La tarcoteca

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sábado, 15 de abril de 2023

Un paso histórico para el anarcosindicalismo: CGT, CNT y Solidaridad Obrera presentan un acuerdo para la unidad de acción - Kaosenlared

Por fin caen del burro!!! A ver ahora cómo se plasma esta confluencia. 
Cuanto más avanza la fusión Estado-capital, más avanza la fusión Izquierda-Derecha, y más difícil es hacer razonar a una parte de la izquierda, la izquierda compatible, de que el camino andado por el estado es el de la autodestrucción general. La guerra de Ucrania, el rearme, la reorientación neocolonial o la crisis climática son meros ejemplos.

Salud! PHkl/tctca

Maribel Ramírez, Secretaria de Acción Sindical de CGT, Antonio Díaz, Secretario general de CNT y José Luis Carretero, Secretario general de Solidaridad Obrera en la FAL

El pasado lunes 10 de abril en el local de la Fundación Anselmo Lorenzo de Madrid las tres fuerzas anarcosindicalistas de nuestro país presentaron conjuntamente un documento compartido que hace un llamamiento a la confluencia y la unidad de acción del sindicalismo combativo.


Treinta años después de la división del anarcosindicalismo histórico, las tres principales organizaciones del Estado español, la Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Confederación Sindical Solidaridad Obrera han presentado un documento conjunto titulado "A la clase trabajadora. Por la movilización y la confluencia". 

En la presentación del escrito ante la opinión pública han intervenido Maribel Ramírez, Secretaria de Acción Sindical de CGT, Antonio Díaz, Secretario general de CNT y José Luis Carretero, Secretario general de Solidaridad Obrera. El acto se ha realizado en la sede de la histórica Fundación Anselmo Lorenzo, ligada a la CNT, depositaria del principal archivo del movimiento libertario de nuestro país.

En un ambiente de camaradería y buenas intenciones, las tres portavoces han expresado el significado del acuerdo alcanzado. Antonio Díaz de CNT ha expresado que la confluencia tiene como objetivo “fomentar la lucha de la clase obrera”. Por su parte, Maribel Ramírez de CGT ha expresado que “es una responsabilidad de todas empezar a confluir y llevar a cabo una lucha conjunta ante las agresiones que se están produciendo por parte del capital y el Estado”. En ese sentido, José Luis Carretero de Solidaridad Obrera ha expresado que la unidad de acción que plantea el documento llega cuando nos encontramos en una “encrucijada histórica” y ha añadido que las tres organizaciones comparten un “pasado común” y que lo que se está planteando es “un acuerdo de presente, para construir un futuro”.

Después de las felicitaciones compartidas y las declaraciones de intenciones, el acto ha desarrollado los puntos que menciona el comunicado, comenzando por la reivindicación de unas pensiones públicas dignas. Antonio Díaz ha expresado que hay que “fomentar la idea de que quienes tenemos que luchar por las pensiones somos las y los trabajadores”, y no solo las personas pensionistas. Maribel Ramírez ha añadido que hay que intentar que la juventud se involucre en esa lucha, y José Luis Carretero ha puesto como ejemplo de lucha lo que está ocurriendo ahora mismo en Francia con las luchas por la edad de jubilación. Continuando con el desarrollo del escrito también se ha hablado de la lucha sindical contra la brecha salarial, la reivindicación del feminismo y la defensa de los servicios públicos.

Las tres representantes anarcosindicales también han compartido la idea del sindicato como “nuevas instituciones del común”, en palabras de José Luis Carretero, que representen a una clase obrera diversa, con “multiplicidad de sujetos”, que tiene que ver con las y los trabajadores de las empresas estratégicas, pero también de las pequeñas empresas, los trabajos precarios y las trabajadoras autónomas. Desde la mesa también han dejado claro “diferencia organizativas” entre las tres fuerzas sindicales. Pero como ha expresado Maribel Ramírez, “están unidas por el mismo fin” para añadir en tono de broma que había que agradecer “al capital y el Estado” que haya favorecido con su acción en contra de los intereses de la clase obrera “sentar a las tres organizaciones en la misma mesa”.

También las tres organizaciones anarcosindicales han expresado su preocupación por la guerra en Ucrania, de la que han manifestado la principal perjudicada es la clase obrera. Antonio Díaz ha recordado al respecto que el “antibelicismo” es una seña de identidad del anarcosindicalismo. José Luis Carretero ha apuntado como precisamente la guerra cercena libertades públicas, produce derivas autoritarias, y afianza leyes como la Ley Mordaza que en nuestro país ha derivado en que haya gente “en las cárceles por escribir un tuit”. En ese sentido el representante de Solidaridad Obrera ha señalado que los sindicatos presentes debían ser “escudos en defensa de los derechos conquistados”.

Rueda de prensa entre CGT, CNT y Solidaridad Obrera - 13.4.2023 Rojoynegrotv
https://www.youtube.com/watch?v=0-A8F3cbzBA
 
 
Precisamente desde esa lógica de confluencia, apoyo mutuo y solidaridad de clase, durante todo el acto ha estado muy presente la situación de las compañeras de CNT represaliadas en la Suiza de Gijón. Maribel Ramírez lo ha expresado de una forma clara y contundente: “Si nos tocan a una, nos tocan a todas”. El acto se ha cerrado con distintas intervenciones del público que se han felicitado por el acuerdo y que han animado a que sea solo un primer paso para iniciativas conjuntas que vayan de la mano no solo desde la lucha sindical sino también desde el encuentro social en pueblos, barrios y ciudades. Precisamente, para Miguel Fadrique, Secretario general de CGT, “el ejercicio de responsabilidad que las tres organizaciones estamos llevando a cabo debe de ir más allá de un comunicado y una rueda de prensa. Esa responsabilidad nos tiene que llevar a construir una alternativa sindical y social seria, un espacio que trabaje de manera conjunta día a día y en el que la mayoría de la clase trabajadora se vea reflejada. Por encima de las siglas está la defensa de unos derechos laborales y sociales cada vez más deteriorados; y frente a esto, solo la unidad de la clase trabajadora va a conseguir revertir dicha situación”.
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Para Saber más

domingo, 11 de septiembre de 2022

El Legado del Congreso de St. Imier - Robert Graham. 150 Aniversario de la 1ª Internacional

Traducción tarcoteca - The Legacy of the St. Imier Congress | Robert Graham's Anarchism Weblog 4.9.2022

La conferencia especial para celebrar el 150 aniversario del Congreso de St. Imier se pospuso para julio de 2023: www.Anarchy2023.org

Este 15 de septiembre marca el 150 aniversario del Congreso de St. Imier en Suiza, cuando los delegados que representaban a las secciones de la Asociación Internacional de Trabajadores reconstituyeron la Internacional en líneas antiautoritarias, después de la expulsión de Mihail Bakunin y James Guillaume de la Internacional a instancias de Marx y Engels en el Congreso de La Haya el 7 de septiembre de 1872. 


Preparé el siguiente artículo sobre el Congreso de St. Imier y sus consecuencias para la edición de verano de 2022 de Black Flag Anarchist Review sobre el Anarquismo y la Primera Internacional. La conferencia especial para celebrar el 150 aniversario del Congreso de St. Imier se pospuso para julio de 2023: www.Anarchy2023.org

El Congreso de St. Imier y el nacimiento del anarquismo revolucionario


El Congreso de St. Imier de septiembre de 1872 de las  federalistas y antiautoritarias secciones y federaciones de la Asociación Internacional de Trabajadores (la "IWMA"), también conocida como la "Primera Internacional", marca un momento decisivo en la Historia del socialismo y el anarquismo.

Poco más de una semana antes, en el Congreso de la Internacional de La Haya (del 2 al 7 de septiembre de 1872), Karl Marx y Friedrich Engels habían tramado la expulsión de Mihail Bakunin y James Guillaume de la Internacional con tramposos motivos, y después hicieron que el El Consejo General de la Internacional se trasladase de Londres a Nueva York, a pesar de que al Consejo General se le habían otorgado mayores poderes para garantizar la uniformidad ideológica. El Congreso de La Haya también aprobó una resolución que ordenaba la formación de partidos políticos nacionales con el fin de alcanzar el poder político.

Si bien los aliados de Marx y Engels en el Congreso de La Haya, en particular los blanquistas franceses (seguidores de Auguste Blanqui, un socialista francés radical que abogaba por una dictadura revolucionaria), habían apoyado las expulsiones de Bakunin y Guillaume, se sorprendieron cuando Marx y Engels tuvieron éxito al transferir el poder ejecutivo de la Internacional, el Consejo General, a Nueva York, y había renunciado a la Internacional costernada. La “International” con sede en Nueva York se convirtió rápidamente en una grupa irrelevante.

Para sorpresa y consternación de Marx y Engels, lejos de neutralizar los elementos federalistas y anarquistas de la Internacional mediante la expulsión de Bakunin y Guillaume y el traslado del Consejo General a Nueva York, estas acciones ayudaron a solidificar el apoyo a una Internacional reconstituida que abrazó los principios federalistas y rechazó el poder centralizado.

La mayoría de las secciones y federaciones de la Internacional no apoyaron las resoluciones del Congreso de La Haya. Apenas una semana después del Congreso de La Haya, varios de ellos realizaron su propio congreso en St. Imier, Suiza, donde reconstituyeron la Internacional independiente de la organización fantasma ahora controlada por Marx y Engels a través del Consejo General.

Los opositores a la Internacional controlada por los marxistas estaban unidos en su oposición a la concentración del poder en el Consejo General, sin importar si el Consejo se encontraba en Londres o Nueva York. También compartían un compromiso con las formas de organización federalistas democráticas directas. Algunos se opusieron completamente a la formación de partidos políticos de la clase obrera para alcanzar el poder estatal, mientras que otros se opusieron a hacer de eso una política obligatoria, independientemente de las opiniones de los miembros y las circunstancias locales. El ala antiautoritaria reconstituida de la Internacional iba a tener elementos anarquistas, sindicalistas y, durante un tiempo, reformistas.

Desarrollo


El Congreso de St. Imier comenzó el 15 de septiembre de 1872, solo ocho días después del Congreso de La Haya. 

Asistieron delegados de España, Francia, Italia y Suiza, entre ellos Guillaume y Adhémar Schwitzguébel de Suiza; Carlo Cafiero, Errico Malatesta, Giuseppi Fanelli y Andrea Costa de Italia; Rafael Farga-Pellicer y Tomás González Morago de España; y los refugiados franceses, Charles Alerini, Gustave Lefrançais y Jean-Louis Pindy. Bakunin, aunque vivía en Suiza, asistió como delegado italiano.

Conjuntamente al congreso “Internacional”, se llevó a cabo un congreso “Regional” de la Swiss Jura Federation, con muchos de los mismos delegados, además de miembros de la Sección Eslava, como Zamfir Arbore (que pasó a llamarse Zemphiry Ralli) y otros delegados de habla francesa, incluido Charles Beslay, un viejo amigo de Proudhon que se exilió en Suiza tras la brutal supresión de la Comuna de París en 1871.

Prácticamente todos los participantes fueron anarquistas o socialistas revolucionarios federalistas, y muchos de ellos jugaron papeles importantes en el desarrollo de los movimientos socialistas revolucionarios y anarquistas en Europa.

Los delegados reunidos adoptaron una estructura federalista para una Internacional Reconstituida (o la “Internacional Antiautoritaria”), con la plena autonomía para las secciones, declarando que “nadie tiene derecho a privar a las federaciones y secciones autónomas de su derecho incontrovertible a decidir por sí mismos y seguir la línea de conducta política que estimen mejor”. Para ellos, “las aspiraciones del proletariado no pueden tener otro fin que el establecimiento de una organización y federación económica absolutamente libre, fundada sobre el trabajo y la igualdad de todos y absolutamente independiente de todo gobierno político”. En consecuencia, dando la vuelta a la resolución del Congreso de La Haya sobre la formación de partidos políticos con el fin de alcanzar el poder político, proclamaron que “la destrucción de todo poder político es el primer deber del proletariado”.

Anarcosindicalismo


Respecto a la resistencia organizada al capitalismo, los delegados al Congreso de St. Imier afirmaron su posición de que la organización del trabajo, a través de sindicatos y otras formas de organización de la clase obrera, “integra al proletariado en una comunidad de intereses, viviendo y entrenandolo en la lucha de clases, y lo prepara para la Lucha Suprema”, mediante la cual “el privilegio y la autoridad” mantenidos y representados por el Estado serán reemplazados por “la Organización Libre y espontánea del trabajo”.

Si bien los internacionalistas antiautoritarios no se hicieron ilusiones con respecto a la eficacia de las huelgas para mejorar la condición de los trabajadores, consideraron “la huelga como un arma preciosa en la lucha”. Abrazaron las huelgas “como producto del antagonismo entre el trabajo y el capital, cuya consecuencia necesaria es hacer que los trabajadores sean cada vez más conscientes del abismo que existe entre la burguesía y el proletariado”, fortaleciendo sus organizaciones y preparándolas “para la gran y definitiva contienda revolucionaria que, destruyendo todo privilegio y toda diferencia de clases, otorgará al trabajador el derecho al disfrute del producto bruto de su trabajo”.

Aquí tenemos el programa posterior del anarcosindicalismo: la organización de los trabajadores en sindicatos y organismos similares, basados ​​en la lucha de clases, a través de los cuales los trabajadores tomarán conciencia de su poder de clase, lo que en última instancia resultará en la destrucción del capitalismo y el estado, que serán reemplazados por la Federación libre de los trabajadores basada en las organizaciones que ellos mismos crearon durante su lucha por la liberación.

Resoluciones Controrvertidas

 
Las resoluciones del Congreso de St. Imier recibieron declaraciones de apoyo de las federaciones italiana, española, jura, belga y algunas de las federaciones estadounidenses de habla inglesa de la Internacional, y la mayoría de las secciones francesas también las aprobaron. En Holanda, tres de las cuatro ramas holandesas se pusieron del lado de la Federación Jura y el Congreso de St. Imier. La Federación Inglesa, resentida por los intentos de Marx de mantenerla bajo su control, rechazó “las decisiones del Congreso de La Haya y el llamado Consejo General de Nueva York”. Si bien un viejo miembro inglés de la Internacional, John Hales, no apoyó la revolución, informó a la Federación Jura que estaba de acuerdo con ellos en “el principio del federalismo”. En un congreso de la Federación Belga en diciembre de 1872, los delegados también repudiaron el Congreso de La Haya y el Consejo General, apoyando en cambio a los “defensores de las ideas revolucionarias puras, anarquistas, enemigos de toda centralización autoritaria e indómitos partidarios de la autonomía”.

Sin embargo, hubo tensión en las resoluciones adoptadas en el Congreso de St. Imier. Por un lado, una resolución afirmó el “derecho incontrovertible” de las federaciones y secciones autónomas de la Internacional “a decidir por sí mismas y seguir la línea de conducta política que estimen mejor”. Por otro lado, otra resolución afirmó que “la destrucción de todo poder político es el primer deber del proletariado”.

La resolución sobre la autonomía de las federaciones y secciones en todos los asuntos, incluida la acción política, pretendía mantener a la Internacional como una federación pluralista donde cada grupo miembro era libre de seguir su propio enfoque político, de modo que tanto los defensores de la participación en la actividad electoral y los defensores del cambio revolucionario podrían coexistir.

Sin embargo, el llamado a la destrucción de todo poder político expresó una posición anarquista. Las dos resoluciones sólo podrían conciliarse si la destrucción del poder político no fuera necesariamente el “primer deber del proletariado”, sino que también pudiera ser considerada como una meta más lejana a alcanzar gradualmente, junto con “la organización libre y espontánea del trabajo”.

Repercusiones Internas


La tensión entre estas dos resoluciones siguió existiendo dentro de la Internacional reconstituida durante varios años. James Guillaume apoyó el pluralismo político dentro de la Internacional y trató de convencer a algunas de las secciones y federaciones que habían seguido a Marx, como los socialdemócratas en Alemania, para que se reincorporaran a la Internacional antiautoritaria y mantuvieran a los internacionalistas ingleses, que habían rechazado el enfoque centralista de Marx, como Hales, dentro de la Internacional reconstituida.

Aunque los socialdemócratas alemanes nunca se unieron oficialmente a la Internacional reconstituida, dos delegados alemanes asistieron al Congreso de Bruselas de 1874. Los delegados ingleses asistieron tanto al Congreso de Ginebra de septiembre de 1873 como al Congreso de Bruselas de septiembre de 1874, donde hubo un importante debate sobre la estrategia política, incluido si había algún papel positivo para el estado.
 

El Congreso de Ginebra 1873

 
El Congreso de Ginebra de septiembre de 1873 fue el primer congreso pleno de la Internacional Reconstituida

Asistieron delegados de Inglaterra, Francia, España, Italia, Holanda, Bélgica y Suiza. Los delegados ingleses, John Hales y Johann Georg Eccarius (antiguo lugarteniente de Marx), habían sido miembros de la Internacional original. Estaban interesados ​​en revivir la Internacional como una asociación de organizaciones de trabajadores, y en repudiar el Consejo General y la Internacional controlados por los marxistas que habían sido trasladados por Marx y Engels a Nueva York. No se habían convertido en anarquistas, como dejó claro Hales al declarar que el anarquismo es “equivalente al individualismo… la base de la forma existente de sociedad, la forma que deseamos derrocar”. En consecuencia, desde su perspectiva, el anarquismo era “incompatible con el colectivismo” (un término que en ese momento era sinónimo de socialismo).

El delegado español, José García Viñas, respondió que la anarquía no significaba desorden, como pretendía la burguesía, sino la negación de la autoridad política y la organización de un nuevo orden económico. 

Paul Brousse, un refugiado francés que se había unido recientemente a la Federación Jura en Suiza, estuvo de acuerdo, argumentando que la anarquía significaba la abolición del régimen gubernamental y su sustitución por una organización económica colectivista basada en contratos entre las comunas, los trabajadores y las organizaciones colectivas de los trabajadores, posición que puede ser se remonta a Proudhon.

La mayoría de los delegados al Congreso eran federalistas antiautoritarios, y la mayoría de ellos tenían una orientación claramente anarquista, incluidos “Farga-Pellicer de España, Pindy y Brousse de Francia, Costa de Italia y Guillaume y Schwitzguebel de Suiza”. También dentro del campo anarquista estaban García Viñas de España, cercano a Brousse, Charles Alerini, un refugiado francés ahora radicado en Barcelona asociado con Bakunin, Nicholas Zhukovsky, el expatriado ruso que permaneció cercano a Bakunin, François Dumartheray (1842-1931), otro refugiado francés que se había unido a la Federación del Jura, Jules Montels (1843-1916), ex delegado provincial de la Comuna y responsable de distribuir propaganda en Francia en nombre del grupo en el exilio, la Sección de Propaganda y Acción Socialista Revolucionaria, y dos de los delegados belgas, Laurent Verrycken y Victor Dave.

El Consejo Federal estadounidense envió un informe al Congreso, en el que indicó su apoyo a la Internacional Antiautoritaria. Los estadounidenses estaban a favor de la libertad de iniciativa de los miembros, secciones, ramas y federaciones de la Internacional, y estaban de acuerdo con limitar cualquier consejo general a funciones puramente administrativas. Sintieron que debería depender de cada grupo determinar sus propias tácticas y estrategias para la transformación revolucionaria. Concluyeron su discurso con “¡Viva la revolución social! Viva la Internacional”.

Resoluciones


En el Congreso de Ginebra de 1873, finalmente se acordó adoptar una forma de organización basada en la seguida por la Federación Jura, con una oficina federal que se establecería que “se ocuparía únicamente de recopilar estadísticas y mantener la correspondencia internacional”. Como una salvaguardia adicional contra la llegada de la oficina federal a ejercer autoridad sobre las diversas secciones y ramas, debía “ser trasladada cada año al país donde se llevaría a cabo el próximo Congreso Internacional”.

Los delegados continuaron con la práctica de votar de acuerdo con los mandatos que les habían sido dados por sus respectivas federaciones. Debido a que la Internacional era ahora una federación de grupos autónomos, a cada federación nacional se le otorgó un voto y los estatutos se modificaron para establecer explícitamente que las cuestiones de principio no podían decidirse por votación. Dependía de cada federación determinar sus propias políticas e implementar aquellas decisiones del congreso que aceptara.

Eccarius también asistió al próximo Congreso en Bruselas en septiembre de 1874 como delegado inglés. Él y los dos delegados alemanes se mantuvieron a favor de un Estado Obrero y la participación en la política convencional, como las elecciones parlamentarias.

Sobre los Servicios Públicos


El debate más significativo del Congreso de Bruselas fue el de los servicios públicos. César De Paepe, en nombre de los belgas, argumentó que si los servicios públicos fueran entregados a las asociaciones de trabajadores, o “empresas”, el pueblo simplemente “tendría el sombrío placer de sustituir una aristocracia burguesa por una aristocracia obrera” ya que la empresas de trabajadores, “disfrutando de un monopolio natural o artificial… dominarían toda la economía”. Tampoco todos los servicios públicos podrían ser asumidos por las comunas locales, ya que “los más importantes de ellos”, como los ferrocarriles, las carreteras, la gestión de ríos y aguas y las comunicaciones, “están por su propia naturaleza destinados a operar en un territorio mayor que el de la Comuna.” Dichos servicios públicos intercomunales tendrían, por tanto, que estar a cargo de delegados designados por los municipios federados. De Paepe afirmó que la “Federación regional o nacional de comunas” constituiría un “Estado no autoritario… encargado de educar a los jóvenes y centralizar las grandes empresas conjuntas”.

Sin embargo, De Paepe llevó su argumento un paso más allá, sugiriendo que “la reconstitución de la sociedad sobre la base del grupo industrial, la organización del Estado desde abajo hacia arriba, en vez de ser el punto de partida y la señal de la revolución, podría no ser el punto de partida y la señal de la revolución demostrando ser su resultado más o menos remoto... Nos vemos llevados a preguntarnos si, antes de que la agrupación de los trabajadores por industria esté lo suficientemente avanzada, las circunstancias no pueden obligar al proletariado de las grandes ciudades a establecer una dictadura colectiva sobre el resto de la población. , y esto por un período lo suficientemente largo como para barrer cualquier obstáculo que pueda haber para la emancipación de la clase obrera. De suceder esto, parece obvio que una de las primeras cosas que tendría que hacer una dictadura colectiva de este tipo sería apoderarse de todos los servicios públicos”.

Varios delegados se opusieron a la posición de De Paepe, incluido al menos uno de los belgas, Laurent Verrycken. Se pronunció en contra de cualquier estado obrero, argumentando que los servicios públicos deberían ser organizados por “la Comuna libre y la Federación libre de comunas”, con la ejecución de los servicios a cargo de los trabajadores que los prestaron bajo la supervisión de la asociación general de trabajadores dentro de la Comuna, y por las Comunas en una federación regional de Comunas. Farga Pellicer (“Gómez”), en representación de la Federación Española, dijo que “durante mucho tiempo se habían pronunciado en general a favor de la anarquía, de modo que se opondrían a cualquier reorganización de los servicios públicos que condujera a la reconstitución del Estado." Para él, una “federación de comunas” no debería ser referida como un “estado”, porque esta última palabra representaba “la idea política, autoritaria y gubernamental”, como revelaron los comentarios de De Paepe sobre la necesidad de una “dictadura colectiva”.

El oponente más vocal de la propuesta de De Paepe fue Schwitzguébel de la Federación Jura. Sostuvo que la revolución social sería realizada por los propios trabajadores “asumiendo el control directo de los instrumentos de trabajo”; así, “desde los primeros actos de la Revolución, la afirmación práctica del principio de autonomía y federación… se convierte en la base de toda combinación social”, siendo “todas las instituciones del Estado”, el medio por el cual “la burguesía sustenta sus privilegios, hundiéndose en la “tormenta revolucionaria”. Siendo “los diversos cuerpos gremiales” “dueños de la situación”, habiéndose “agrupado libremente para la acción revolucionaria, los trabajadores se apegarán a esa libre asociación en lo que se refiere a la organización de la producción, el intercambio, el comercio, la formación y la educación, la salud, la y seguridad."
 
Sobre el tema de la acción política, los delegados belgas al Congreso de Bruselas continuaron abogando por trabajar fuera del sistema político existente, aunque en parte porque aún no tenían sufragio universal en Bélgica. Sin embargo, afirmaron que no esperaban nada del sufragio ni del parlamento, y que continuarían organizando a los trabajadores en los organismos y federaciones de oficios a través de los cuales la clase obrera llevaría a cabo la revolución social, revelando que, como grupo, la Federación belga aún no compartía las dudas de De Paepe de que la libre federación de los productores no sería el medio, sino sólo el resultado de una revolución.

El delegado francés indicó que los internacionalistas franceses se mantuvieron antipolíticos, buscando unir a los trabajadores “a través de una propaganda incesante”, no para conquistar el poder, sino “para lograr la negación de todo gobierno político”, organizándose para “la verdadera revolución social”.

Resoluciones


El Congreso finalmente declaró que correspondía a cada federación y a cada partido socialista democrático determinar por sí mismos qué tipo de enfoque político debían seguir. Sin embargo, es justo decir que a partir de septiembre de 1874, la mayoría de la Internacional antiautoritaria siguió adoptando una posición anarquista o sindicalista revolucionaria. Al finalizar el Congreso de Bruselas de 1874, los delegados emitieron un manifiesto en el que ratificaron su compromiso con el colectivismo, la autonomía obrera, el federalismo y la revolución social; en una palabra, nada menos que el objetivo original de la propia Internacional: “la emancipación de los trabajadores por los trabajadores mismos”.

En el momento del Congreso de Berna de octubre de 1876, los ingleses habían dejado de participar en la Internacional antiautoritaria. El debate sobre el estado de “servicio público” continuó, con De Paepe ahora defendiendo abiertamente que los trabajadores “tomen y usen los poderes del Estado” para crear una sociedad socialista. La mayoría de los delegados rechazaron la posición de De Paepe, incluidos Guillaume y Malatesta.

Malatesta abogó por “la completa abolición del Estado en todas sus posibles manifestaciones”. Mientras que a Guillaume y a algunos de los otros antiautoritarios veteranos les gustaba evitar la etiqueta de "anarquista", Malatesta declaró que "la anarquía, la lucha contra toda autoridad... siempre sigue siendo la bandera alrededor de la cual se reúne toda la Italia revolucionaria". Tanto Malatesta como Guillaume dejaron claro que, al rechazar el Estado, incluso en un papel “transitorio”, no abogaban por la abolición de los servicios públicos, como insinuaba De Paepe, sino por su reorganización por parte de los propios trabajadores.

El Congreso de Vervies 1877


En septiembre de 1877, la Internacional antiautoritaria celebró un congreso en Verviers, Bélgica, que sería el último. Guillaume y Peter Kropotkin, ahora miembro de la Federación Jura, asistieron desde Suiza. También asistieron los refugiados franceses, Paul Brousse y Jules Montels. Además, estaban García Viñas y Morago de España. Otto Rinke y Emil Werner, ambos anarquistas, “representaron secciones tanto en Suiza como en Alemania, mientras que hubo una fuerte delegación de la región de Verviers, el último bastión del anarquismo en Bélgica”. Costa representó a los socialistas griegos y egipcios que no pudieron asistir, así como a la Federación Italiana.

De Paepe no asistió al Congreso, ya que se preparaba para su acercamiento a la socialdemocracia y la política parlamentaria en el Congreso Socialista Mundial que estaba a punto de comenzar en Gante. Anticipándose al Congreso de Gante, los delegados al Congreso de Verviers aprobaron varias resoluciones que enfatizaban las bases limitadas para la cooperación entre la ahora internacional antiautoritaria de orientación predominantemente anarquista y los socialdemócratas. Para los delegados de Verviers, la propiedad colectiva, que definieron como “la toma de posesión del capital social por los grupos de trabajadores” más que por el Estado, era una necesidad inmediata, no un “ideal lejano”.

Sobre el tema de la acción política, los delegados indicaron que el antagonismo de clase no puede ser resuelto por el gobierno o algún otro poder político, sino solo “por los esfuerzos unificados de todos los explotados contra sus explotadores”. Prometieron combatir a todos los partidos políticos, independientemente de “si se llaman a sí mismos socialistas o no”, porque no consideraban que la actividad electoral condujera a la abolición del capitalismo y el estado. Si bien la mayoría de los delegados, por lo tanto, apoyaron el socialismo antiparlamentario, ninguna de las políticas respaldadas en los congresos de la Internacional reconstituida fue vinculante para los grupos miembros de la Internacional, quienes permanecieron libres para adoptarlas o rechazarlas.

Con respecto a la organización sindical, los delegados confirmaron su opinión de que los sindicatos que limitan sus demandas a mejorar las condiciones de trabajo, reducir la jornada laboral y aumentar los salarios, “nunca lograrán la emancipación del proletariado”. Los sindicatos, para ser revolucionarios, deben adoptar, “como objetivo principal, la abolición del sistema asalariado” y “la toma de posesión de los instrumentos de trabajo expropiándolos” de los capitalistas.

Como era de esperar, a pesar de las esperanzas de Guillaume de reconciliación entre las alas socialdemócrata y anarquista revolucionaria del movimiento socialista, tal reconciliación no se alcanzó en el Congreso de Gante, ni en ningún congreso socialista internacional posterior, y la llamada "Segunda Internacional" finalmente prohibió a los anarquistas la membresía por completo en su congreso internacional de 1896 en Londres.

A pesar de la posición formal adoptada en el Congreso de St. Imier sobre la libertad de cada grupo miembro de la Internacional reconstituida para determinar su propio camino político, reafirmada en el Congreso de Ginebra de 1873, porque la mayoría de los delegados a los congresos de la Internacional antiautoritaria, y sus miembros más activos, fueran anarquistas o socialistas revolucionarios opuestos a la participación en la política electoral, no era de extrañar que eventualmente los partidarios de la actividad parlamentaria encontraran otros foros en los que participar, en lugar de seguir debatiendo el tema con personas que no estaban comprometidos con una estrategia electoral.

Sólo una minoría de los grupos miembros de la Internacional reconstituida apoyó alguna vez o llegó a apoyar una estrategia orientada a alcanzar el poder político: los delegados ingleses, algunos de los delegados alemanes que no representaban oficialmente a ningún grupo, y luego un grupo de belgas, con la Federación belga está dividida sobre el tema. Aparte del debate sobre el “Estado de servicio público”, que nuevamente apoyó solo una minoría de delegados, la mayoría de las discusiones en los congresos de la Internacional reconstituida se centraron en tácticas y estrategias para abolir el Estado y el capitalismo a través de diversas formas de acción directa, a fin de lograr “la organización libre y espontánea del trabajo” que el Congreso de St. Imier había reafirmado como el fin último de la Internacional.

Por ejemplo, hubo debates en curso dentro de la Internacional reconstituida sobre el papel y la eficacia de las huelgas y el uso de la huelga general como un medio para derrocar el orden existente. Cualquier tipo de actividad huelguística tenía el potencial de dañar las perspectivas electorales de los partidos políticos socialistas, un problema que había surgido en la Swiss Romande Federation antes de la escisión de la Internacional original. Una vez que el enfoque se convierte en tratar de elegir tantos candidatos socialistas o de trabajadores como sea posible para cargos políticos con el fin de formar un gobierno, los sindicatos y otras organizaciones de trabajadores se ven presionados a adaptar sus tácticas para mejorar las perspectivas de los partidos políticos. 'éxito electoral. Tanto los intereses inmediatos como los de largo plazo de los trabajadores quedan subordinados a los intereses de los partidos políticos.

Después de que se establecieran los partidos socialistas en Europa occidental en la década de 1880 y los trabajadores comenzaran a ver cómo sus intereses eran desatendidos, hubo un resurgimiento de la actividad sindical revolucionaria autónoma, lo que condujo a la creación de movimientos sindicalistas revolucionarios en la década de 1890. Algunas de las organizaciones sindicalistas, como la Confédération Générale du Travail (CGT) francesa, adoptaron una postura “apolítica”, similar a la postura oficial de la Internacional reconstituida. La CGT era independiente de los partidos políticos, pero los miembros tenían libertad para apoyar a los partidos políticos y participar en actividades electorales, pero no en nombre de la CGT. La independencia de los partidos políticos fue un principio esencial de la CGT original, para que pudiera continuar su estrategia de organización sindical revolucionaria y acción directa sin obstáculos por las demandas e intereses de los partidos políticos.

No es justo responsabilizar a los anarquistas y socialistas revolucionarios antiparlamentarios de la Internacional reconstituida por la salida de los grupos que habían decidido concentrarse en la actividad electoral. La mayoría de los internacionalistas belgas habrían cambiado su estrategia de apoyar una federación internacional de organizaciones autónomas de trabajadores a apoyar al partido socialista belga, independientemente de la negativa de los miembros anarquistas y socialistas revolucionarios de la Internacional reconstituida a estar de acuerdo con tal enfoque.

La mayoría de los que optaron por permanecer activos en la Internacional reconstituida sobre la base de las resoluciones adoptadas en el Congreso de St. Imier creían sobre todo que la Internacional no solo debería permanecer independiente de los partidos políticos socialistas, sino que la Internacional debería continuar persiguiendo su objetivo de lograr “la organización libre y espontánea del trabajo” a través de las propias organizaciones autónomas de los trabajadores, libres de injerencia y control políticos. Para aquellos que optaron por unirse a los partidos políticos, en realidad no había muchas razones para que siguieran involucrados en tal organización, a pesar de que no había un impedimento formal para que siguieran siendo miembros y participen. Simplemente era hora de que se separaran.

Robert Graham
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Para saber más

sábado, 6 de febrero de 2021

Anarcosindicato ruso KRAS-AIT sobre las últimas protestas de Navalny

Las compañeras rusas se encuentran en una situación similar a la que se encontraron los compañeros, Venezuela 2016, Cataluña en 2017, Nicaragua 2018, Bielorrusia en 2020, o en USA 2021. Son atrapadas en el fuego cruzado entre dos facciones reaccionarias de magnates en luchan por el poder usando como munición tanto fuerzas represivas, como armadas como civiles. Carne de cañón. Facciones netamente fascistas cuyo único objetivo es inclinar la correlación de fuerzas para alcanzar el poder. El poder que otorga extraer riqueza de la explotación del pueblo que se domina por la fuerza. La oligarquía nacional personificada en Putin o la oligarquía internacional representada por Navalny. Neoliberal vs neoliberal. Es posible que si se agrava la situación en Rusia tengan que acabar luchando por un bando les guste o no, como ya tuvimos que hacerlos en tantos lugares.

Desde la tarcoteca seguiremos luchando por nosotras mismas aunque estemos solas! Si no queremos ser las marionetas de terceros debemos ceñirnos a nuestra agenda o nos convertiremos en la munición, víctimas, que emplearán las facciones deshumanizadas cuyo único objetivo común y declarados es doblegarnos. 

Si algo tiene el fascismo es que su fuerza reside en separar la masa en grupos aislados para dominarlos sin que puedan presentar defensa. La organización capaz de recomponer el rompecabezas y darle una dirección será la que saque ventaja en la liza. Nuestra agenda es la del antifascismo, internacionalismo, feminismo, antiespecismo, ecologismo, acracia, apoyo mutuo y la acción directa. Nuestra lucha la lucha por la emancipación y la liberación de la explotación. Nosotras podemos ser la clave que puede abrir la puerta de las grandes mayorías sociales conscientes a la acción revolucionaria. Quieren hacernos creer que estamos solas, quieren que seamos su barricada de carne, hueso y sangre. Pero lo único que consiguen es acercarnos con el resto a las barricadas que les frenarán.

Salud! PHkl/tctca
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Nosotras, anarquistas y anarcosindicalistas, consideramos que es completamente inaceptable para nosotras participar en espectáculos políticos organizados por partidarios del populista de derecha Navalny, que es tristemente "famoso" por sus declaraciones abiertamente nacionalista, antiinmigrante, anti-caucásica y antisemitas. Marchar en las filas de las manifestaciones que convocaron significaría - independientemente de las excusas o "explicaciones" - convertirse en la espalda de una de las bandas políticas que libran una pelea sucia y sin principios por el poder.

Nosotras, como anarquistas, creemos que tanto el régimen autoritario actual en el Kremlin, que se convirtió en el sucesor de la camarilla neoliberal de Yeltsin, como el grupo opositor liderado por Navalny, que ahora busca tomar el liderazgo de toda la masa de descontentos, son solo los portavoces de los intereses de los verdaderos gobernantes del país - la oligarquía dominante y su "Talón de Hierro". Apoyar cualquiera de estos campos contradice completamente nuestras convicciones anarquistas y nuestro objetivo social revolucionario. La participación en la lucha por el poder entre varios partidos, coaliciones y camarillas, la transferencia de un descontento social más que justificado de la gente al canal podrido de la politiquería solo distrae a la clase trabajadora de la lucha por sus verdaderos intereses sociales, del despertar de la conciencia de clase obrera y, en última instancia, del despertar social y personal.

Nosotros, los anarquistas, defendemos la liberación inmediata e incondicional de todos los presos anarquistas, radicales de izquierda y prisioneros sociales que languidecen hoy en las mazmorras de la oligarquía. Pero estamos convencidos de que tal resultado debe lograrse por nuestra cuenta, sin convertirnos en auténticos sirvientes voluntarios o involuntarios de ciertos competidores por el poder político cuyo objetivo es continuar la misma política antisocial y neoliberal en interés del Capital. No podemos luchar codo a codo con aquellos que no impidieron la privatización total y la destrucción de la atención médica y la educación asequibles, que no se opusieron a la inhumana reforma de las pensiones, que el año pasado apoyaron la introducción de un sistema terrorista de vigilancia universal y arresto domiciliario con el pretexto de “combatir la epidemia”. No hay "mal menor" para nosotros, y no nos aliaremos con el enemigo, incluso cuando él es el enemigo de nuestro enemigo.

No a lucha política, ¡por la Resistencia Social!

Kras. Sección rusa de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT)

sábado, 10 de octubre de 2020

Llamamiento de la CGT a la Huelga General en Madrid a finales de Oct-2020

Fuente - CGT anuncia una Huelga General en Madrid para finales de octubre de 2020 - CGT 2.10.2020

La organización anarcosindicalista realiza un llamamiento a todos los colectivos y sindicatos alternativos para que se unan a dicha convocatoria, haciéndoles partícipes, para crear un frente amplio que recoja todas las reivindicaciones comunes.

La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado, a través de un comunicado, que ha acordado la convocatoria de una Huelga General en el ámbito de la Comunidad de Madrid, previsiblemente para finales del mes de octubre.

La CGT considera que los motivos que justifican esta huelga están sobradamente justificados. Entre ellos destacan el colapso del sistema sanitario, donde las diferentes administraciones han dado preferencia a factores económicos por encima de la vida de las personas, especialmente de aquellas más desfavorecidas. En este sentido, CGT señala que a pesar de esta segunda ola de Covid-19, la sanidad pública se sigue privatizando a costa de gente que se juega la vida por proteger la de la ciudadanía sin ningún tipo de respaldo político.

Por otro lado, CGT denuncia la existencia de una doble realidad en cuanto a los centros educativos, donde quienes pueden permitirse un centro privado cuentan a su vez con personal médico y medios que garanticen una adecuada enseñanza, mientras que otras muchas personas dependen de la gestión que se realice en los centros públicos, que además desconocen si podrán continuar recibiendo clases en los próximos meses debido a la evolución de la pandemia. CGT indica que, al igual que ha ocurrido con la sanidad, en la enseñanza también ha primado el factor económico por encima de las necesidades legítimas de las personas. Es por ello que en estos centros públicos, colapsados, faltan profesores y profesoras, personal médico y medios en general para que el alumnado pueda asistir a los mismos en unas condiciones mínimas de seguridad.

También, desde la CGT, indican la importancia de unos transportes públicos y de calidad en toda esta crisis del Covid-19. La gestión de los mismos deja mucho que desear y la falta de medios en los mismos ha incidido directamente en la propagación del coronavirus gracias a metros y autobuses saturados donde la distancia de seguridad entre personas usuarias es imposible.

A todo ello, desde CGT rechazan las políticas anticovid de la Comunidad de Madrid que se han puesto en marcha en los últimos días. Estas medidas, más que intentar contener la propagación del Covid-19 lo que pretenden es contener a la gente pobre en sus lugares de residencia y que solo se “muevan” para ir a trabajar, aunque lo tengan que hacer sin que su seguridad e integridad física estén garantizadas. Desde CGT han anunciado que no tolerarán ninguna norma que señale a los barrios obreros y a sus gentes, criminalizando a quienes viven en ellos, que son a su vez las personas más vulnerables y con menos recursos de la sociedad.

CGT realiza un llamamiento a toda la sociedad, a los sindicatos alternativos y a los colectivos u organizaciones sociales a unirse y a participar en esta convocatoria de Huelga General en defensa de un modelo social diferente, que no deje realmente a nadie atrás, que respete el medio ambiente y la igualdad efectiva entre personas, que respete las libertades y que garantice unos servicios públicos de calidad, gratuitos y universales.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

CNT-AIT Convoca una Huelga General Indefinida en la Enseñanza Madrileña No Universitaria. De 9 sep 2020 hasta la Victoria!

Fuente - CNT-AIT convoca una huelga en la enseñanza madrileña no universitaria - Tercera Información -Tercera Información 9.9.2020


  • Aunque es la CNT quien convoca, la iniciativa parte de asambleas de trabajadores.
  • A la huelga está llamado tanto el personal docente como el no docente, incluidos las personas que trabajan en centros concertados o en escuelas infantiles de gestión indirecta.
  • La huelga está convocada desde mañana hasta el día 30 de septiembre. La CNT avisa de que si para entonces la situación no ha mejorado su intención prolongarla.
La CNT-AIT ha convocado una huelga en la enseñanza madrileña no universitaria desde mañana hasta el 30 de septiembre para reivindicar una vuelta segura a las aulas. «En cuatro meses no se ha planificado adecuadamente el inicio de curso y se nos pide a los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza y al alumnado vulnerable de la Comunidad de Madrid que vayamos a los centros jugándonos la salud», se queja el sindicato.
A la huelga está llamado tanto el personal docente como el no docente, incluidos las personas que trabajan en centros concertados o en escuelas infantiles de gestión indirecta.
Aunque es la CNT quien convoca, la iniciativa parte de asambleas de trabajadores. «Como organización sindical hemos dado los pasos a nuestro alcance para dar forma a la voluntad de las asambleas», explica el sindicato.
Precisamente desde estas asambleas de trabajadores se han elaborada la tabla reivindicativa que proponen frente a las medidas tomadas hasta ahora por el gobierno autonómico.
Entre las reivindicaciones de las asambleas, destacan la bajada de ratios (4-8 en el 1er ciclo de Infantil, 10 en 2º ciclode Infantil, 13 en Primaria, 15 en ESO, Bachillerato y FP), la aplicación de test PCR y de seroprevalencia a todos los trabajadores de los centroseducativos y al alumnado antes del inicio del curso, el aumento de plantilla, la contratación de personal de enfermería o posibilidad de los centros de modificar horarios. Con el fin de que todas estas medidas pueden implementarse, exigen que las clases presenciales no empiecen hasta el día 30.
Ese mismo día valorarán los convocantes si el gobierno regional ha satisfecho sus expectativas. De no ser así, la CNT ya ha anunciado que su intención es seguir con la huelga.
Los sindicatos CC OO, UGT,  CGT y STEM habían convocado previamente huelgas para los días 22 y 23, unos paros que la Asamblea de Docentes por la Huelga Indefinida considera insuficientes.
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CONVOCATORIA OFICIAL
Recogiendo las reivindicaciones y preocupaciones de las asambleas de docentes, en particular, y de la comunidad educativa, en general, CNT-AIT convoca huelga en la enseñanza madrileña no universitaria hasta que se las administraciones pongan en marcha unas garantías sanitarias que posibiliten una vuelta segura a los centros educativos.
¿Por qué se lleva a cabo esta huelga?
Porque en cuatro meses no se ha planificado adecuadamente el inicio de curso y se nos pide a los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza y al alumnado vulnerable de la Comunidad de Madrid que vayamos a los centros jugándonos la salud.
¿Qué piden los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza madrileña?
Cualquier trabajador o trabajadora quiere las máximas garantías para desempeñar su trabajo sin arriesgar su vida y somos quienes desempeñamos dicha labor quienes mejor sabemos qué medidas son adecuadas y cuáles son insuficientes o inaplicables/inútiles (como muchas de las acordadas estos días por el Ministerio y las Consejerías de las comunidades autónomas). Las medidas que proponemos no son un documento elaborado por CNT-AIT sino que es el trabajo llevado a cabo telemáticamente por asambleas de docentes. Suyo es el trabajo, por lo que tienen todo nuestro reconocimiento.
¿Cuándo comienza la huelga?
El día 10 de septiembre, pero por cuestiones burocráticas: no hemos realizado el preaviso de huelga antes porque otros sindicatos se habían comprometido a realizar dicha convocatoria, por lo que los plazos legales no nos permiten otra opción, pese a que queríamos convocar a quienes son obligadas a iniciar su labor profesional sin medidas adecuadas.
Recordamos que esta movilización está impulsada y es de los y las trabajadoras de la enseñanza y sus asambleas claramente se posicionan por no comenzar el curso hasta que no se tomen las medidas oportunas que garanticen una vuelta segura a las aulas. Nuestra postura es simplemente dar voz a las asambleas.
¿Cuándo termina la huelga?
Hemos convocado hasta el 30 de septiembre. Las asambleas han pedido huelga indefinida y si el 30 de septiembre la situación no ha mejorado es nuestra intención seguir con la huelga.
¿Es una huelga de CNT-AIT?
No, es una huelga de las trabajadoras y trabajadores de la enseñanza no universitaria que en asambleas se han visto obligados a convocar huelga para proteger su salud y la de su alumnado y familias ante la incapacidad de las autoridades políticas para tomar las riendas de la situación. Como organización sindical hemos dado los pasos a nuestro alcance para dar forma a la voluntad de las asambleas.
Durante el mes de agosto diversas organizaciones sindicales (CCOO, UGT, CGT y STEM) han impulsado asambleas y mostrado su predisposición a convocar paros por la situación explicada. Sus posturas han variado y suponemos que el sentido común les llevará a confluir en la huelga indefinida dadas las escasas medidas prometidas y las ridículas llevadas a cabo hasta ahora por la Consejería de Educación y Juventud. De hecho, es nuestro deseo que ya que anunciaron su presentación de preaviso de huelga, lo hagan efectivo para que las trabajadoras que tienen que estar en las aulas el día 4 de septiembre no se vean obligadas a ir a trabajar en condiciones que pudieran poner en riesgo su salud.
¿Quién puede hacer huelga?
Nuestra convocatoria va dirigida al personal docente y no docente de centros educativos no universitarios de la Comunidad de Madrid. Las asambleas de docentes están formadas por trabajadoras y trabajadores de la enseñanza pública pero la convocatoria da cobertura también a escuelas infantiles de gestión indirecta y a centros concertados ya que están financiados por la Comunidad de Madrid.
Aviso importante:
Hace casi diez años la comunidad educativa se movilizó contra los fuertes recortes en la educación pública protagonizados por el gobierno de Esperanza Aguirre. Cuando las riendas de las movilizaciones contra dichos recortes quedaron en manos de las asambleas de trabajadores de centros educativos con el único respaldo de organizaciones como el Sindicato de Enseñanza e Int. Social de CNT-AIT y el Sindicato de Enseñanza de CGT, otras organizaciones sociales y sindicales se lanzaron a un descarado boicot lanzando todo tipo de mentiras a través de sus medios: que nadie había convocado huelga, que sólo determinados sindicatos pueden convocar huelga, etc.
Esperamos que la situación no se repita y podamos ejercer nuestro derecho a la huelga e informar de ello sin trabas a todas las trabajadoras con el objetivo de defender nuestra salud. Esa es la voluntad de las asambleas.
La vuelta a los centros educativos promete ser un despropósito de dimensiones históricas. Trabajador, trabajadora: convoca asambleas (con las medidas de seguridad sanitaria adecuadas) en tu centro para defender una vuelta segura a las aulas.

sábado, 11 de julio de 2020

Cuarenta años de la muerte de García Oliver. El alma de Los Solidarios y Ministro de Justicia Popular

Fuente - Cuarenta años de la muerte de García Oliver. El alma de Los Solidarios y Ministro de Justicia Popular 11.7.2020

Este mes de julio del año 2020 se cumplen cuarenta años de la muerte de un hombre que fue historia viva de su tiempo, un revolucionario de acción y de palabra, pues manejaba perfectamente la oratoria. Murió solo, murió lejos de Reus, su pueblo natal; y yacen sus huesos en Guadalajara, México, país donde se exilió. Este artículo, además de repasar su vida política en una efeméride tan señalada, quiere dar a conocer la investigación histórica que ha propiciado localizar la tumba de Juan García Oliver, desconocida hasta el momento actual. En tierras mexicanas se encuentra uno de los corazones más apasionados de la memoria libertaria.



Juan García Oliver fue camarero de profesión desde los trece años en diversos restaurantes de Barcelona, tuvo una trayectoria vital intensa, trepidante y novelesca. Es una de las figuras más importantes del anarcosindicalismo español que encierra una de las rarezas más peculiares de la historia libertaria, y es que este militante anarquista catalán fue nombrado Ministro de Justicia el 4 de noviembre de 1936, en plena Guerra Civil española. Un revolucionario que tan solo había pisado los tribunales como acusado, y que había pasado doce años de su vida en prisión por sus acciones en el grupo Los Solidarios en los años 20, y posteriormente en la República española por practicar la táctica de la gimnasia revolucionaria.

Sus inicios revolucionarios y militancia en los años 20

Se politiza al calor de la Huelga Revolucionaria de 1917 en España, y particularmente en la Huelga de La Canadiense en Barcelona en 1919, donde encuentra un momento de gran agitación social e intensa lucha sindical. Se afilia a la Societat de Cambrers L’Aliança, adherida a la UGT, sumándose a la huelga de hostelería de ese mismo año. Todo esto le llevará a fundar junto a otros compañeros (como Durruti) el grupo Los Solidarios en el año 1922, una respuesta de militantes de la CNT contra la patronal y el gobierno, que están infringiendo numerosas pérdidas y asesinatos brutales en Barcelona contra sindicalistas. Esta violencia culminó con el asesinato del militante cenetista Salvador Seguí, conocido como el Noi del Sucre, en plena calle en el Raval barcelonés, por parte de pistoleros del carlista Sindicato Libre. Ese hecho conmocionó profundamente a toda la CNT, que llevó a que se reuniera un grupo clandestino en una islita junto a la riera del río Besós. Decidieron declarar la guerra total a los enemigos de la organización obrera. Se creó un Comité ante la posible desaparición de la CNT porque no se podía asegurar la propia vida de sus militantes, por lo que iniciarán planes de acción directa contra esta represión.

Placa en El Raval en homenaje al Noi del Sucre

El 4 de junio de 1923 se produce el asesinato del cardenal Juan Soldevila por parte del grupo Los Solidarios, en el que participó logísticamente García Oliver junto a otras grandes figuras del anarquismo como Ascaso. Estuvieron a punto de disolverse por la represión que sobrevino con la dictadura de Miguel Primo de Rivera. La fundación de la FAI en 1927 con una marcada línea anarquista, y el sindicalismo obrero de la CNT, dan un nuevo valor en la lucha en los años 30. Como curiosidad, es el propio García Oliver quien afirma que creó el diseño de la bandera rojinegra en diagonal para simbolizar la unión de estas dos tendencias ahora aliadas.


García Oliver representa perfectamente el ímpetu de los obreros barceloneses, y daba a menudo conferencias revolucionarias en prisión a otros compañeros. La estrategia de los cuadros de defensa de la CNT en los años 30 pretendía hacer frente a cualquier golpe militar de manera organizada. Los nuevos cuarteles militares en esa época en Barcelona se abrían en abanico tratando de controlar las barriadas periféricas de la ciudad. La disyuntiva estaba entre dejarles salir del cuartel o retenerles en los cuarteles en caso de levantamiento, pues nunca se les había presentado resistencia alguna. Finalmente, en la Barcelona de 1936, se decidió que el pueblo saliera armado al toque de sirenas de las fábricas, pero que no se convocase la huelga general para no alarmar ni frenar la normalidad de la producción. El objetivo era dejar salir a los militares de los cuarteles para que no se atrincherasen, y alejarles de los mismos, fueron atacados tal y como estaba previsto por las milicias obreras por sorpresa, y para dejarles la mínima capacidad de reacción. La CNT representaba entonces ese vanguardismo revolucionario, había sido un movimiento siempre ascendente desde sus orígenes, que ante el salto transformador que supone la Revolución Social de 1936, queda superada por el movimiento natural del que todo sistema vivo tiende a seguir adelante sin aplicarle un freno.
Ministro de Justicia y el peso de las contradicciones políticas

Nombrado Ministro de Justicia al calor de estos hechos revolucionarios en noviembre de 1936, implementó desde su ministerio la ‘justicia popular’. Tras la masacre de los sublevados en la plaza de toros de Badajoz, y la respuesta en Madrid con el incendio de la cárcel Modelo, creía que no había que llenar las cunetas como hacían los franquistas. Anula el 10 de noviembre de 1936 todas las fichas de antecedentes penales, quizá por un bombardeo en la sede del ministerio en la calle de San Bernardo de Madrid, o quizá incendiados adrede.



Nombra a Melchor Rodríguez como director de prisiones de la ciudad para frenar las sacas/paseos y bajar la ratio de presos. Los anarcosindicalistas acceden al Estado por protagonismo propio en la Revolución Social y haciendo frente a los sectores marxistas. Pretendía establecer una legalidad no procedente de lo estatal sino de lo popular. En sus 191 días como ministro destruyó la Dirección General de Registros y Notariado porque no había propiedad privada de las tierras. Aprendió la justicia en las prisiones, no en la Escuela de Derecho. Tras los sucesos de mayo de 1937 cae del gobierno de Largo Caballero, aun habiendo acudido a Barcelona a tratar de poner fin la represión. ¿Pragmatismo revolucionario o vértigo revolucionario? Fue un personaje abierto a ser tanto pistolero como ministro, las contradicciones se pagan pero sus acciones le hacen quedar plasmado en los libros de historia.

La amargura, la violencia, el ajuste de cuentas, son algunas de las características que se le han achacado a García Oliver. En el exilio tras la guerra él sigue convencido de ser el mejor y el más inteligente en la estrategia, no tiene ansias de poder pero sí una gran seguridad en sí mismo de que su planteamiento es el idóneo. Pretendía llevarlo a cabo en nombre de la Revolución Social y retirarse, quería ir a por el todo, expulsar al fascismo e imponerse en la calle. García Oliver cree en la audacia, no tanto en la vanguardia, pero en los años 30 promueve la organización de cuadros obreros preparados para la dureza y la violencia contra el fascismo, pero también frente al estalinismo. Es por ello que se le tilda de militarista y anarcobolchevique.

Colaborará posteriormente con Defensa Interior, órgano de resistencia antifranquista, fue uno de los financiadores de varios intentos de asesinato de Franco a lo largo de la Dictadura. Gran parte de su estancia en México se dedicó a ser viajante de ventas. Desapareció de la vida pública hasta los años 70, viviendo tan solo en el recuerdo, y de hecho en un viaje a París donde fue a visitar a su nieta, acude a la librería de la editorial Ruedo Ibérico, que publicaba libros contra el régimen y los introducían clandestinamente en el país. Se entrevista con José Martínez Guerricabeitia, encuentro que dará lugar a la publicación de las memorias de García Oliver, El Eco de los Pasos, como consecuencia de la relación epistolar entre el antiguo militante anarcosindical y el editor. Sale a la luz en el año 1977, aunque no deseaba publicarlo en España, porque muestra la cara fea del anarcosindicalismo, los trapos sucios de la CNT. Un testimonio del sueño de lucha social y revolucionario de García Oliver, narrado desde el ego y la grandilocuencia exagerada que le caracterizó toda la vida.
Una tumba sin nombre, y el eco de los pasos en la memoria

A veces la historia está repleta de casualidades en las que creemos encontrar el desciframiento de grandes acontecimientos como un puzzle de piezas que alguien ha puesto adrede. Esta concepción historicista del transcurso del tiempo ya está bastante superada, y bien sabemos que la historia tiene que ver más con un relato de nuestro presente, a costa del pasado que idealizamos. La pasión investigadora, y el compromiso con la memoria libertaria, y por lo tanto, con una parte de la autogestión de nuestro conocimiento, nos ha impulsado a rescatar a García Oliver, y situarlo ante el jurado popular de la crítica histórica.

En el país mexicano, concretamente en la ciudad de Guadalajara, murió completamente solo García Oliver el 11 de julio de 1980, a las 13:30h. del mediodía. Según el acta de defunción original, certificada por el doctor Alejandro Híjar Godínez, el viejo anarcosindicalista murió de infarto agudo de miocardio en su domicilio, calle Árbol 395, sector Juárez. Falleció a los 78 años de edad y habiendo estado casado con Pilar Álvarez Celada, quien vivía con su nieta en París. Fue sepultado en el Panteón Colonias, de Zapopan (Sección D, pasillo 4 lote 17), sin la presencia ni de testigos, ni de amistades. Durante decenas de años su tumba ha sido irreconocible, quedó olvidada y perdida en la lejanía de una tierra que le acogió silenciosamente, había sido un mito como militante revolucionario, y la historia le deparaba un grito mudo.

La tumba de García Oliver no lleva su nombre. Sin embargo, está enterrado en el mismo nicho que su hijo, Juan García Álvarez, muerto años antes el 19 de enero de 1964, y a quien él mismo le dedicó la esquela en la lápida. A la muerte de García Oliver, único titular del nicho, nadie pudo añadir su nombre a la tumba. En los dos últimos años el compromiso indagador de un joven catalán afincado en Guadalajara, el apoyo de la organización libertaria en esa ciudad, y la ilusión desde aquí en Madrid por rescatar su memoria, han encaminado este homenaje, este atronador eco de los pasos de Juan García Oliver.

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