Los poderes lo han visto claro, se han dado cuenta de los verdaderos males de esta sociedad: la tasa de beneficios mundial, sus beneficios, en caída libre; el estancamiento secular de la economía; una crisis energética terminal; la polarización e inestabilidad social; y un océano de molestos pero inevitables derivados financieros tóxicos. ¿Alguien mencionó a la naturaleza? ¿Medio Ambiente? ¿Plásticos? Somos unos pobres ilusos.
3 son los elementos básicos que no únicos en los que se basa la nueva estrategia utilizada para mantener el sistema y con el su poder: Financiarización consentida, Balance neto de Carbono y Obra pública privatizada. De fondo un solo problema: no quedan beneficios.
Financiarización Total y Consentida
Se llevan décadas preparando el escenario. Wall Street, La City de Londres y el BIS ya están estableciendo los circuitos necesarios para redirigir los ingentes capitales que esperan que se muevan de las ecoinversiones hacia los múltiples paraísos fiscales. En breves veremos ponencias sobre la nueva economía en el WEF.
Los Productos Financieros con la marca Verde ya son una realidad. Son incentivados por los gobiernos, esto es, se les otorgarán jugosas deducciones e intereses a cambio de ser invertidos en negocios verdes: Bonos verdes, prestamos verdes, Cartera de inversiones verdes, Financiación para Proyectos Verdes. Pero también tarjetas biodegradables, índice CDP, etiquetas verdes, impuestos verdes, multas verdes, pensiones verdes, petroleo verde, contaminación verde, coberturas verdes, seguros verdes... Bonos de carbono, impuestos al sol. Todo igual pero verde. Lo cual incluye absorber planes de pensiones verdes, enredar compañías de seguros y emitir todo tipo de bonos y estrafalarios derivados financieros VERDE. Aún más, quieren introducir sistemas de bonos y derivados financieros verdes en la microeconomía. Derivados hasta en la sopa.
Han encontrado una justificación que les permite solventar varios problemas a la vez: crea aceptación, lo que genera paz social y permite una sana y rápida financiarización de hasta el último resquicio de realidad. La economía verde será su caballo de Troya.
<<Parece que hay un plan aquí. El plan es la financiarización de toda la economía mundial utilizando el miedo a un escenario del fin del mundo para alcanzar objetivos arbitrarios como "emisiones netas de gases de efecto invernadero cero".>>Obra Publica Privatizada
Journal Neo - oct 2019
Los Capitales así Reverdecidos se mezclan con los capitales estatales en proyectos de obra pública tanto válidos como ruinosos, igual que hicieron con las hipotecas subprime y la obra pública durante la recesión. Primero porque las inversiones son demasiado fuertes como para ser abordadas por el capital privado, se requiere de la intervención nacional. Después porque disminuye el riesgo de la inversión y posibilita así extraer aún más beneficio.
Aunque la obra pública se transforme en transportes verdes, electricidad verde, paneles solares, parques eólicos, geotérmia, centros de tratamientos de residuos, todas estas actividades son realizadas por las empresas de la construcción que se beneficiaron de la crisis de 2007, las Empresas Ladrilleras. En España al IBEX, entre ellos los más beneficiados serán las constructoras de siempre: Acciona, ACS, Ferrovial, Sacyr, ITR, FCC, OHL, Comsa, GESJ, Sener, Vepica... A las que se unirán las empresas energéticas que han quemado literalmente al mundo: Iberdrola, Naturgy, Enel, Endesa, EDP, Cepsa, Repsol, etc. Van juntas en el mismo paquete con la rúbrica 'oligarquía'. No dudéis de que volverán a intentarán ahogarnos en cemento. El 'lastre del ladrillo' sigue azotando a la economía mundial desde hace décadas. El lastre de lo Verde la azotará por siglos.
Ese trasbase de capitales del capital publico mediante la gestión privada, sin inversión privada, de los impuestos hacia los depósitos privados, es absolutamente necesario para el mantenimiento de las 'empresas', muchas de ellas zombies. Una tendencia patente desde USA a China pasando por Europa. Esta tendencia la vimos en los momentos de máxima expansión del capitalismo, justo al borde de la crisis de 2007.
Balance Neto de Carbono
Un truco contable realmente sencillo: la Pérdida se contabiliza como Beneficio. Ese gran invento que permite contaminar en USA mientras se inyecta carbono y plástico en las tierras de Malasia. ¿Puede haber mayor descalabro?
Al igual que una hipoteca es contabilizada como beneficio por los devengos generados para el banco por el deudor, en vez de pérdida por el préstamo en sí, la biorremediación e implementación ambiental es considerada como un activo que da beneficios a la empresa ambiental en vez de un pasivo que debe ser amortizado por ser inversión para productores y consumidores, como debería considerarse.
Si la producción de carbono se calcula en función de un territorio y no de un proceso se puede seguir contaminando y gastando recursos como hasta ahora sin necesidad de inversión. La mierda seguirá llegando al mar y esparciéndose por el aire. A esto le llaman sostenibilidad.
Lo principal es que si la biorremediación se considera como una actividad separada del proceso productivo, y su coste simplemente se refleja en el consumo, las empresas actuales no necesitarán invertir para producir más limpio, basta con que haya una empresa que recicle sus residuos. Los residuos se siguen generando y son necesarios para que se mueva la economía verde.
Lo diremos de otra manera, si ahora estamos como estamos es porque todo lo que suponga inversión extra para disminuir el Balance Bruto de Carbono para una empresa encarece el producto y disminuye sus ventas, afectando a su viabilidad. Muchas empresas tendrían que cerrar. Las empresas hasta ahora han sido capaces de evitar pagar los costes de la producción de sus residuos, y para seguir evitándolo han externalizado su tratamiento para no reflejarlo en sus productos. Eso es lo que está acabando con el planeta.
El Elefante en la Habitación: Los Costes
Con tanto proyecto y tanta inversión nadie está hablando de quién pagará el coste del tratamiento de los residuos. La inversión en 'mejoras' del proceso encarece los costes marginales, encarecen el producto. Es decir, aunque sean financiados por los paternales estados el producto se encarece. Y estos costos, al ser cargados al consumidor disminuyen su poder adquisitivo, por lo que disminuye aún más el consumo, algo totalmente lógico y que es el fondo de la cuestión.
Si hasta ahora se ha evitado el tratamiento de residuos ha sido porque es demasiado elevado, disminuye el beneficio y requiere de grandes inversiones. Los costes de las nuevas instalaciones van a paralizar a la postre y concomitante con múltiples factores, poco a poco, la economía mundial. Sin beneficio no hay capitalismo.
El Estado está hipertrofiado y es tóxico. Si por ejemplo este año 2019 España creciese al 2,2 previsto, algo del todo improbable, y milagrosamente se hiciese una inversión en economía verde para paliar parte del daño ambiental generado por la actividad económica, los gastos en productos ambientales y alza de precios, sin tener en cuenta la inversión, afectarían al PIB, hasta hacer el crecimiento negativo, ya que la acomodación ecológica puede suponer entre un 10-30% del coste del proceso total. ¿Soportaría una economía una caída de tal calibre? La economía decrecería a pesar de todos los subterfugios posibles, de flexibilizaciones cuantitativas o intereses negativos. Entraríamos en crisis, con las consecuencias de siempre: recortes, desempleo, ajustes y policía.
Si estuviesemos por ejemplo ante una crisis sistémica como la que se prevé, el medio ambiente sería la escusa perfecta para encubrir los problemas derivados de las actividades económicas de las élites: que ellos han sido los causantes de la crisis ambiental actual. Y la economía verde sería el remedio que justificaría al propio Estado, como remediador, y su necesaria, obligada, intervención.
Las Podridas Élites del Capicalipsis en ciernes
¿Quién debe pagar la fiesta? No es culpa del consumidor que estas corporaciones empleen métodos dañinos en su lucro. Si bien es cierto que los consumidores piden y piden cada vez más, la responsabilidad sobre la producción recae sobre el productor. Si al vender un producto dañino para resarcir los perjuicios deben retirarlo del mercado y compensar a los damnificados, son las empresas contaminantes las que deben pagar los daños de sus productos al medio de todos, ya que nadie les obligó a usar una u otras técnicas de producción y en cambio si se han lucrado del daño. El daño ambiental deben pagarlo las empresas, no los Estados como se pretende.
Las grandes empresas están al límite, zombificadas con deuda, financiarizadas con derivados e improductivas al ser descapitalizadas. Tarde o temprano deberán ser nacionalizadas, rescatadas o eliminadas. El sistema se debe purgar.
Mientras que el capitalismo productivo deja de ser rentable por los costes ecológicos y comienza a requerir inversiones estatales para mantenerse, el capitalismo financiero puede mantener su salud gracias a los derivados. Progresivamente los sistemas se harán más dependientes del Estado para hacer se con capital y mantener sus actividades reales mientras siguen con sus malabarismos financieros. Esta intervención del Estado se establece mediante la política fiscal, impuestos, el cohecho con las empresas del régimen y la represión de alternativas. Esto es lo que se denomina el fin del capitalismo, a la incapacidad de la iniciativa privada por mantenerse sin intervención del Estado, representante del socialismo. EL CAPICALIPSIS! Es un extraño proceso de pseudosocialización en el que China es hoy en día pionera y referente. Un paso más allá de la economía mixta hacia el control estatal alimentando monopolios.
¿Por qué ahora están dispuestos a realizar un arakiri desarrollando un capitalismo verde en vez de uno gris? ¿Tan mala es la situación actual del medio ambiente mundial? ¿Están dispuestos ha hacer una limpia del sistema y comenzar a eliminar empresas zombi y derivados financieros? Ni en sueños. Los tiros van en la dirección contraria. Recordar que juegan con cartas marcadas. Hasta ahora los bances centrales han evitado la purga del sistema por medio de las expansiones cuantitativas. El modelo se agota, las crisis se multiplican y empeoran, por lo tanto, necesitan algún truco para seguir generando derivados, deuda y financiación a toda costa. Este truco es la etiqueta verde, hasta que se les ocurra otra vía de escape.
¿Qué puede ocurrir? Que las ruinas cambien de color, de naranja ladrillo a verde. Que se cree una burbuja verde y se comience a acumular proyectos ambientales estrafalarios e inútiles, algo a lo que nos tienen acostumbrados. Por último la burbuja explote y se paralice toda la rama productiva que tardará años hasta que se vuelva a reactivar. Años en los que la degradación ambiental avanzará a pasos agigantados; como avanzó el problema habitacional y laboral en la Gran Recesión de 2008. Nadie puede calcular cuántas empresas sobrevivirán a la purga.
Es necesario separar los proyectos y medidas legítimas de la pura estafa. Reconocer que las élites no van a dejar de lucrarse ni de explotar a sus congéneres y al ambiente. Perseguir a los criminales ambientales que hasta ahora han salido impunes y de hecho están abanderando las reivindicaciones ambientales. Rechazar las medidas impuestas que no supongan una verdadera mejora del sistema productivo hacia sistemas no sostenibles, sino integrados con el ambiente. Hacer que las empresas inviertan en sus procesos, integren la sostenibilidad en el proceso y no en el balance neto y paguen la biorremediación, etc. Reconocer que el sistema consumista actual es el origen de la crisis en ciernes y es un elemento imprescindible del capitalismo; una ideología incompatible con la vida.
Desde aquí un recuerdo a todos los más de 1.500 activistas ambientales asesinados en los últimos años en defensa de la naturaleza. Su sacrificio no será olvidado.
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