La tarcoteca

by Pablo Heraklio, PHkl/tctca. Contact at Tarcoteca@riseup.net
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viernes, 4 de julio de 2025

La Pesadilla de Vivir la Anarquía: sin Paz, sin Medios, sin Organización. Despierta!

Nuestra tesis es simple: sin medios, sin organización y sin defensa, no se puede vivir la anarquía. Tres elementos de los cuales carecemos hoy día y que disuaden a muchas de seguir en el movimiento. Hay que demostrar que ser Anarquista es mejor que no serlo.


El sueño de la Anarquía


¿Has pensado alguna vez en cómo sería un mundo anarquista? Sueñes lo que sueñes, todas las veleidades acaban en dos conceptos fundamentales: Cooperativas y Comunas. "Empresas" y sociedades que practican la democracia directa y en que una persona tiene un solo voto. ¿Hasta aquí correcto? 

La pesadilla del gueto

En los cenáculos se habla siempre de Vivir la Anarquía; así, en mayúsculas. De que el Fin es el mismo Viaje, no la meta. De que en nuestros microambientes podemos ser Libres. De que podemos ser un ejemplo para las masas. De que... ¡Mentiras! ¡Al salir a la calle todo sigue igual! ¡Consumismo, individualismo, represión, control y mentes podridas! Y tal vez peor, creernos nuestras propias mentiras, el autoengaño.

El movimiento underground en que nos hemos convertido es un gran nicho cultural, el reducto del anarquismo, el laboratorio social. Necesario, fundamental para sobrevivir, pero nada más. Alrededor, nuestro el mundo arde consumido por la codicia, que nos arrastra crisis tras crisis, guerra tras guerra, hacia el cadalso global. No les importa matar por millones. Este no es nuestro sueño.

Nuestro Infierno particular: escalar

Esta visión de escalar de lo micro al macro, que llevamos practicando desde la misma concepción del movimiento, simplemente, de que las masas tomarán ejemplo y se unirán a la práctica de la Acción Directa, no funciona. De hecho, nos aleja cada vez más de nuestro objetivo. ¿Cuándo funcionó? Contadas ocasiones. Cuando hubo vacíos de poder y crisis sin respuesta. Hoy todo lo ocupa el capital, que nos mantiene en una crisis perpetua a la vez que nos explota, pertrecha y entretiene. Aunque culturalmente permeemos en la sociedad, esta no se ve constreñida a un cambio, ni de mentalidad ni hábitos. Somos un susurro en la conciencia adormecida y, generalmente, los malos de la película. 

¿Y Sobre la teoría de la Huelga General y la expropiación generalizada? Según algunos, mejor que el capital en sus distintas formas lo gestionen los capitalistas hasta que se lo expropiemos. ¿Pero qué embuste es este? ¿Habrá que esperar a una Huelga Revolucionaria en medio de un escenario de guerra para que se den exactamente las mismas condiciones que promovieron un atisbo de revolución en un pasado ya remoto?

No! Hay que gestionar la materialidad YA! Metéroslo en la cabeza; o si no vuestro anarquismo seguirá siendo nuestra pesadilla. Del huerto al transporte, tiendas, restaurantes, hoteles, campings, construcción, fábricas... ayuntamientos, institutos, bancos. Lo tenemos que gestionar todo! Ese es nuestro destino manifiesto, trascender la clase trabajadora. Sí, trascender el trabajo ajeno, transformarlo en propio, y disfrutar de este y de su beneficio.

¿Cuántas anarquistas han salido de su nicho, hecho los deberes e ideado formas de lograrlo? Para empezar, ¿alguien ha calculado si hay posibilidades de lograrlo? Llevo más de 13 años monitorizando el movimiento anarquista mundial desde las PAMA/AYP, y puedo declarar que NO HAY INTERÉS POR EL PROYECTO, solo por mantener micronichos y que todo continúe como está. 

Vivir la Anarquía en el Overground

Si queremos convertirnos en la corriente principal, el overground, no queda otro remedio que contemplar y abordar, estudiar e intervenir, en los problemas principales, personales, locales, nacionales y globales. Domicilios, terrenos, empresas, instituciones, equipos, suministros, servicios... y relaciones con capitalistas e instituciones.

De hecho, no solo queremos se una corriente principal: para que triunfe nuestro proyecto debemos ser la única corriente. Necesitamos ser hegemón. Barrer al explotador antes de que nos consuma o nos liquide. Esa es la apuesta. Sin rodeos, para que el mundo sobreviva necesitamos ser un TORNADO que expulse con su fuerza a los explotadores de humanos y de la naturaleza. El Yunque y el Martillo 2018.


Cambiando nuestro destino: de Esclavos a Libertos con un Plan

Los engranajes del poder y fuerzas en liza no van a permitir que resurjamos y que acabemos con sus fuentes de beneficio; que básicamente es la explotación humana y natural. Nunca lo van a permitir. Vamos a ser el rival más débil y recibir golpes por todos lados. 

Pero podemos cambiar el destino si nos damos cuenta tan solo de 3 puntos clave:

Tres tesis para vivir la anarquía:

  1.  Defensa: La paz no existe, no la busques. El Estado capitalista se mueve en el binomio Guerra-Rearme. La Guerra de clases es perpetua entre burgueses y trabajadores. Protégete, protege tus organizaciones, a los tuyos y prepárate de mil maneras para la represión.
  2.  Medios: Sin medios no hay anarquismo. Para ser concretos, y esto va para los anarcosindicalistas: sin cooperativas no hay anarquismo, solo una etérea filosofía. Organiza tu producción, o consumo, o ambos, en cooperativas y federaciones de cooperativas.
  3.  Organización: Sin organización no hay anarquismo. Organízate a lo grande: del colectivo, cooperativa, federación masiva.
Bajo esta perspectiva podemos analizar logros y errores de las distintas organizaciones que componen el movimiento. Y pondré un ejemplo claro. Estoy orgullosa de ser miembro de la CNT desde hace más de 20 años, pero sigo sin ver cambios sociales. La CNT es una Defensa, hasta cierto punto un ataque; una piedra en el zapato de los poderosos. También es una Organización con proyección internacional, pero carecemos de Medios. Así no se puede trasformar nada, solo sobrevivir; ir tirando. Es nuestra misión reorientar el movimiento y dotar a la clase trabajadora.

1 Tú eres lo Fundamental

Métetelo en la cabeza, sin ti, sin tu persona, no hay organización. No eres un engranaje, una pieza recambiable; eres el propio alma profunda, porque tú representas a la organización tanto como ella se refleja en tí; eres un avatar (una forma de hablar). Tú creas condiciones que sin ti no existiría. Elige bien.

PERO: para proyectos comunes, como para prácticamente cualquier proyecto humano, es fundamental desarrollar 3 rasgos individuales
1 el conocimiento/capacidad
2 la disciplina
3  y compromiso.
(y un poco de empatía y trabajo en equipo para superar el ego).

Pregúntate cómo puedes encajar y encaja. ¿Qué aportas? ¿Tienes fuerza, tesón, resistencia, habilidades...nada? Puedes capacitarte formal e informalmente. Perseverar y disciplinarse son ejercicios de voluntad. Y si no aportas, ¿por qué, para qué militas si no?

No todo suma

No todo suma. ¿Eres problema o solución? Si vas a empezar un proyecto sin conocimientos, sin constancia o con el fin de abandonarlo, no lo empieces, vete con los conformistas que se rindieron. Tal vez este sea el motivo por el que las organizaciones anarquistas duran menos que un suspiro. ¿Tienes vicios, problemas, mala salud, eres vaga, egoísta, intransigente, te vendes por dinero? Si no aportas más que problemas, igual primero deberías solucionarlos; o pedir ayuda. 

Tendemos a ser buenos samaritanos. Hay gente que nunca cambiará. Hay gente que nos quiere usar. Y definitivamente, hay gente que nos quiere hacer daño. Algunos nos quieren muertas. Una organización seria, que acepta manzanas podridas, acabará podrida. Un coladero de arribistas y oportunistas. Ya nos ha pasado.

Pregúntate cómo hacer encajar al resto y encájalos o descártalos. Si tienen compromiso, aunque sea pequeño, la organización avanzará sola. 

2 La Materialidad: que ser Anarquista sea mejor que no serlo

El anarquismo se desmaterializó, y cuando lo hizo, también desaparecieron sus organizaciones. Ahora solo reside en nuestras mentes. Está claro que los bienes espirituales, morales y sociales, hasta políticos, de nuestro movimiento, son envidiables. Pero nos movemos en un mundo físico, mientras nosotros nos desmaterializamos. Lo tangible es importante: guarderías, escuelas, universidades, fábricas, talleres, granjas, establecimientos... todos al servicio del capital.

Un sindicato es una cooperativa de trabajadores; una cooperativa se organiza como un sindicato. Y todos se basan en los mismos principios de igualdad, libertad y fraternidad, de reparto del trabajo, beneficio y votos/acciones. Si alguien niega este hecho, es por ignorancia o por conveniencia, porque no quiere moverse de su área de confort. Cuidado, porque ha dejado de sumar para ser un cero!

3 El Paso más costoso: Organízate

Si eres trabajador por cuenta ajena: sindicalízate.
Debes saber que los sindicatos anarquistas, anarcosindicalistas, son, con todos los peros, espacios del overground, reconocidos socialmente, influyentes, federados y en funcionamiento. Sin embargo, salvo contadas experiencias, no han sido capaces de cambiar, impactar, en su entorno. A las pruebas me remito.

Si eres un trabajador cooperativo: encuentra tu proyecto.

Lo más difícil el primer paso hacia un proyecto.
1º Se escoge un sector o actividad productiva
2º Se estudia a fondo la viabilidad con un proyecto.
3º Se programan, dota y ejecuta
4º Se desarrolla la actividad cooperativa
5º Cuando el proyecto es viable y sostenido en el tiempo, se federa con otras organizaciones que contemplen las mismas tesis 
6º Después a por el siguiente sector con un nuevo proyecto

Remarcar que hay enormes resistencias en nuestras organizaciones a los cambios y las innovaciones; a salir del micronicho y la zona de confort. Así es como, paradójicamente, intentando conservándose, se destruyen así mismas. Generalmente por la falta de renovación. Y ojo, las que dan el cambio e innovan también son destruidas! ¿Por qué? Egos, falta de disciplina y falta de compromiso... y falta de visión. Falta de debate y sobre todo falta de beneficios materiales de ser Anarquista.

Conclusión


Vivir la Anarquía es una pesadilla cuando no eres capaz de cambiar el entorno.

No intentes escalar del gueto, intenta moverte en el ambiente.

Revertir la situación es posible. Vivir la anarquía es posible... si se organiza un proyecto, se dota de medios, se mantiene y se defiende.

La organización no solo depende de circunstancias materiales, sino también de las características de sus miembros, por ello, es necesario que estos tengan una mínima formación, disciplina y compromiso.

Ser anarquista tiene que tener más ventajas que no serlo.

Lo más difícil es dar el primer paso.

Hay que organizarse y arrebatar al capital lo que es legítimamente de las trabajadoras.

Y sobre todo, tenemos que sentir y demostrar que ser anarquista es mejor que no serlo. Ese es el punto. Que hay beneficio, y que no se obtiene de la explotación humana, sino del trabajo organizado.

Salud! PHkl/tctca
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Para Saber Más

jueves, 23 de noviembre de 2017

La Expropiación Social ¿Y si cada sindicato constituyese un cooperativa? Táctica del Yunque y el Martillo

El objetivo principal de la guerra de clases es arrebatar el capital al capitalista, acabando con la explotación y distribuyendo la producción entre los trabajadores. Para ello tenemos una herramienta básica, que es el Sindicato. La táctica sindical dice que por medio de la organización de los trabajadores dentro de los centros laborales serán capaces de dominar, organizar y gestionar la producción hasta imponerse al mandato de los capitalistas y finalmente tomar el propio medio de producción, desde dentro. 

Es decir, la secuencia práctica sería: expropiar> gestionar> distribuir.

Sucede entonces algo cuando los trabajadores comienzan a gestionar los medios de producción, y es que el sindicato o la asamblea de trabajadores se transforma en una cooperativa de trabajadores.

Táctica del yunque y el martillo

La acción de la cooperativa se podría considerar qué es la progresión inversa de la del sindicato en el sentido de que partiendo de una necesidad de redistribución se promueve una organización dentro de la empresa que lleva la expropiación.

distribución> gestión> expropiación social

En definitiva se trata de usar la táctica del yunque y el martillo, siendo las cooperativas el yunque que contiene y absorbe los golpes de la empresa manteniendo la línea de suministros al sindicato mientras corta las de la empresa, mientras el sindicato golpea a empresa y empresarios hasta que liberan los medios de producción y los ponen en manos de los obreros para ser colectivizados.

¿Qué pasaría si el sindicato se constituyese directamente en cooperativa?

Mucho se han preguntado por qué no creamos cooperativas en vez de sindicatos. Las respuestas más sencillas es que los derechos de representación colectiva de los trabajadores, contemplados en la legislación, y adquiridos a través de siglos de lucha obrera, los sustentan los sindicatos y no las cooperativas, por lo tanto éstas son inútiles a la hora de defender los derechos de los trabajadores y conseguir mejoras inmediatas. Es decir las cooperativas no tienen la capacidad de representación colectiva legal, solo la tienen los sindicatos. 

Dicho de otro modo, las cooperativas no son capaces de incidir políticamente, reclamar derechos, exigir deberes, ni conseguir mejoras inmediatas en las empresas, lo cuál las hace poco atractivas a los obreros.

¿Son necesarias las cooperativas?

Evidentemente, y después de la respuesta anterior nos damos cuenta de que NO son realmente necesarias para un trabajador, no desde el punto de vista sindical. 

Pero si seguimos profundizando en el problema que es el de la Propiedad de los Medios de Producción, nos damos cuenta de que por largos periodos de tiempo no se han dado las condiciones necesarias para la Expropiación Revolucionaria, y las condiciones laborales han variado tanto que la lucha por las mejoras inmediatas en muchas empresas se ha hecho  inviable. Esto ha paralizado gran parte del movimiento obrero. Pero no por ello vamos a dejar de intentar EXPROPIAR a los capitalistas. Lo que si que debemos es adaptar el método.

Las cooperativas son capaces de Expropiar en tiempos de paz,  la llamaremos Expropiación Social, como mostramos en el post Cómo destruir el sistema clientelar Partido-Empresa con herramientas obreras, por lo que son herramientas complementarias y no sustitutivas de los sindicatos. No parece que puedan en tiempos de guerra con la eficiencia de un sindicato,

Desde este modo vemos imposible la expropiación revolucionaria si no se van produciendo expropiaciones sociales paulatinas que organicen el movimiento social alternativo suficientemente autónomo como para constituirse como contrapoder; de lo contrario cuando llegue el Momento revolucionario nuestras redes sociales estarán desorganizadas.

En el artículo Luchamos sin Retaguardia en un Mundo sin Medios. Por un Anarcosindicalismo Cooperativista contemplamos ámpliamente la necesidad de una cooperativad unida a un sindicato como única manera real de mantener su crecimiento e influencia en la sociedad. En el artículo Análisis del Target Anarcosindicalista descubre un problema de Diversificación. El nicho del Cooperativismo contemplábamos una red de cooperativas como forma de organización social capaz de recuperar los nichos obreros perdidos con la mecanización y la precariedad global en medio de una era de cambios tecnológicos. En el post Debate y Propuesta: Las TICs y el Pacto por una Economía Social Reintegradora. Estrategia del Go contra el capitalismo veíamos una de las múltiples maneras de organizar una red cooperativa. 

Es evidente que en los últimos tiempos la implicación de los trabajadores en los asuntos de la empresa e incluso en los suyos propios en sus propios intereses como trabajadores han caído en picado por una parte tenemos el fenómeno de la tercerización que ha eliminado los trabajos más pesados se ha mejorado en general las formas de prevención de riesgos laborales se han introducido nuevas tecnologías que hacen el trabajo aún más fácil y rutinario de modo que el trabajador puede cambiar de empleo realizando prácticamente las mismas tareas por último la precariedad generalizada produce un efecto anestésico al cual se une el resto de distracciones.

Objetivo de la Cooperativa Obrera

Objetivo inicial: Distribución
El beneficio de crear una cooperativa obrera cuyo fin es económico-laboral a la vez qué social es que aumenta la implicación de los trabajadores a la vez satisface sus necesidades de consumo y aumenta en definitiva su propia interacción. Los trabajadores de un centro o una empresa, debería tener un objetivo principal de apoyo, de retaguardia, la formación de un bloque económico dentro de la propia empresa que permitiese al sindicato la intervención en las decisiones de la empresa.

Se establece ente nosotros y la cooperativa una dependencia, una verdadera necesidad; una implicación hoy perdida con los sindicatos debido a los múltiples factores mencionados. Se depende de la cooperativa para obtener y mantener los medios de vida tanto como de un trabajo en una empresa. Es una relación aún más fuerte que con la empresa, ya que los cooperantes sienten como propio el medio de producción y el valor de su trabajo.

Como ya se ha mencionado un grave problema es la precariedad qué hace que los trabajadores cambien muy a menudo de trabajo rompiendo sus redes sociales económicas por lo que sería más lógico la creación de una cooperativa laboral multiempresa.

Desarrollo operativo: Gestión de la empresa
Este solo es el primer círculo organizativo. Una vez organizada esta cooperativa dentro de la empresa, conocidas sus necesidades y su funcionamiento, hay que establecer/Forzar -recordemos que estamos en plena lucha de clases- una negociación que tiene que conducir a la cesión progresiva de sus funciones hacia la cooperativa obrera o red cooperativa:- de sustituir sus contratos de suministros.
- de sustituir sus contratos de externalización.
- de Sustituir sus recursos humanos.
- de Dirigir sus productos a los puntos de venta deseados.
- de Sustituir la normativa del centro.
- de forzar su remunizipalización o nacionalización.

Esta es una forma también de romper numerosas redes clientelares sobre todo establecidos entre entre empresa-partido político

A medida que la red cooperativa va tomando servicios y funciones de la empresa su orden interno se va a subvirtiendo hasta el punto de volverse reconocible. Esto no lo puedo realizar un sindicato.

Objetivo final: Expropiación Social
¿Cuánto tiempo puede pasar hasta que la empresa, una vez tomados todos sus suministradores, clientes, servicios y funciones, se abandone, venda, ceda a los acreedores o a los propios trabajadores cooperativizados? ¿Cuánta presión puede llegar a soportar un empresario hasta darse cuenta de su derrota? Un empresario no claudicará si depende de esta, es decir, si es un medio de vida para él y no solo lucro. Eso debe de cambiar tanto como la plusvalía por él obtenida.
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jueves, 30 de abril de 2015

Can Batlló, Bcn: La ciudad estado de las cooperativas

Can Batlló, Sants, Barcelona
Lo que empezó hace tres años con una ocupación vecinal de un espacio público vacío puede acabar convirtiéndose en un vivero de empresas de la economía social y el lugar que sirva de enlace para reabrir los comercios de barrio que fueron cerrando por la crisis o las jubilaciones de sus dueños. Es el objetivo de Coòpolis, un proyecto impulsado por cooperativas y plataformas vecinales que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona para rehabilitar una parte de un recinto industrial semi abandonado del sur de la ciudad.
El lugar, situado en el distrito de Sants, es lo que que se conoce como Can Batlló, un conjunto de edificios industriales que ocupa 13 hectáreas y media, y donde una gran parte de su espacio permanece cerrado desde hace más de 30 años. Los vecinos, cansados de ver cómo se desaprovechaban infraestructuras públicas en una zona precisamente falta de ellas, decidieron ocupar una parte: el Bloque Once. El Ayuntamiento les cedió el espacio y establecieron diversas actividades, de las que salió un proceso participativo abierto a toda la ciudadanía que quisiera presentar un proyecto para la capital.
“Era también una oportunidad de hacer ciudad desde los vecinos y no tanto desde las administraciones”, explica Hernán Córdoba-Mendiola, coordinador de Coopolis y miembro de la cooperativa  La Ciutat Invisible, impulsora del proyecto junto a la cooperativa de arquitectura  La Col y la plataforma ciudadana  Can Batlló. Durante ocho meses se fueron presentando diferentes iniciativas que luego se votaron en la asamblea de Can Batlló. Una de las elegidas fue Coòpolis. “Le Col y La Ciutat Invisible presentamos nuestro proyecto de promoción económica”, explica su coordinador. Lo enviaron a Barcelona Activa, la empresa que realiza las políticas de promoción económica del Ayuntamiento, y a finales del año pasado comenzó a moverse el proyecto.
Celebración del tercer aniversario de la ocupación vecinal del Bloque Once. / Bart Omeu
Celebración del tercer aniversario de la ocupación vecinal del Bloque Once. / Bart Omeu
La iniciativa tiene una doble naturaleza, como explica Córdoba-Mendiola: por un lado pretende dar un servicio universal, desde asesoramiento de empresas a cómo elaborar un curriculum, y por otro, quiere ser un impulso de la economía social. “En Barcelona hay muchos viveros de empresas pero no hay un dispositivo concreto que promocione las empresas de la economía social, que asesore sobre las figuras legales, el sin ánimo de lucro “, afirma el socio de La Ciutat Invisible.

Red de empresas

El espacio en el que se quieren instalar ocupa una superficie de 4.000 metros cuadrados. El proyecto plantea un vivero de empresas “clásico, en el que puedan estar tres años”, señala el coordinador. Pero además de incluir el alquiler, el asesoramiento y acompañamiento necesario para echar a andar Coòpolis pretende ir creando redes con todas las empresas y que unas y otras, y las que ya están establecidas intercooperen para ampliar sus ámbitos de trabajo y sigan avanzando.
Además, el proyecto quiere poner en marcha lo que denominan “ un servicio de localización del territorio”. “Con esto queremos localizar las empresas que están en Sants, trabajar con ellas, ver los locales que se han ido cerrando y en cuáles pueden empezar nuevos proyectos, o incluso asesorar en los traspasos”, señala. “No queremos que sea un equipamiento de espaldas al barrio y por eso queremos trabajar para que muchos locales puedan reabrirse”, detalla Córdoba-Mediola. La intención es comenzar por Sants y luego ir trasladando el servicio a otros distritos.
Ahora, el Ayuntamiento esta negociando con la Generalitat para la cesión de la Nave Cuatro, que albergaría Coopolis, y que es propiedad del gobierno regional, según explican desde el Consistorio, donde señalan que “se está muy de acuerdo con el proyecto”. La propuesta de los impulsores es que el Gobierno local asuma la rehabilitación del edificio, “esto es un servicio público y es su obligación hacerlo”, afirma el coordinador, pero que no sean los únicos en gestionarlo. “Es un proyecto en el que también queremos decidir los vecinos y Coòpolis puede convertirse en un servicio de asesoramiento de empresas que se sumará a los que ya existen”, subraya.

jueves, 16 de abril de 2015

Por una revolución integral - Cooperativa Integral Catalana

Reproducimos este texto de 2014 de la CIC en el que se resumen las bases del paso a delante que supone el reto de enfrentarse al capitalismo, que en su lógica acumulativa y depredadora no duda en suicidarse. En sus horas de senectud amenaza con arrastrarnos a todos y a todo en su caída. Nada bueno podemos decir de tal sistematización del abuso y degradación tanto ambiental como social.

Una nueva organización social y un control sobre lo económico son suficientes para hacer una revolución, pero no una revolución realmente liberadora que tenga pretensiones de durar en el tiempo. La revolución social parece quedarse incompleta como concepto y como objetivo de la revolución. Un cambio completo, profundo y costoso, porque las fuerzas del capitalismo son abismales. 

El anarquismo construye al "hombre nuevo" y al "mundo nuevo", pero hoy en día no se le da el énfasis, que no es que haya inventado, que le da el integralismo. Los distintos valores positivos que se le suponen a la humanidad, tanto psíquicos como físicos, algunos añaden también espirituales, deben actuar en sinergía en los sujetos dedicados a la causa revolucionaria. Valores inherentes a toda persona que yacen alienados esperando a ser redescubiertos.

También marca como guía la tradición rural comunitaria como ejemplo de sociedad organizada más sencilla y autónoma. No la de los pueblos actuales, que son una extensión y perpetuación de las ciudades. Esto apunta a un Confederalismo Democrático al que parecen adscritos ahora los kurdos de Rojava.

Mucho ha andado y mucho le queda por andar a la CIC, aunque creemos que va por el buen camino. Desde la tarcoteca un saludo y todo el apoyo.
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Por una revolución integral - Cooperativa Integral Catalana

Os presentamos la introducción al debate de la XXXIX Jornada asamblearia de la CIC –que tuvo lugar en Catalunya el sábado 16 de noviembre de 2013–, sobre les bases de la revolución integral.
 “Lo peculiar de la condición humana es que se ubica entre lo sórdido y bestial y lo sublime y grandioso.”(Prado Esteban)

1) Historia: heteronomía vs autonomía
Durante la historia conocida de la humanidad, podemos reconocer dos tradiciones o tendencias, en las formas de organizarnos y en la cultura y los sistemas de valores (o disvalores) que legitiman éstas y nos guían para encarar la vida, para construirnos como personas: la tradición de la heteronomía y la tradición de la autonomía.
Heteronomía

La tradición de la heteronomía1 [heteros-otros, nomos-normas, normas impuestas o dependencia] la conforman todos aquellos sistemas de organización social que han establecido las desigualdades y las jerarquías entre la humanidad. Los Estados y las clases sociales: imperios, coronas, césares, faraones, führers… Ejército, cuerpos represivos, cárceles… Poseedores y desposeídos, ricos y pobres, amos y siervos. El dinero y los sistemas monetarios de acumulación. Gobernantes y gobernados. Dictaduras oligárquicas que se autoproclaman “democracias” usando la falacia de la “representación”. Estados “de derecho”, “sociales” o “del bienestar”: despotismo ilustrado. Parlamentarismo, partitocracia y politiquería.


Siempre unas minorías que concentran el poder de decisión y la capacidad de determinación de las condiciones y los asuntos que afectan a todos. Esta tradición es hegemónica hoy en día, con la mundialización de la “democracia representativa”, un perfeccionamiento del sistema de dominación que se ha puesto la máscara de “democrático”, como si en éste el poder se encontrara en manos del pueblo, cuando en realidad el poder ha seguido concentrándose cada vez en menos manos.
Los disvalores y los idearios relacionados con esta tradición hacen prevalecer lo peor de las personas y de la potencialidad humana, potencialidad para el bien y para el mal. Se basan a menudo en la idea de que las personas somos lobos unas para otras, que “somos malas por naturaleza”, que lo normal es “la guerra de todos contra todos”, y sostienen así el conformismo con el statu quo, la docilidad y la sumisión ante los poderosos opresores, la complicidad con la injusticia. Y no son sólo los valores negativos, los que sostienen la heteronomía, sino también la falta de valores positivos, la apatía y la indiferencia, la ausencia de sentido ético de la existencia.
Autonomía
Contrariamente, la tradición de la autonomía2 [auto-propio, nomos-normas, independencia] la conforman aquellos sistemas de organización social que han rechazado los fenómenos anteriormente mencionados, así como los intentos y esfuerzos para conseguir establecer estos sistemas, tantas veces aplastados por las clases privilegiadas y sus mercenarios. Así, han apostado por organizarse sin jerarquías, ni Estados, ni clases sociales, ni diferencias de privilegio entre minorías favorecidas y el resto, defendiendo que el poder de decisión se comparta entre todos los miembros de cada comunidad. Esto siempre se ha llevado a cabo mediante regímenes asambelarios y, por tanto, necesariamente enfocados en el ámbito local como base de poder soberano.
Los valores e idearios relacionados con la tradición de la autonomía promueven lo mejor de las personas y la potencialidad humana. Se basan en las ideas e ideales de bien, libertad-igualdad, justicia, verdad-honestidad, fraternidad, equidad… y en el compromiso del individuo con estas para aportar al bien común. Este compromiso tiene que empujarnos a querer ir aprendiendo y mejorándonos a lo largo de la vida.
La historiografía oficial actual difunde la tradición heterónoma pero no la autónoma. Por ejemplo, ha habido una falsificación histórica de la Alta Edad Media, en la que el pueblo era una realidad social paralela a los poderes oligárquicos constituidos (como la Corona, el Estado premoderno, mucho más pequeño y débil que el actual, que fue creciendo y haciéndose fuerte), que organizaba su vida en pequeños municipios en base al concejo abierto y el comunal (tierras y medios económicos de “propiedad” y uso colectivo), la autodependencia económica local y comarcal, las formas de ayuda mutua y trabajo comunitario, la cosmovisión de la igualdad humana y los valores de comunidad, el trabajo no asalariado y la buena convivencia…
Falsificaciones históricas como ésta son pilares fundamentales del sistema actual, que obtiene legitimidad a partir del mito de un pasado monstruoso y totalitario donde la gente era sumisa y mucho menos libre que ahora.

2) La derrota de los últimos siglos y la crisis actual
Con el triunfo de la modernidad las revoluciones liberales que permitieron el surgimiento de los Estados modernos y el ascenso del capitalismo, hace doscientos años, surgieron las ideas de emancipación del socialismo, en un contexto ideológico heredero de la Ilustración y un contexto social marcado por la revolución industrial, la migración de las personas del campo a las ciudades y el nacimiento y desarrollo del proletariado.
Se formularon, pues, los planteamientos ideológicos del marxismo y el anarquismo, fundadores de la Primera Internacional, que entendían que era necesario un proceso revolucionario que cambiara las bases de aquella sociedad y ponían las esperanzas en el desarrollo de un movimiento obrero que lo llevara a cabo. Este proceso tenía que conducir la humanidad a una sociedad comunista sin clases (sin diferencias entre propietarios y desposeídos, entre gobernantes y gobernados). Había la creencia –sobretodo por parte del marxismo, que lo planteaba como “verdad científica”– de que este devenir histórico era inevitable.
Esta aspiración tuvo su auge y declive durante el siglo pasado. En la península ibérica, el Estado –con el levantamiento del ejército que originó la Guerra Civil y, ganada ésta, con la instauración del franquismo– aplastó todo lo que había de movimiento y tejido popular de potencial revolucionario. Éste se había ido gestando desde finales de siglo XIX con publicaciones, ateneos, escuelas libres, tejido asociacionista y cooperativista, sindicalismo combativo –centenares de miles de afiliados a la CNT–, prácticas de solidaridad y desobediencia, de tradición fuertemente libertaria en el Estado español. Con la persecución y represión franquista y la posterior instauración de la sociedad de consumo, se masacró al pueblo y se destruyeron sus aspiraciones.
Por otro lado, el proyecto socialista estatista, que plantea cambiar las cosas desde el poder del Estado, ha fracasado por sí mismo. El final de la URSS marcó hace dos décadas un punto de inflexión, y se ha visto y se ve que todos los demás intentos no llevan por ningún camino bueno.
Con la derrota de la aspiración de una transformación cualitativa del status quo, el abandono del anhelo de un nuevo mundo y una nueva humanidad, el Estado y el Capitalismo han ido afianzando progresivamente su fuerza y estabilidad.
Este sistema genera una sociedad de la decadencia, con unas dinámicas que destruyen, envilecen y deshumanizan las personas, llevan a una crisis en todos los ámbitos de la vida y ponen en peligro la misma existencia humana en el planeta.
No se ha llegado, pues, a un momento de estabilidad y a “el fin de la historia”, como se decía hace poco, antes de 2008. Esta idea es una quimera que contribuye al no-pensamiento y al conformismo generalizado.
La mediática crisis económica en Occidente ha reventado esta burbuja a nuevos sectores de la sociedad, a pesar de que los problemas más graves presentes y esperables son mucho más profundos y de diferente naturaleza de los económicos en boca de todos.

3) La necesidad de la revolución
Las raíces de la crisis y los grandes problemas e injusticias de nuestro tiempo son profundas y sistémicas. Es decir, se encuentran en la esencia y las dinámicas de los pilares del sistema actual, no en el “mal funcionamiento” coyuntural de éste, como dicen todos los partidarios de los discursos reformistas que atribuyen la culpa a la maldad de los banqueros, la corrupción o la incompetencia de los políticos profesionales… El sistema funciona muy bien, el problema es que funciona bien contra los intereses de la humanidad, la vida, la libertad y la justicia.
Es necesario, pues, recuperar la idea y el objetivo de la revolución, como gran proyecto de transformación profunda y necesaria, en positivo, de la sociedad actual, como sustitución del actual sistema oligárquico y dictatorial por formas de organización social democráticas horizontales, basadas en la cooperación y el compartir.

4) La revolución integral
Con la idea de poner sobre la mesa el proyecto revolucionario, actualizándolo y ampliándolo, en base a la reflexión sobre las lecciones del pasado y la comprensión del momento actual, surge la noción de revolución integral.
La idea de revolución integral es por ahora una noción de un concepto que, ampliando y mejorando la idea de revolución social, sacando conclusiones reflexivamente de las experiencias del pasado, intente estar a la altura de las circunstancias actuales, promueva una renovación del ideario revolucionario, manteniendo los componentes positivos de éste en el pasado pero dejando atrás los negativos, erróneos y obsoletos. La revolución social consistía en la transformación social radical desde abajo, realizada por las clases populares, que aboliera el Estado y el Capitalismo en pro de nuevas instituciones horizontales y comunitarias: las asambleas soberanas y la propiedad colectiva del bienes fundamentales.

4.1. El sujeto y los valores
Las teorías emancipadoras de antaño, por la influencia de estar fundamentadas en la Teoría del Progreso y en una visión profética y mecanicista de “las Fuerzas de la Historia”, en el economicismo… no dieron la importancia debida al individuo, a la autoconstrucción de éste como sujeto de calidad y sujeto revolucionario.
Las revoluciones no las hacen “las masas oprimidas” como tales. Éstas pueden hacer revueltas pero no revoluciones. Las revoluciones las anhelan, planean y llevan a cabo las personas revolucionarias. Las personas son la clave.
Así pues, la principal aportación, respecto a la noción de revolución social, es la consideración adecuada de la importancia del individuo y las cualidades de éste, del sistema de valores revolucionario.
Para llevar a cabo la revolución integral hay que llevar a cabo la autoconstrucción de los individuos en base a ideas e ideales que nos den suficiente fuerza, sentido y grandeza para afrontar la complicada, difícil y, al final, heroica tarea de la revolución.
Sobre la actual decadencia de los valores e ideales, la cultura, la ética, la filosofía, la convivencia… tenemos que construir una nueva cultura subversiva y fraternal que nos haga fuertes, basada en el esfuerzo y el dar de nosotros mismos.
Esto implica trabajo personal de reflexión profunda y existencial, de lidiar con nuestras capacidades y carencias, de tomar las riendas de nosotros mismos, como personas ante la vida, finita.
Éste es el reto de la transformación de los valores y las personas dentro de la revolución integral. La actual fuerza fundamental del sistema estatal-capitalista se basa en la degradación, docilidad y construcción de las personas desde el poder.

4.2. Revisando y recuperando la historia
Siguiendo la Teoría del Progreso, desde la Modernidad se ha menospreciado toda la historia premoderna, las aportaciones filosóficas, culturales, experienciales… de distintos pueblos, civilizaciones y comunidades humanas. 
La narración “esclavismo → feudalismo → capitalismo → socialismo” se basa en el desconocimiento –por ocultación y falsificación– de la Edad Media, que sobretodo en su período inicial se caracterizó por la realidad dual y diferenciada entre el pueblo y los Estados premodernos, donde fuera de las ciudades estatales el pueblo se organizaba en muchas regiones horizontal y fraternalmente en base al concejo abierto (asamblea de vecinos y vecinas de un pueblo), el comunal (propiedad colectiva de la tierra, los bosques y otros muchos bienes económicos). Éstas instituciones son protagonistas de la historia del mundo rural popular en la península. Recuperar esta historia, sin mitificarla pero valorándola adecuadamente, nos servirá para reconocernos como personas y humanidad y para golpear el paradigma y discursos del sistema actual.
También existe, por ejemplo, en la cultura clásica, la tradición filosófica de afrontar la vida dándole importancia al sujeto, a la reflexión sobre la construcción y desarrollo vital de eśte en base a la idea de virtud. Recuperando aportaciones de ésta también puede nos puede servir a la hora de plantear la revolución integral.

4.3. Transformación en todos los ámbitos de la vida
La revolución integral tiene que afrontar la totalidad holística y compleja de cuestiones importantes de las personas y la sociedad, no puede especializarse en ninguna ni olvidarse de alguna otra. No sólo con el cambio de valores y la revolución personal, no sólo con la revolución social, política y económica: con todo a la vez haremos la revolución integral.


5) Orígenes del concepto
El término revolución integral ya fue usado en el pasado por algunos anarquistas. En lo que se llama “España” lo utilizó a principios de este siglo el escritor libertario Félix García Moriyón. Después ha sido el historiador y pensador soriano Félix Rodrigo Mora quien hace poco empezó a apostar fuertemente por esta noción. En su obra escrita y oral se encuentran muchas aportaciones a la cuestión “revolucionaria integral”, y una aportación sintética al respecto son sus “25 puntos del sistema convicciones para una revolución integral”.
Mucha gente valora el potencial de ésta noción para englobar distintos colectivos y personas en una visión y líneas estratégicas generales revolucionarias, es decir, comprometidas con el objetivo de la libertad –así pues, contra el Estado y las otras formas de dominación–, viendo lo fundamental de abordar la integridad de las cuestiones humanas a trabajar para el proyecto emancipador.
La publicación masiva “¡Rebelaos!” 2012 adoptó el término hablando de “germinar la semilla de la revolución integral”. Meses después, activistas de Cataluña procedentes de distintos colectivos se encontraron para promover un llamado para la futura constitución de un “Bloque internacional para la revolución integral”. También la Cooperativa Integral Catalana ha organizado jornadas de reflexión sobre este término y un colectivo que hace tiempo que trabaja en esta misma orientación ideológica general, el Grup de Reflexió per a l’Autonomia, también lo adopta cada vez más explícitamente. Diversos autores de blogs y/o activistas como Antón Dké, Prado Esteban, Enric Duran o Blai Dalmau han hecho igualmente aportaciones a la cuestión.
La idea no es una cuestión cerrada, sino abierta: hay que llenarla de aportaciones, contenidos, reflexión y debate. El rumbo de esta noción dependerá de esta labor y de la aceptación que tenga entre esas personas que apuesten realmente por un cambio y una perspectiva revolucionaria hoy en día. Para que tenga potencia habrá que evitar usarla banalmente o a la ligera, o convertirla en una etiqueta sin contenido profundo.

6) El llamado “Integra Revolucio
La idea de éste es promover la reflexión sobre la necesidad de una revolución integral y promover la reflexión profunda sobre esta cuestión para poder crear un marco de confluencia a nivel mundial para juntarnos, conocernos, compartir reflexiones y promover sinergias entre personas, colectivos y organizaciones que apostamos por una transformación revolucionaria de la sociedad que ponga fin al capitalismo y el Estado construyendo una nueva sociedad y un nuevo ser humano. Se ha planteado una propuesta de bases comunes para la convocatoria para formar este posible espacio.

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