Hoy en día, el control mental o lavado de cerebro académicamente hablando se entiende como persuasión coercitiva, sistemas psicológicos coercitivos o influencia coercitiva. La breve descripción a continuación proviene de la Dra. Margaret Singer, profesor emérita de psicología en la Universidad de Berkeley y experta en cultos y sectas, lavado de cerebro y persuasión coercitiva y control mental coercitivo. Nominada dos veces al Premio Nobel.
Una breve descripción
La coerción es definida por el American Heritage Dictionary como:
1. Forzar a actuar o pensar de cierta manera.
2. Dominar, restringir o controlar por la fuerza
3. Doblegar por la fuerza.
Los Sistemas Psicológicos Coercitivos son programas de cambio de comportamiento que utilizan la fuerza psicológica de forma coercitiva para provocar el aprendizaje y la adopción de una ideología o un conjunto designado de creencias, ideas, actitudes o comportamientos.
La estrategia esencial utilizada por los operadores de estos programas es seleccionar, secuenciar y coordinar sistemáticamente muchos tipos diferentes de influencia coercitiva, ansiedad y tácticas que producen estrés durante períodos continuos de tiempo. En tal programa, el sujeto se ve obligado a adaptarse en una serie de pequeños pasos "invisibles" [humbrales, hitos y metas].
Cada pequeño paso está diseñado a ser lo suficientemente pequeño para que los sujetos no noten los cambios en sí mismos o no identifiquen la naturaleza coercitiva de los procesos que se utilizan. Los sujetos de estas tácticas no se dan cuenta del propósito organizativo oculto del programa psicológico coercitivo hasta mucho más tarde, si es que lo hacen.
Estas tácticas generalmente se aplican en un entorno grupal por "amigos y aliados" bien intencionados pero que engañan a la víctima. Esto evita que la víctima levante las defensas del ego que normalmente mantenemos en situaciones adversas conocidas.
La influencia psicológica coercitiva de estos programas tiene como objetivo superar las habilidades de pensamiento crítico y el libre albedrío del individuo, además de cualquier apelación a un juicio informado.
Las víctimas pierden gradualmente su capacidad para tomar decisiones independientes y ejercer el consentimiento informado. Su pensamiento crítico, defensas psicológicas, procesos cognitivos, valores, ideas, actitudes, conducta y capacidad de razonar se ven socavados por un proceso tecnológico más que por la libre elección significativa, la racionalidad o el mérito o valor inherente de las ideas o proposiciones que se presentan. ¿Cómo trabajan?
Las tácticas utilizadas para crear una influencia psicológica y social indebida, a menudo por medio de la ansiedad y el estrés, se dividen en siete categorías principales.
TÁCTICA 1 - Suavizar
Aumentar la sugestionabilidad y "suavizar" al individuo a través de técnicas hipnóticas específicas u otras técnicas de sugestión [incremento gradual de estímulos desagradables] tales como: ejercicios de fijación auditivos, visuales, verbales o táctiles extensivos, repetición exacta y excesiva de actividades rutinarias, restricción del sueño y/o restricción nutricional.
TÁCTICA 2 - Control del entorno social
Establecer control sobre el entorno social de la persona, el tiempo y las fuentes de apoyo social mediante un sistema de recompensas y castigos a menudo excesivos. Se promueve el aislamiento social. Se reduce el contacto con familiares y amigos, así como el contacto con personas que no comparten las actitudes aprobadas por el grupo. Se fomenta la dependencia económica y de otros tipos del grupo.
TÁCTICA 3 - Control de la información grupal
Prohibir la información de disconformidad y las opiniones de oposición en la comunicación del grupo. Reglas sobre temas permitidos para discutir con personas externas. La comunicación está muy controlada. Por lo general, se construye un lenguaje "dentro del grupo".
TÁCTICA 4 - Reinterpretar
Hacer que la persona reevalúe los aspectos más centrales de su experiencia de sí mismo y su conducta anterior de forma negativa. Los esfuerzos están diseñados para desestabilizar y socavar la conciencia básica del sujeto, la conciencia de la realidad, la visión del mundo, el control emocional y los mecanismos de defensa. Se guía al sujeto a reinterpretar su historia de vida y adoptar una nueva versión de la causalidad.
TÁCTICA 5 - Confundir
Crear una sensación de impotencia al someter a la persona a acciones y situaciones intensas y frecuentes que socavan la confianza de la persona en sí misma y en su juicio.
TÁCTICA 6 - Incapacitar
Crear fuertes excitaciones emocionales aversivas en el sujeto mediante el uso de castigos no físicos como la humillación intensa, la pérdida de privilegios, el aislamiento social, los cambios de estatus social, la culpa intensa, la ansiedad, la manipulación y otras técnicas.
TÁCTICA 7 - Intimidar
Intimidar a la persona con la fuerza de amenazas psicológicas seculares sancionadas por el grupo. Por ejemplo, se puede sugerir o dar a entender que el hecho de no adoptar la actitud, la creencia o el comportamiento aprobado dará lugar a un castigo severo o a consecuencias terribles, como enfermedades físicas o mentales, la reaparición de una enfermedad física anterior, dependencia de las drogas, colapso económico, fracaso social, divorcio, desintegración, fracaso para encontrar pareja, etc.
Estas tácticas de fuerza psicológica se aplican en un grado tan severo que la capacidad del individuo para tomar decisiones informadas o libres se inhibe [pensando si serán aceptadas por el grupo]. Las víctimas se vuelven incapaces de tomar las decisiones habituales, meditadas o equilibradas que probablemente habrían tomado si no hubieran sido manipuladas sin saberlo por estos procesos técnicos coordinados.
El efecto acumulativo de estos procesos puede ser una forma de influencia indebida aún más eficaz que el dolor, la tortura, las drogas o el uso de la fuerza física y las amenazas físicas y jurídicas [más barato, más masivo y con menos consecuencias penales].
¿En qué se diferencia la persuasión psicológica coercitiva de otros tipos de influencia?
Los sistemas psicológicos coercitivos se distinguen del aprendizaje social benigno o la persuasión pacífica por las condiciones específicas en las que se llevan a cabo. Estas condiciones incluyen el tipo y número de tácticas psicológicas coercitivas usadas, la severidad de la manipulación ambiental e interpersonal y la cantidad de fuerza psicológica empleada en reprimir comportamientos no deseados particulares y entrenar en comportamientos deseados.
La fuerza coercitiva se visualiza tradicionalmente en términos físicos. De esta forma, es fácilmente definible, claro e inequívoco. Desafortunadamente, la 'fuerza psicológica coercitiva' no ha sido tan fácil de ver y definir. Las leyes se han adelantado a las ciencias físicas en el sentido de que ha permitido que la coerción no necesite involucrar la fuerza física. Han reconocido que un individuo puede ser amenazado y coaccionado psicológicamente por lo que percibe como peligroso, no necesariamente por lo peligroso que sean.
Las Leyes han reconocido que incluso la acción de amenaza no necesita ser física. Las amenazas de pérdidas económicas, el ostracismo social y el ridículo, entre otras cosas, están reconocidas por ley, en diversos contextos, como fuerzas psicológicas coercitivas [como lo son el Bulling y ciber-bulling].
¿Por qué los Sistemas Psicológicos Coercitivos son dañinos?
Los sistemas psicológicos coercitivos violan nuestros conceptos más fundamentales de los derechos humanos básicos. Violan los derechos de las personas garantizados por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos y afirmados por muchas declaraciones de principios en todo el mundo.
Al confundir, intimidar y silenciar a sus víctimas, quienes se benefician de estos sistemas evaden la exposición y el enjuiciamiento por acciones reconocidas como dañinas y que son ilegales en la mayoría de los países, tales como: fraude, secuestro, influencia indebida, servidumbre involuntaria, imposición intencional de angustia emocional, conducta escandalosa y otros actos tortuosos.
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A los 7 puntos mencionados yo añadiría otro: secuestrar el tiempo que cualquier persona necesita para simplemente poder pensar de manera reflexiva, obligándola a trabajar ininterrumpidamente para poder sobrevivir. Nuestro cerebro deja de pertenecernos en el momento que sus funciones son ordenadas desde el poder.
ResponderEliminarSalud!
Muy buena observación. Prolongar las jornadas de trabajo o hacerlas más intensas es un arte que se practica a diario en millones de empresas. Malditos hdlgp.
EliminarSalud!