precedentes. 

3-War Pigs

Sin embargo, los mayores beneficiarios, con mucho, del auge económico de la guerra fueron los empresarios y corporaciones del país, que obtuvieron beneficios extraordinarios. Entre 1942 y 1945, escribe el historiador Stuart D. Brandes, las ganancias netas de las 2.000 empresas más grandes de Estados Unidos fueron un 40 % mayores que durante el período 1936-1939. Tal "boom de ganancias" fue posible, explica, porque el estado ordenó miles de millones de dólares en equipo militar, fracasó en instituir controles de precios y gravaba las ganancias poco o nada. Esta generosidad benefició al mundo empresarial estadounidense en general, pero en particular a esa élite relativamente restringida de grandes corporaciones conocida como "grandes negocios" o "Corporate America". 

Durante la guerra, un total de menos de 60 empresas obtuvieron el 75% de todas las lucrativas órdenes de compra militares y estatales. Las grandes corporaciones – Ford, IBM, etc. – se revelaron como los “cerdos de la guerra”, escribe Brandes, que se zamparon con la abundancia de los gastos militares del estado. IBM, por ejemplo, aumentó sus ventas anuales entre 1940 y 1945 de 46 a 140 millones $ gracias a pedidos relacionados con la guerra, y sus ganancias se dispararon en consecuencia. 

4-La máquina hambrienta

Las grandes corporaciones estadounidenses explotaron al máximo su capacidad fordista para impulsar la producción, pero ni siquiera eso fue suficiente para satisfacer las necesidades del estado estadounidense en tiempos de guerra. Se necesitaba mucho más equipo, y para producirlo, Estados Unidos necesitaba nuevas fábricas y una tecnología aún más eficiente. Estos nuevos activos fueron debidamente arrancados de la tierra, y debido a esto el valor total de todas las instalaciones productivas de la nación aumentó entre 1939 y 1945 de 40.000 a 66.000 millones $. Sin embargo, no fue el sector privado el que emprendió todas estas nuevas inversiones; debido a sus desagradables experiencias con la sobreproducción durante los años treinta, los empresarios estadounidenses encontraron esta tarea demasiado arriesgada. Así que el Estado acometió la tarea invirtiendo 17.000 millones $ en más de 2000 proyectos relacionados con la defensa [cooperación público-privada]. A cambio de una tarifa nominal, se permitió a las corporaciones, de propiedad privada, alquilar estas nuevas fábricas para producir... y ganar dinero vendiendo la producción al estado. Además, cuando terminó la guerra y Washington decidió despojarse de estas inversiones, las grandes corporaciones de la nación las compraron a mitad de precio, y en muchos casos sólo un tercio, del valor real.

¿Cómo financió Estados Unidos la guerra?


¿Cómo financió Estados Unidos la guerra, cómo pagó Washington las elevadas facturas presentadas por GM, ITT y los demás proveedores corporativos de equipos de guerra? 
La respuesta es: 
1-en parte a través de impuestos, alrededor del 45%, 
2-pero mucho más a través de préstamos, aproximadamente el 55%. 

Debido a esto, la deuda pública aumentó dramáticamente, es decir, de 3.000 millones $ en 1939 a no menos de 45.000 millones $ en 1945. En teoría, esta deuda debería haberse reducido, o eliminado por completo, mediante la recaudación de impuestos sobre la enorme ganancias embolsadas durante la guerra por las grandes corporaciones estadounidenses, pero la realidad fue algo diferente. 

Como ya se señaló, el estado estadounidense no logró gravar significativamente las ganancias inesperadas de las corporaciones estadounidenses, permitió que la deuda pública se multiplicara y pagó sus cuentas y los intereses de sus préstamos con sus ingresos generales, es decir, mediante los ingresos generados por los impuestos directos e indirectos. Particularmente debido a la regresiva Ley de Ingresos introducida en octubre de 1942, estos impuestos fueron pagados cada vez más por los trabajadores y otros estadounidenses de bajos ingresos, en lugar de por los súper ricos y las corporaciones de las cuales estos últimos eran propietarios, accionistas principales y/o o altos directivos. “La carga de financiar la guerra”, observa el historiador estadounidense Sean Dennis Cashman, “recaída firmemente sobre los hombros de los miembros más pobres de la sociedad”.

Sin embargo, el público estadounidense, preocupado por la guerra y cegado por el brillante sol del pleno empleo y los altos salarios, no se dio cuenta de esto. 

Los estadounidenses adinerados, por otro lado, eran muy conscientes de la forma maravillosa en que la guerra generó dinero para ellos y para sus corporaciones. 

3-Filántropos de la guerra
Por cierto, también fue de los ricos empresarios, banqueros, aseguradores y otros grandes inversionistas de donde Washington tomó prestado el dinero necesario para financiar la guerra; la América Corporativa también se benefició de la guerra al embolsarse la mayor parte de los intereses generados por la compra de los famosos bonos de guerra

Élites Comunistas en EEUU


En teoría al menos, los ricos y poderosos de Estados Unidos son los grandes defensores de la llamada libre empresa y se oponen a cualquier forma de intervención estatal en la economía. Durante la guerra, sin embargo, nunca pusieron objeciones a la forma en que el estado estadounidense manejó y financió la economía, porque sin esta violación dirigista a gran escala de las reglas de la libre empresa, su riqueza colectiva nunca podría haber proliferado como lo hizo durante esos años.

Grandes lecciones de la 2GM, así empezó todo


Durante la Segunda Guerra Mundial, los ricos propietarios y altos directivos de las grandes corporaciones aprendieron una lección muy importante: durante una guerra se puede ganar dinero, mucho dinero. En otras palabras, la ardua tarea de maximizar las ganancias, la actividad clave dentro de la economía capitalista estadounidense, puede absolverse de manera mucho más eficiente a través de la guerra que a través de la paz; sin embargo, se requiere la cooperación benévola del estado. Desde la Segunda Guerra Mundial, los ricos y poderosos de Estados Unidos han sido muy conscientes de esto. También lo es su hombre en la Casa Blanca hoy [2003, es decir, George W. Bush], el vástago de una "dinastía del dinero" que fue lanzado en paracaídas a la Casa Blanca para promover los intereses de sus familiares, amigos y asociados adinerados. en la América corporativa, los intereses del dinero, el privilegio y el poder [Lo mismo sucedió con la familia Clinton y la familia Biden].

En la primavera de 1945 era evidente que la guerra, fuente de fabulosos beneficios, pronto terminaría. ¿Qué pasaría entonces? Entre los economistas, muchas Casandras evocaron escenarios que se vislumbraban extremadamente desagradables para los líderes políticos e industriales de Estados Unidos. Durante la guerra, las compras de equipo militar de Washington, y nada más, restauraron la demanda económica y así hicieron posible no solo el pleno empleo sino también ganancias sin precedentes. Con el regreso de la paz, el fantasma de la falta de armonía entre la oferta y la demanda amenazó con volver a acechar a los Estados Unidos, y la crisis resultante bien podría ser incluso más aguda que la Gran Depresión de los "sucios años treinta", porque durante los años de la guerra la productividad la capacidad de la nación había aumentado considerablemente, como hemos visto.

Los trabajadores tendrían que ser despedidos precisamente en el momento en que millones de veteranos de guerra volverían a casa en busca de un trabajo civil, y el desempleo resultante y la disminución del poder adquisitivo agravarían el déficit de demanda. Visto desde la perspectiva de los ricos y poderosos de Estados Unidos, el desempleo que se avecinaba no era un problema; lo que importaba era que la edad de oro de las ganancias gigantescas llegaría a su fin. Tal catástrofe tenía que ser prevenida, pero ¿cómo?

La Creación del Enemigo: Rusia


Los gastos militares del estado fueron la fuente de grandes ganancias
. Para que las ganancias siguieran brotando generosamente, se necesitaban urgentemente nuevos enemigos y nuevas amenazas de guerra ahora que Alemania y Japón habían sido derrotados. 

Qué suerte que existiera la Unión Soviética, un país que durante la guerra había sido un socio particularmente útil que había sacado las castañas del fuego para los Aliados en Stalingrado y en otros lugares, pero también un socio cuyas ideas y prácticas comunistas le permitieron ser fácilmente transformado en el nuevo hombre del saco de los Estados Unidos. La mayoría de los historiadores estadounidenses ahora admiten que en 1945 la Unión Soviética, un país que había sufrido enormemente durante la guerra, no constituía una amenaza en absoluto para los EEUU económica y militarmente muy superiores, y que Washington mismo no percibía a los soviéticos como una amenaza .

De hecho, Moscú no tenía nada que ganar y mucho que perder con un conflicto con la superpotencia estadounidense, que rebosaba confianza gracias a su monopolio de la bomba atómica. Sin embargo, Estados Unidos, el Estados Unidos corporativo, el Estados Unidos de los superricos, necesitaba urgentemente un nuevo enemigo para justificar los gastos titánicos de "defensa" que se necesitaban para mantener las ruedas de la economía de la nación girando a toda velocidad también después del final de la guerra, manteniendo así los márgenes de beneficio en los niveles exigidos -o mejor dicho, deseados- elevados, o incluso aumentarlos. Es por ello que la Guerra Fría se desató en 1945, no por los soviéticos sino por el complejo “militar-industrial” estadounidense, como llamaría el presidente Eisenhower a esa élite de individuos y corporaciones adineradas que supieron sacar provecho de la “guerra” economía."

la Guerra Fría superó sus mejores expectativas


En este sentido, la Guerra Fría superó sus mejores expectativas. Se tuvo que fabricar más y más equipo militar, porque los aliados dentro del llamado "mundo libre", que en realidad incluía muchas dictaduras desagradables, tenían que estar armados hasta los dientes con equipo estadounidense

Además, las propias fuerzas armadas de Estados Unidos nunca dejaron de exigir tanques, aviones, cohetes y, sí, armas químicas y bacteriológicas y otras armas de destrucción masiva más grandes, mejores y más sofisticadas. Por estos bienes, el Pentágono siempre estuvo dispuesto a pagar grandes sumas sin hacer preguntas difíciles. 

Como había sido el caso durante la Segunda Guerra Mundial, nuevamente fueron principalmente las grandes corporaciones las que pudieron cumplir con los pedidos. La Guerra Fría generó ganancias sin precedentes, y fluyeron hacia las arcas de aquellas personas extremadamente ricas que resultaron ser los propietarios, los altos directivos y/o los principales accionistas de estas corporaciones. (¿Sorprende que en Estados Unidos los generales recién retirados del Pentágono reciban rutinariamente ofertas de trabajo como consultores de grandes corporaciones involucradas en la producción militar, y que los empresarios vinculados con esas corporaciones sean designados regularmente como funcionarios de alto rango del Departamento de Defensa, asesores del Presidente, etc.?)

También durante la Guerra Fría, el estado estadounidense financió sus gastos militares vertiginosos mediante préstamos, lo que provocó que la deuda pública se elevara a niveles vertiginosos. En 1945 la deuda pública era de “sólo” 258.000 millones $, pero en 1990 – cuando la Guerra Fría tocaba a su fin – ¡ascendía a nada menos que 3,2 billones (10 elevado a la12) $! Este fue un aumento formidable, también cuando se tiene en cuenta la tasa de inflación, y provocó que el estado estadounidense se convirtiera en el mayor deudor del mundo. (Dicho sea de paso, en julio de 2002 la deuda pública estadounidense había alcanzado los 6,1 billones de dólares). Washington podría y debería haber cubierto el costo de la Guerra Fría gravando las enormes ganancias obtenidas por las corporaciones involucradas en la orgía armamentista, pero nunca hubo ninguna intención de tal cosa. 

Del 50 al 1 en 50 años


En 1945, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría tomó el relevo, las corporaciones todavía pagaban el 50% de todos los impuestos, pero durante el transcurso de la Guerra Fría esta participación se redujo constantemente, y hoy en día solo asciende a aproximadamente el 1%.

Esto fue posible porque las grandes corporaciones de la nación determinan en gran medida lo que el gobierno de Washington puede o no hacer, también en el campo de la política fiscal. Además, la reducción de la carga fiscal de las empresas se hizo más fácil porque después de la Segunda Guerra Mundial estas empresas se transformaron en multinacionales, “en casa en todas partes y en ninguna”, como ha escrito un autor estadounidense en relación con ITT, y por lo tanto les resulta fácil evitar pagar impuestos significativos en cualquier lugar del mundo. En Estados Unidos, donde se embolsan las mayores ganancias, el 37% de todas las multinacionales estadounidenses -y más del 70 % de todas las multinacionales extranjeras- no pagaron un solo dólar de impuestos en 1991, mientras que las multinacionales restantes remitieron menos del 1% de sus ganancias en impuestos.

Los costos altísimos de la Guerra Fría, por lo tanto, no fueron soportados por quienes se beneficiaron de ella y quienes, dicho sea de paso, también continuaron embolsándose la parte del león de los dividendos pagados por los bonos del gobierno, sino por los trabajadores estadounidenses y la clase media. Estos estadounidenses de bajos y medianos ingresos no recibieron un centavo de las ganancias tan profusamente arrojadas por la Guerra Fría, pero sí recibieron su parte de la enorme deuda pública de la que ese conflicto fue en gran parte responsable. Son ellos, por lo tanto, quienes cargaron realmente con los costos de la Guerra Fría, y son ellos quienes continúan pagando con sus impuestos una parte desproporcionada de la carga de la deuda pública.

En otras palabras, mientras las ganancias generadas por la Guerra Fría fueron privatizadas en beneficio de una élite extremadamente rica, sus costos fueron socializados sin piedad.en gran detrimento de todos los demás estadounidenses. 

La America Pobre


Durante la Guerra Fría, la economía estadounidense degeneró en una gigantesca estafa, en una perversa redistribución de la riqueza de la nación en beneficio de los ricos y en perjuicio no sólo de los pobres y de la clase trabajadora, sino también de la clase media, cuyas los miembros tienden a suscribirse al mito de que el sistema capitalista estadounidense sirve a sus intereses. De hecho, mientras los ricos y poderosos de Estados Unidos acumulaban riquezas cada vez mayores, la prosperidad lograda por muchos otros estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial se fue erosionando gradualmente y el nivel de vida general declinó lenta pero constantemente.

Durante la Segunda Guerra Mundial, América había sido testigo de una modesta redistribución de la riqueza colectiva de la nación en beneficio de los miembros menos privilegiados de la sociedad. Sin embargo, durante la Guerra Fría, los estadounidenses ricos se hicieron más ricos, mientras que los no ricos, y ciertamente no solo los pobres, se empobrecieron más. En 1989, el año en que terminó la Guerra Fría, más del 13% de todos los estadounidenses (aproximadamente 31 millones de personas) eran pobres según los criterios oficiales de pobreza, que definitivamente subestiman el problema. Por el contrario, hoy el 1% de todos los estadounidenses posee no menos del 34% de la riqueza total de la nación. En ningún país importante “occidental” la riqueza se distribuye de manera más desigual.

La Victoria en la Guerra Fría en 1989 es el Inicio de la Nueva Depresión


El minúsculo porcentaje de estadounidenses súper ricos encontró este desarrollo extremadamente satisfactorio. Les encantaba la idea de acumular más y más riquezas, de engrandecer sus ya enormes bienes, a expensas de los menos privilegiados. Querían mantener las cosas así o, si era posible, hacer que este esquema sublime fuera aún más eficiente. Sin embargo, todo lo bueno debe llegar a su fin, y en 1989/90 terminó la generosa Guerra Fría. Eso presentó un problema serio. 

Los estadounidenses comunes, que sabían que habían asumido los costos de esta guerra, esperaban “dividendos de paz”. Pensaron que el dinero que el estado había gastado en gastos militares ahora podría usarse para producir beneficios para ellos, por ejemplo, en forma de un Seguro Nacional de Salud [Salud Pública] y otros beneficios sociales que los estadounidenses, a diferencia de la mayoría de los europeos, nunca han disfrutado. 

En 1992, Bill Clinton ganaría las elecciones presidenciales dejando entrever la perspectiva de un plan nacional de salud, que por supuesto nunca se materializó. Un “dividendo de paz” no interesaba en absoluto a la élite adinerada de la nación, porque la prestación de servicios sociales por parte del estado no genera ganancias para los empresarios y las corporaciones, y ciertamente no genera las elevadas ganancias generadas por los gastos militares del estado. Había que hacer algo, y había que hacerlo rápido, para evitar la implosión amenazadora del gasto militar del Estado.

Estados Unidos, o más bien, el Estados Unidos corporativo, quedó huérfano de su útil enemigo soviético y necesitaba con urgencia conjurar nuevos enemigos y nuevas amenazas para justificar un alto nivel de gasto militar.

-1990 Inicio del Tour, Irak y Saddam Hussein

Es en este contexto que en 1990 Saddam Hussein apareció en escena como una especie de deus ex machina. Este "dictador de hojalata" había sido previamente percibido y tratado por los estadounidenses como un buen amigo, y lo habían armado hasta los dientes para que pudiera librar una guerra desagradable contra Irán; fueron EEUU y aliados como Alemania, quienes originalmente le suministraron todo tipo de armas. Sin embargo, Washington necesitaba desesperadamente un nuevo enemigo, y de repente lo señaló como un “nuevo Hitler” terriblemente peligroso, contra quien era necesario librar una guerra con urgencia, a pesar de que estaba claro que un arreglo negociado de la cuestión de la ocupación de Irak de Kuwait no estaba descartado.

George Bush padre fue el agente de reparto que descubrió este nuevo y útil némesis de Estados Unidos y que desató la Guerra del Golfo, durante la cual Bagdad fue bombardeada y los desventurados reclutas de Sadam fueron masacrados en el desierto. El camino a la capital iraquí estaba abierto de par en par, pero la entrada triunfal de los infantes de marina en Bagdad fue repentinamente desechada. Saddam Hussein quedó en el poder para que la amenaza que se suponía que debía formar pudiera invocarse nuevamente para justificar mantener a Estados Unidos en armas. Después de todo, el repentino colapso de la Unión Soviética había demostrado lo inconveniente que puede ser que uno pierde a un enemigo útil.

Y así, Marte podría seguir siendo el santo patrón de la economía estadounidense o, más exactamente, el padrino de la mafia corporativa que manipula esta economía impulsada por la guerra y cosecha sus enormes ganancias sin asumir sus costos. 

El despreciado proyecto de un dividendo de paz podría ser enterrado sin ceremonias, y los gastos militares podrían seguir siendo la dínamo de la economía y la fuente de ganancias suficientemente altas.

Esos gastos aumentaron implacablemente durante la década de 1990. En 1996, por ejemplo, ascendían a nada menos que 265.000 millones $, pero si se suman los gastos militares no oficiales y/o indirectos, como los intereses pagados por préstamos utilizados para financiar guerras pasadas, el total de 1996 ascendía a unos 494.000 millones $, lo que representa un desembolso de 1.300 millones $ por día

-Continúa el tour

Sin embargo, con solo un Saddam considerablemente castigado como coco, Washington encontró conveniente también buscar en otros lugares nuevos enemigos y amenazas. Somalia parecía prometedora temporalmente, pero a su debido tiempo se identificó a otro “nuevo Hitler” en la Península Balcánica en la persona del líder serbio, Milosevic. Durante gran parte de los años noventa, entonces, los conflictos en la ex Yugoslavia proporcionaron los pretextos necesarios para las intervenciones militares, los bombardeos a gran escala y la compra de más y más nuevas armas.

Dando Forma a un Estado Guerrero


La “economía de guerra” podría continuar funcionando a toda máquina también después de la Guerra del Golfo. Sin embargo, en vista de la presión pública ocasional, como la demanda de un dividendo de paz, no es fácil mantener este sistema en funcionamiento.  Los medios de comunicación no presentan ningún problema, ya que los periódicos, revistas, estaciones de televisión, etc. son propiedad de grandes corporaciones o dependen de ellas para obtener ingresos publicitarios. Como se mencionó anteriormente, el estado tiene que cooperar, por lo que en Washington se necesitan hombres y mujeres con los que puedan contar, preferiblemente con individuos de las propias filas corporativas, individuos totalmente comprometidos a utilizar el instrumento de los gastos militares para proporcionar las altas ganancias que se necesitan para enriquecer aún más a los muy ricos de América. A este respecto, Bill Clinton no cumplió con las expectativas, y las corporaciones estadounidenses nunca pudieron perdonar su pecado original, a saber,

Debido a esto, en 2000 se dispuso que el clon de Clinton, Al Gore, no se mudara a la Casa Blanca, sino un equipo de militaristas de línea dura, prácticamente sin excepción, representantes de los ricos y corporativos estadounidenses, como Cheney, Rumsfeld y Rice, y por supuesto el propio George W. Bush, hijo del hombre que había demostrado con su Guerra del Golfo cómo se podía hacer; el Pentágono también estuvo directamente representado en el gabinete de Bush en la persona del supuestamente amante de la paz Powell, en realidad otro ángel de la muerte. Rambo se mudó a la Casa Blanca y los resultados no tardaron en verse.

La Creación del Enemigo: Terrorismo


Después de que Bush Junior fuera catapultado a la presidencia [por medio de un lawfare en el estado de Florida, una decisión que también cambiaría el mundo como lo conocemos], durante algún tiempo pareció que iba a proclamar a China como la nueva némesis de Estados Unidos. Sin embargo, un conflicto con ese gigante se vislumbraba algo arriesgado; además, demasiadas grandes corporaciones ganan buen dinero comerciando con la República Popular. 

Se requería otra amenaza, preferiblemente menos peligrosa y más creíble, para mantener los gastos militares en un nivel suficientemente alto. A tal fin, Bush, Rumsfeld y compañía no podrían haber deseado nada más conveniente que los hechos del 11 de septiembre de 2001 [voladura de las Torres Gemenas de NY]; es muy probable que estuvieran al tanto de los preparativos para estos monstruosos ataques, pero que no hicieran nada para prevenirlos porque sabían que podrían beneficiarse de ellos. En cualquier evento, aprovecharon al máximo esta oportunidad para militarizar a Estados Unidos más que nunca antes, arrojar bombas sobre personas que no tenían nada que ver con el 11 de septiembre, hacer la guerra a su antojo y, por lo tanto, para las corporaciones que hacen negocios con el Pentágono para registrar ventas sin precedentes. 

Bush declaró la guerra no a un país sino al terrorismo, un concepto abstracto contra el cual no se puede realmente hacer la guerra y contra el cual nunca se puede lograr una victoria definitiva. Sin embargo, en la práctica el lema “guerra contra el terrorismo” significó que Washington ahora se reserva el derecho de hacer la guerra en todo el mundo y de forma permanente contra quien la Casa Blanca defina como terrorista. y, por lo tanto, que las corporaciones que hacen negocios con el Pentágono registren ventas sin precedentes. 

Y así se resolvió definitivamente el problema del final de la Guerra Fría, ya que en adelante se justificaba un gasto militar cada vez mayor. Las estadísticas hablan por sí solas. El total de 265.000 millones $ en gastos militares en 1996 ya había sido astronómico, pero gracias a Bush hijo el Pentágono pudo gastar 350.000 millones $ en 2002, y para 2003 el presidente ha prometido aproximadamente 390.000 millones $; sin embargo, ahora es prácticamente seguro que la capa de 400.000 millones $ se redondeará este año. 

Para financiar esta orgía de gastos militares, se debe quitar dinero en otros lugares, por ejemplo, cancelando los almuerzos gratuitos para los niños pobres; todo ayuda. No es de extrañar que George W. se pavonee radiante de felicidad y orgullo, ya que él, esencialmente fue un niño rico mimado de talento e intelecto muy limitados, ha superado las expectativas más audaces no solo de su familia y amigos adinerados, sino de las empresas estadounidenses en su conjunto al quienes debe su trabajo.

Consecuencias del 110-S


El 11 de septiembre le dio a Bush carta blanca para hacer la guerra donde y contra quien quisiera, y como este ensayo ha pretendido dejar en claro, no importa mucho quién sea señalado como enemigo del día. El año pasado, Bush lanzó una lluvia de bombas sobre Afganistán, presumiblemente porque los líderes de ese país dieron cobijo a Bin Laden, pero recientemente este último pasó de moda y fue una vez más Saddam Hussein quien supuestamente amenazó a Estados Unidos. 

No podemos tratar aquí en detalle las razones específicas por las que los Estados Unidos de Bush querían a toda costa la guerra con el Irak de Saddam Hussein y no con, digamos, Corea del Norte. Una de las principales razones para luchar en esta guerra en particular fue que las grandes reservas de petróleo de Irak son codiciadas por los trusts petroleros de EEUU con quienes los mismos Bush, y bushistas como Cheney y Rice, cuyos nombres fueron puestos a petroleros, están tan íntimamente relacionados. 

La guerra en Irak también es útil como lección para otros países del Tercer Mundo que no logran bailar al son de Washington, y como instrumento para castrar a la oposición interna e imponer el programa de extrema derecha de un presidente no electo en las gargantas de los propios estadounidenses.

La 'América de la riqueza y el privilegio' está enganchada a la guerra. Sin dosis regulares y cada vez más fuertes de guerra ya no puede funcionar correctamente, es decir, producir las ganancias deseadas. En este momento, esta adicción, este anhelo está siendo satisfecho por medio de un conflicto contra Irak, que también es querido por los corazones de los magnates del petróleo. Sin embargo, ¿alguien cree que el belicismo se detendrá una vez que lacabellera de Saddam se una a los turbantes talibanes en la vitrina de trofeos de George W. Bush? El presidente ya ha señalado con el dedo a aquellos cuyo turno pronto llegará, a saber, los países del “eje del mal”: Irán, Siria, Libia, Somalia, Corea del Norte y, por supuesto, esa vieja espina en el costado de Estados Unidos, Cuba.

¡Bienvenidos al siglo XXI, bienvenidos a la valiente nueva era de guerra permanente de George W. Bush!

Jacques R. Pauwels es historiador y politólogo, autor de 'El mito de la guerra buena: Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial' (James Lorimer, Toronto, 2002). Su libro se publica en diferentes idiomas: en inglés, holandés, alemán, español, italiano y francés. Junto a personalidades como Ramsey Clark, Michael Parenti, William Blum, Robert Weil, Michel Collon, Peter Franssen y muchos otros… firmó “El Llamamiento Internacional contra la Guerra de los Estados Unidos”. Es investigador asociado del Centro de Investigación sobre la Globalización (CRG)
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Para Saber más

Todo viene de la Corte Suprema de Estados Unidos  12.1.2023 Javier Pérez Royo

viernes, 10 de marzo de 2023

Cuentas para el Pentágono 1/2: Comparativa de Costos entre Rusia y Estados Unidos durante la Operación Militar Especial 2022

Ha pasado un año de guerra y el Dombass sigue sitiado, Rusia gana terreno pulgada a pulgada, Ucrania pierde hombres y armas, la OTAN se niega a movilizarse, y a EEUU no le queda otro remedio que empezar una guerra abierta con China para tapar el desastre Ucraniano. 

Pero esta vez no estaremos como siempre del lado de la heroica resistencia del Dombass y el esfuerzo antiimperialisa ruso, no. Hoy vamos a ayudar al Imperio! El coste en soldados está superando el peor de los escenarios esperados, como admitió el Comandante Supremo Aliado Europa General Christopher G. Cavoli en Suiza este enero. Parece que el Imperio también se ha quedado corto de material, y de financiación. Algo falló. 

Si en el Pentágono hicieron mal los números, nosotros se los recalcularemos. Vamos por ello a echar unas cuentas en la Economía de Guerra y ver cómo dilapida el Imperio su capital y hombres. Comprobaremos si podemos llegar a alguna conclusión con el cálculo de pérdidas. Muy básicas, pero muy orientativas, y de seguro evitadas por los medios principales para que no cunda la desmoralización generalizada. Os gustarán.

Esta serie está dividida en 2 capítulos. 

En el Primero estudiaremos la cantidad de financiación capital humano de que han dispuesto cada una de las partes durante este año de guerra. 
En la segunda extrapolaremos los resultados para conocer las necesidades futuras que tendrían que emplear para cumplir con sus objetivos en un momento dado.


Los elementos básicos de gestión de la guerra son: Dinero, Recursos, Personal y Territorio. Para nuestro estudio entenderemos que tanto el aporte de dinero como de personal serán similares a este en los próximos años, sin tener en cuenta otros eventos o circunstancias; y que el dinero proporcionará los recursos necesarios para ocupar el territorio, así que solo estudiaremos estos 2 parámetros, dinero y tropa como factores constantes.

2 Las Cuentas Rusas


-Costo de la guerra para Rusia

En Rusia el presupuesto anual inicial para 2022 para el Ministerio de Defensa fue de 46.600 mill $, siendo el final de unos 63.000 mill $, por lo que en 2022 ha tenido un sobrecoste de 19.400 mill $. Una cantidad ridícula y que se aproxima al gasto realizado en 2017. Para 2023, los grandes pensadores del Pentágono aseguran que Rusia incrementará el presupuesto hasta los 83.000 mill $, unos 20.000 mill $ adicionales sobre el año 2022 y similar al presupuesto de 2014. El efecto de las sanciones sobre el PIB, según el FMI es +0'3%. La guerra les está saliendo rentable.

-Costo Humano

Tropa - Ejército desplegado por Rusia en el frente de batalla de Ucrania: seguimos usando datos occidentales, Ucrania denuncia que Rusia ha desplegado 300.000 soldados en su territorio Grid 2.2.2023; que ya no es suyo, es soberano y federado.

Como se puede suponer, desbaratar un frente de batalla de 300.000 personas para acabar una guerra no supone inutilizar a esas 300.000 personas, sino la Reservas de soldados, porque estos, mal que bien, Rotan, se relevan y se sustituyen, para mantener una fuerza constante en el frente de guerra. Lo mismo sucede con las reservas y depósitos de material.

La Reserva mínima es la tropa ya movilizada y preparada de que dispone ahora, pero que no interviene directamente. Para Rusia, sin más levas, sería de 1,3 mill de soldados. 

La Reserva potencial máxima sería el mayor número de soldados movilizables posibles de todo un país, potenciales soldados. Todo varón, desde niños de 16 a ancianos de 70 años, de entre los 150 millones de habitantes en Rusia; aparte de contratistas. Los datos aproximados que declara el Mtro de Defensa Sergei Shoigu, y que concuerdan con el resto de fuentes consultadas, sirven perfectamente para este ejercicio: 25 millones de posibles reclutas, un 16,6% de la población. Podrían llegar hasta el 25% incluyendo mujeres.

-Bajas

Hay una fuerte tendencia en los medios occidentales de usar el gobbeliano principio de transposición para adjudicar a rusia las pérdidas ucranianas y viceversa. Todos estos medios son simples medios de propaganda y, por tanto, descartables como fuentes. 

Curiosamente, la Wikipedia/CIA se da cuenta del baile de cifras entre las distintas fuentes y así lo expone. Mientras que el Ministerio de Defensa ruso reconoce solo unos 8.000 muertos, a 27 febrero 2023, el Gobierno de Ucrania indica 148.000 bajas entre muertos y heridos rusos. En el medio se sitúa el Bussiness insider/MI6 indicando 60.000 muertos. Lo cual concuerda con los datos aportados por la CNBC/CIA

Aceptaremos la proporción de 1 muerto por cada 3 heridos como coherente, con 25.000 a 30.000 muertos (unos 10.000 Wagner + 10.000 milicianos del Dombass + 10.000 a 15.000 soldados rusos), prácticamente el triple de lo indicado por fuentes rusas, y la mitad de las fuentes angloamericanas y 100.000 bajas totales, como referencia. Lo que supone un 25-30% de bajas.

Si tenemos en cuenta el total del ejército de 1,3 millones de soldados, esta tasa sería del 7,7%.

Si tenemos en cuenta la reserva del ejército de 25 millones de soldados, esta tasa sería del 0,4%.

2 Cuentas de Ucrania


-Costo financiero de la guerra para Ucrania

El gobierno de Ucrania tiene este año un déficit aproximado de 38.000 mill $, que deberá ser cubierto por la OTAN para que Ucrania salde sus cuentas con los deudores internacionales. Unos 3.330 mill $ al mes.

-Costo humano para Ucrania 

Tropa - Los datos oficiales reportados a las agencias occidentales por el gobierno de Ucrania refieren poseer unos 500.000 soldados en las Armed Forces of Ukraine AFU. El resto de personal armado son distintos tipos de fuerzas de seguridad, pero no son contabilizados como soldados. A pesar del sesgo, usaremos los datos oficiales.

Todo el ejército ucraniano está implicado en la guerra, por lo que no cuenta con reserva mínima, sino con frentes bajo mayor y menor presión entre los cuales van rotando los soldados. 

En la Reserva potencial máxima, si asumimos que la capacidad conscriptiva de Rusia, Ucrania y Occidente son parejas, sobre el 16,6%, y que en Ucrania queda unos 35 millones de habitantes, sin aplicar otros sesgos, podría movilizar hasta 5'8 millones de soldados.

-Bajas

A día de hoy podemos asegurar que las pérdidas ucranianas han sido de 200.000 soldados muertos y 400.000 heridos, según datos aproximados, en total 600.000 bajas. A razón de 15.000 muertos y 25.000 heridos, para un total de una 50.000 bajas al mes; coherente con datos expuestos en múltiples fuentes desde el inicio de la campaña.

Con un ejército de 500.000 personas y 200.000 muertos, la tasa de mortalidad llega al 40%las bajas rondan el 120%.

El costo en bajas es tan elevado que requiere un estudio en profundidad. Lo más básico que hay que entender es que Ucrania es una extensión de Estados Unidos, y esta ha desplegado una coalición para oponerse a Rusia.

3 Cuentas de EEUU y la Coalición Occidental


-Costo financiero de la guerra para la Coalición Occidental

EEUU apoya a Ucrania con 73.170 mill $ a 23.1.2023, aún lejano a los 100.000 mill $/año dedicados a la guerra de Afganistán, por lo que tienen margen de gasto.

El Resto de países aportan a la guerra un total aproximado de 145.000 mill $. A falta de 2 meses para completar el año, y gastando unos 14.000 mill/ mes, el 23 feb 203 habrían gastado 173.000 millones $.

Así que el total conjunto podría considerarse como 211.000 mill $ gastado este año por occidente en su Guerra en Ucrania.


-Costo humano para la Coalición Occidental

En la Reserva de Estados Unidos, ya activa pero no implicada en combates, es de 1,38 mill de soldados. La Infame Alianza, con las conscripciones actuales, la OTAN dispondría de unos 3,1 millones de soldados

La reserva máxima del occidente conjunto, que abarca unos 1000 millones de habitantes, podría movilizar una reserva de unos 166 millones de soldados

Estamos seguros de que EEUU podría movilizar el doble de fuerza debido a su influencia en caso de Guerra Mundial Total.

-Bajas

La coalición no envía tropas patrocinadas, sino que permite a sus soldados integrarse en las AFU como contratistas, por lo que no cuentan como bajas para la coalición, sino para las AFU. Sorpresa, Bajas 0

Sin embargo participan activamente como contratistas en el ejército de Ucrania, siendo la verdadera reserva del país. 

Si tenemos en cuenta el total del ejército de la coalición es de 3,1 millones de soldados, más los 500.000 ucranianos, esta tasa de mortalidad sería del 16,6%. Unas 2'5 veces mayor que la rusa.

Si tenemos en cuenta la reserva del ejército de la Infame Coalición es de 166 millones de soldados, esta tasa sería del 0,36%. Casi la misma que la rusa.

¿Cómo es posible que Ucrania tenga más bajas que tropa y sigan manteniendo el frente? 



Es un efecto de los reemplazos de refresco de la tropa en el frente para que este mantenga la fuerza. Se están movilizando reservas, a los soldados de la OTAN/contratistas, y ya han empezado a rotar en Ucrania masivamente, por cientos de miles. Desconocemos las proporciones. No cabe otra posibilidad.

Hay que tener en cuenta que EEUU puede incluir en las reservas una cantidad indeterminada de contratistas de 59 países, no solo de la OTAN. Con un poco de investigación se podrían conocer estas proporciones. 

Tropa anual de reemplazo = tropa en el frente x bajas x periodo anual de rotación x periodo de servicio x coeficiente de retención (tropa licenciada que vuelve al estado activo)

Tropa anual de reemplazo Rusia = 300.000 soldados en el frente x bajas (33%) x 2 rotaciones (periodo anual de maniobras en el frente de 6 meses) x 1.5 periodo de servicio (33% de conscripciones expiradas al año en una conscripción obligatoria de 3 años)  x 20%  retención (suponiendo que solo el 20% quiere reengancharse, la mitad que en tiempos de paz según datos de Estados Unidos) = 1,141 mill soldados
Con 1,3 mill de soldados Rusia tiene todavía un 12% de tropa de reserva no implicada en combate.

Tropa anual de reemplazo Ucraniano = 500.000 soldados en el frente x 2.20 (120% bajas) x 1 rotación (no hay reemplazos) x 1 conscripción obligatoria indefinida x 1 contratos sin posibilidad de baja voluntaria x 1 retención, sin posibilidad de rechaza renovación = 1,2 mill soldados

Es simplemente imposible mantener un frente sin refuerzos, solo con reemplazos entre frentes, en las cantidades que se describen. Ucrania ha contado con refuerzos del extranjero organizado por la Coalición en forma de contratos y sistema de relevos.

Estados Unidos ha gestionado en Ucrania un ejército como mínimo de 500.000 activos + 600.000 bajas= 1,1 millón de soldados, del mismo tamaño que el suyo propio. La sede de gobierno está en la base aérea de Ramsteim. Las proporciones del ejército ucraniano no son las mismas que en el ruso, porque, a persar de ambos tener alistamiento obligatorio, ni rotan ni se licencia. Su grado de fatiga será a estas alturas enorme. Es posible que EEUU haya tenido que emplear en las rotaciones hasta varios cientos de miles de contratistas más que lo admitido. 

Conclusiones


Para Rusia la Operación Militar Especial económicamente se plantea como una campaña perfectamente asumible sin que se produzca un profundo estrés económico. Por último, el FMI augura una subida de 0'3% del PIB para 2023. Negocio redondo. La OTAN no sabe hacer cálculos.

Tanto para Ucrania como para Estados Unidos el mantenimiento del frete les resulta honeroso, imposible desde cualquier punto de vista de mantener sin una Coalición

La coalición occidental proporciona unos 3.300 mill $ al mes. Recordar que Zelensky solicitaba una cifra de 7.000 mill al mes. Particularmente creímos que esta cifra era obtusa, pero para disponer de un frente suficientemente pertrechado los cálculos eran correctos. La OTAN le ha proporcionado menos de la mitad. ¿Por qué esta subfinanciación?

Alemania le tocará pagar el grueso, con un coste anual en pérdidas estimado de 172.000 mill $, unos 2000 € per cápita menos.

A pesar de que la mortalidad y tasa de bajas para las Fuerzas Armadas Ucranianas es más gravoso que para Rusia, si entendemos las AFU como una coalición, los índices son similares y se corresponde con tasas vistas en otras contiendas.

Rusia ha debido movilizar un mínimo de 1,14 mill de soldados en las maniobras en Ucrania para mantener el frente, 3'8 veces más que los 300.000 que forman en sí el frente de batalla.

Si esto es cierto, la situación para la Coalición es más crítica de lo que parece, porque se siente en la necesidad imperiosa de ocultar las pérdidas. Se habla de movilizaciones de batallones polacos y rumanos insertos en la AFU como contratistas, los cuales ya habrían reportado unas 2.500 bajas reconocidas en Polonia.

Rusia cuenta con el apoyo formal e informal de grandes Potencias regionales, como son Irán y China, y el apoyo de la OTSC, 6 estados. Lo que está claro es que el efecto de las bajas y presión financiera es menor cuanto más distribuido está el esfuerzo. En este sentido, Rusia cuenta con menos aliados que EEUU, que por ahora ha movilizado a 37 para el esfuerzo financiero, 59 para el bélico, por lo que el esfuerzo es mayor.

Vemos que estratégicamente, para Rusia, hay una salida al conflicto que no pasa por la confrontación directa, y esta es intentar dispersar la Coalición. La relación Europa-OTAN se socava con prebendas y contraofertas, pero es muy sólida en favor de EEUU. Sin embargo, existe una miríada de países coaligados que si que velarán por sus intereses nacionales. Es en ellos donde recae el mayor esfuerzo diplomátio: zona montes urales, medio oriente, extremo oriente, indochina, indopacífico y sudamérica. Como ejemplo, las últimas amenazas vertidas por EEUU a México y Argentina, o las revueltas en Pakistán, Irán o Georgia.

Atentxs al Próximo capítulo; promete.

Salud! PHkl/tctca
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Para Saber más

miércoles, 11 de enero de 2023

El Funcionamiento de la Economía de Guerra - Guillermo Torres Carral

El Sector de la destrucción obtiene su beneficio de la sustracción de recursos del sector productivo y consumo, por lo que estos sectores son a su vez en parte orientados a la formación de los medios destructivos, dando lugar a la Economía de Guerra.


Señalábamos en el artículo "La Transformación del Ejército Estadounidense 3/3: La Descomposición Social afecta a los planes Imperiales" que EEUU se situaba en una encruzijada vital, ya que su esfuerzo militarista estaban lastrando sus capacidades económicas y que la destrucción generada por un menor rendimiento econonómico acabaría afectando a sus capacidades militares.

Indagando en la relación entre descomposición social y desarrollo armamentistico, encontramos este magnífico artículo de investigación escrito del Dr Guillermo Torres Carral de la Universidad Autónoma Chapingo-Mexico en 2013, escrito en clave marxista. En él se desarrolla la Industria de la Matanza humana como uno de los sectores económicos contemplados en la Teoría de la Acumulación de Marx. Presentamos el tercer capítulo del trabajo por explicar el mecanismo profundo de tal relación.

Salud! PHkl/tctca
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Special flights brought in tonnes of banknotes which disappeared into the war zone
Un elemento fundamental para realizar el análisis de la relación de la guerra con la economía es considerar los esquemas, desarrollados a partir de Quesnay, que se presentan mejorados como los esquemas de reproducción simple y ampliada de Marx (1971, t. ii, pp. 350-456) y que, junto con otros aportes (de Leontiev y los keynesianos), contribuyeron a la construcción de los sistemas de cuentas nacionales (Kowalik, 1979, p. 1059). Aunque es de señalar que “el multiplicador del gasto de cien unidades de armamento financiadas con cien unidades de impuestos puede ser mayor de la unidad si se sigue el moderno sistema de contabilidad nacional en vez del sistema de contabilidad que Marx usa” (Desai, 1977, p. 142). 

Para dar cuenta de cómo interviene el sector militar en la reproducción económica anual de la sociedad, deben tomarse en cuenta las interacciones materiales y sociales entre los dos sectores de la economía [16] [sector i= medios de producción, sector ii= medios de consumo, sector iii= medios de destrucción] en la generación del producto total y su valor, así como considerar que el sector ii se subdivide a su vez en un subsector que produce artículos de lujo y en otro que produce medios de vida necesarios. 

Como se señaló arriba, el sector militar ha sido analizado como parte del subsector de artículos de lujo (Kidron, 1971). Sin embargo, en sentido estricto, los armamentos no pueden contemplarse como parte de este subsector en tanto que no entran al proceso de reproducción del capital social. Así pues, no deben incluirse ni en en el sector i ni en el ii, ya que como medios de destrucción constituyen otra categoría especial del proceso de reproducción del capital, por lo que en realidad integran otro sector diferente a los anteriores (un tercero o iii), al no ser medios de producción ni tampoco medios de consumo para la reproducción, sino medios para la destrucción, aunque el valor generado en este sector también se descompone, al igual que los anteriores, en capital constante, capital variable y plusvalía. 

Este gasto armamentista [17] representa un impulso desmedido a la acumulación de capital (Marx, 1976, p. 85). Sin embargo, dicha plusvalía se genera realmente deduciendo una parte de la generada en los sectores i y ii y transfiriéndola al tercero; de esta forma surge la economía de guerra permanente (Boggs, 2004, p. 23; Melman, 1979, p. 5). 

No obstante, es evidente que el incremento del armamentismo y su necesaria reproducción ampliada, que supone la reproducción ampliada de la guerra, requieren de un incremento desmedido de los artículos de lujo [18] (ya que el capitalismo no se finca en la abstinencia sino en el derroche), todo lo cual se traduce en otra posibilidad de crisis, aunque ésta se sitúa al nivel de la reproducción simple (Marx, 1971, t. ii). Esto significa que la causa de la crisis no está sólo en la sobreproducción del sector productor de medios de producción (menos en el subconsumo, puesto que éste es característico de todas las sociedades de clase, basadas en la pobreza de las masas). 

Así entonces, la relación entre mayor consumo y armamentismo también tiene que ver con la desproporción entre el subsector de medios de vida y el de artículos de lujo, cuando éste rebasa a aquél: “Es un fenómeno completamente análogo a la realización de i (V + P) en ii ©; con la diferencia de que en el segundo caso (iib) V sólo se realiza en una parte de (ii a) p igual a él en cuanto al volumen de su valor” (Marx, 1971, t. ii, p. 364). [que me lo traduzcan] 

Planteemos ahora dos hipótesis de trabajo para la mejor comprensión del asunto que aquí nos ocupa. En las dos, el ritmo de la acumulación lo marca un superávit del sector i y, paralelamente, un déficit del ii (lo que no excluye el sobreconsumo),[19] por lo que, en la reproducción ampliada, la ecuación de equilibrio intersectorial supone que el sector i reinvierte más en sí mismo que en los otros. La otra hipótesis, que explicaría el capitalismo actual, es que crezca más el sector iii de la economía. Y esto es lo que verdaderamente ocurre, porque, para que éste pueda funcionar, requiere que de los dos primeros sectores le vendan más (y menos al interior de ellos). Esto implica que se destinen menos medios de producción y de consumo a realizarse en los dos sectores de la economía civil a cambio de armas. 

Puede decirse que estamos inmersos en el caos de una reproducción ampliada negativa (Bujarin, 1974), la cual supone una deducción de riqueza material y social de los sectores productivos para su realización en el destructivo (Melman, 1977), y que igualmente genera su propio excedente en armamentos, de los cuales no emplea todos, ya que eu es el primer exportador de armas en el mundo). 

Además, el núcleo del crecimiento del sector i proviene del iii (mediante el acelerado cambio tecnológico),[20] y como no todos los productos de este último se destinan a la guerra, muchos van entrando poco a poco hacia el primero (aunque sólo como artículos intermedios), principalmente, aunque también al sector ii (videojuegos, juegos de guerra, defensa personal, sicarios, etcétera). 

No obstante, si bien desde el punto de vista de la incorporación de la alta tecnología manda el sector militar, éste depende de los otros dos para garantizar su funcionamiento, por lo cual la verdadera acumulación siempre es la que ocurre como resultado del intercambio (y desequilibrio) entre los sectores i y ii, pues el iii es resultado de una deducción (en términos materiales y de valor) de los anteriores (Bujarin, 1974; Melman, 1979) por mucho que pudiese impactarlos positivamente. 

Esta reproducción ampliada negativa,[21] no es igual a crecimiento cero. Al contrario, genera y presupone un crecimiento sostenido, apoyándose en el consumismo y en las aventuras del capital especulativo a escala mundial, que son un acompañante de esta economía, así como del “capitalismo criminal” (Galindo, 2005).

Cuando se considera al artículo de guerra como un artículo más, sin parar en su especificidad y su respectivo ciclo de energía-materia, se le contempla sólo como una simple asignación monetaria (lo que es un renacimiento del nominalismo),[22] despreciando el impacto que acarrea en el proceso de reproducción económica y ecológica. En ese caso, se minimizan los fundamentos bélicos de la crisis como núcleo de la comprensión del proceso de reproducción del capital social. Y es que los materiales empleados son destruidos permanentemente como valores de uso e, incluso, aunque no se consuma el armamento, su carácter destructivo radica en que no puede reponerse materialmente pero tampoco reproducirse en términos de valor.

Notas

[16] Desde la perspectiva de Marx, y como conceptos fundamentales de la reproducción del capital total de la sociedad, se distingue el sector i, aquel que produce medios de producción, del sector ii, que produce medios de consumo. No tienen nada que ver con la clasificación en sector primario (minero y agropecuario), secundario (industrial) y terciario (servicios), que se refiere a las funciones físicas: obtención de la materia prima, su transformación y su consumo.
[17] En eu alcanza alrededor de 4.7 % del pib de 2007-2011(sipri, 2011). 
[18] “Los productos de ´lujo´ que no se emplean ni como instrumentos de producción, ni como artículos de subsistencia, en la producción de otro, no son parte determinante del sistema” (Sraffa, 1966, p. 81). 
[19] “En términos absolutos crece el consumo de los obreros y de los capitalistas” (Tarbuck, 1975, p. 20).
[20] “En la mayoría de los productos bélicos, el Estado como principal comprador, toma la iniciativa principal y las especificaciones corresponden al empleo que se desea hacer del producto, y el volumen de producción, los métodos y todo lo demás son consecuencias del mismo. En realidad es más adecuado concebir al sector de la industria bélica como logística económica que en función de la producción para el mercado […] La innovación es importante. Pero apenas se puede afirmar que sea autónoma” (Kidron, 1971, pp. 42 y 68). 
[21] “No se trata aquí de reproducción ampliada, ni siquiera de reproducción simple; tenemos una subproducción creciente. Tal proceso se puede designar como reproducción negativa ampliada. Además, la reproducción negativa ampliada avanza paralelamente a la acumulación de valorespapel” (Bujarin, 1974, p. 27). Igualmente: “Gran parte del producto anual que se consume como rédito y ya no ingresa al proceso productivo en calidad de medios de producción está compuesto por los productos más nefastos, que satisfacen las pasiones, caprichos, etc., más deplorables. Este punto es de todo punto indiferente para la determinación del capital productivo, aunque naturalmente, al desarrollo de la riqueza se le aplicaría un freno si una parte desproporcionada se reprodujera de esta suerte, en lugar de convertirse nuevamente en medios de producción y de subsistencia que vuelven a entrar en la reproducción ora de mercancías ora de la capacidad laboral misma, en pocas palabras, en vez de consumirse productivamente” (Marx, 1976, p. 85). 
[22] El nominalismo es una corriente filosófica que sustituye las cosas por su nombre (Gambra, 1973)

Bibliografía

Boggs, Carl (2004). Imperial Delusions: American Militarism and Endless War, New York, Rowmn/Litllefield Publishers Inc
Bujarin, Nicolai (1974). Teoría económica del periodo de transición, Cuadernos de Pasado y Presente, Buenos Aires, Siglo XXI. 
Desai, Meghnad (1977). Lecciones de teoría económica marxista, México, Siglo XXI.
Galindo, Magdalena (2005). “El capitalismo criminal, fase superior del imperialismo”, Revista Mundo Siglo xxi, núm. 2, México, ciecas, ipn. 
Kidron, Micheal (1971). El capitalismo del desperdicio, México, Siglo XXI.
Marx, Carlos (1971). El capital: crítica de la economía política, t. i-iii, México, fce. 
Marx, Karl (1976). Resultados inmediatos del proceso de producción (“El capital”. Libro primero, capítulo vi, inédito), México, Siglo XXI.
Melman, Seymour (1977). El capitalismo del Pentágono, México, Siglo XXI.
      ''             ''       (1979). Permanent war economy. American capitalism in decline, New York, Touchtone.

Cita

Torres CarralGuillermo "Armamentismo y sobreconsumo en el capitalismo contemporáneo. La economía política de la guerra". internet. 2013, (38), p:149-181[fecha de Consulta 8 de Enero de 2023]. ISSN: 0188-3380. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=281128985005
PDF: Redalyc

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