Fuente - Reflexiones desde Anarres: Las afirmaciones negativas y la "carga de la prueba" 14.12.2017 vía Cultura y Anarquismo
La llamada "carga de la prueba", expresada por medio de la sentencia latina affirmanti incumbit probatio, viene a significar que dentro de una discusión lógica corresponde siempre a quien afirma demostrar la existencia de lo afirmado. Es por eso que los ateos no deberíamos entrar en esa discusión irresoluble sobre la existencia, o no, de Dios (más adelante, veremos que simplemente no es una hipótesis científica ni puede deducirse de la razón).
Existen muchos argumentos para oponerse a la creencia sobrenatural, pero desde un punto de vista ontológico hay que decir que la evidencia nos demuestra que algo como Dios (o sobre cualquier ser que trascienda el mundo natural) es sencillamente una fantasía del ser humano (una fantasía que podemos demostrar posee muchas caras).
Richard Dawkins recordó en la introducción de El espejismo de Dios una frase de Douglas Adams, escritor y guionista de los Monty Python, en su libro Guía del autoestopista galáctico: "¿Es que no hay suficiente con ver que un jardín es hermoso, sin tener también que creer que está habitado por hadas?". Cuando alguien afirma la existencia de algo excepcional, algo que resulta bastante sencillo y habitual, no puede ponerse al mismo nivel que los que negamos la afirmación debido a las evidencias en contra. Si queremos progresar en el conocimiento, es necesario probar las afirmaciones positivas que realizamos, o de lo contrario nos rendimos a esa poderosa herramienta creativa que es la imaginación. En conclusión, la carga de la prueba reposa sobre aquellos que realizan una afirmación fuera de lo común y, consecuentemente, deberán respaldarlas con argumentos convincentes.
El ateo no tiene que probar la inexistencia de Dios
El ateo no tiene que probar la inexistencia de Dios (tampoco de hadas, duendes, unicornios o de cualquier otro ser sobrenatural), simplemente se respalda la afirmación negativa con la falta de evidencias para demostrar su existencia. La lógica nos dice que es mejor prescindir de la idea de Dios, y en futuras entradas veremos que la afirmación sobre su existencia tiene muchas implicaciones sobre nuestra propia vida, no solo es una cuestión intelectual o meramente ontológica.
Bertrand Russell, en un artículo escrito en 1952 para la revista Ilustrated Magazine llamado "¿Hay Dios?", planteó su lúcida y divertida analogía con una supuesta tetera de porcelana que giraba alrededor del Sol. De afirmar semejante cosa, nadie podría refutarnos, pero si dijéramos que por eso se trata de una "presunción intolerable por parte de la razón humana", todo el mundo pensaría que estamos diciendo una sandez sobresaliente.
Russell decía que, en cambio, si la existencia de la tetera se afirmara en los libros antiguos, se enseñara como una verdad sagrada e incluso se enseñara en los colegios a los críos como algo incuestionable, quien afirmara lo contrario sería tildado de excéntrico. El autor de Por qué no soy cristiano, una vez más, es tan lúcido como sencillo en sus planteamientos, la teoría de la tetera es simplemente "no científica", ya que no puede demostrarse su veracidad. Es una hipótesis que no entra dentro del terreno científico, lo que viene a significar que no es "falsable", pero la sensatez nos dice que debemos descartar su afirmación mientras no haya evidencias que la respalden. Lo mismo ocurre con la idea de Dios.
En la actualidad, y no solo con el pensamiento religioso tradicional, existe una habitual (y falaz) controversia sobre lo que consideramos conocimiento científico. Hay que recordar, una y otra vez, que lo que entendemos por tal cosa es el continuo intento de confirmar la eficacia de las hipótesis; solo cuando se logra de manera fehaciente, sin que haya contradicción en los fenómenos observados, puede reconocerse su validez. Sin embargo, hay que aceptar que ese valor otorgado es siempre provisional, ya que el conocimiento suele avanzar e ir corrigiendo errores y completando informaciones que anteriormente eran parciales. En algunos casos, las evidencias pueden demostrar el fracaso radical de una teoría y ser substituida por completo por otra nueva. La ciencia, en ningún caso, debería basarse en dogmas y sí en evidencias, y en el contraste de opiniones con el afán de mejorar las soluciones a los problemas planteados.
Dawkins (biólogo autor de "The God Delusion", traducido como "El espejismo de dios") responde una pregunta del público.
ResponderEliminar"¿Y si usted está equivocado (sobre dios)?"
https://youtu.be/haA9_w26nKY
La tetera de Russell:
https://youtu.be/D-6VnM0k8M8
Salud!
El primer vídeo, tiene trampa porque trata a los creyentes en Dios como meros supersticiosos, solo tiene en cuenta a los que se limitan a la enseñanza externa, pero aun así, los ritos y dioses, son los mismos adaptados a cada mentalidad específica.
EliminarLo que pretenden evitar, no es que la gente sea engañada, lo que se pretende erradicar es la parte positiva, la enseñanza moral que acompaña a la religión exotérica y sustituirla por sus degenerados valores; eso si el adoctrinamiento continúa de manos de la "ciencia" (oficial, dogmática y falsa, no toda ciencia como método) y el egoísmo del consumo y la competitividad.
Muchas gracias por los vídeos, los incluyo en el post.
EliminarPor otra parte "la parte positiva" de la religión es más bien "la parte positiva" social o cultural, ya que solo hay que ver que en lugares donde se ha producido un cambio de religión se sigue con las mismas costumbre, por ejemplo en muchas partes del áfrica negra unas musulmanas y otras cristianas se sigue practicando la ablación genital y la circuncisión; o los matrimonios convenidos en la india cristiana.
El adoctrinamiento continua a través de los media, que dista mucho que ver con la ciencia.
Salud!
La idea de Dios está impresa en el subconsciente colectivo del ser humano. Por más que pretendan negarlo los cientifistas, que curiosamente viven en un mundo de dogmas y mentiras (y sobre todo de él). Todas las culturas y civilizaciones del planeta, TODAS en todo tiempo y lugar han desarrollado esa "tontería" de la religión y si se estudia, de la misma forma, identificando a las mismas fuerzas que rigen el universo de un mismo modo. Curioso que ahora vengan estos listos y nos digan que lo único aceptable a adorar es el dinero y sus dogmas.
ResponderEliminarLa religión, ante todo es ciencia y es demostrable todo cuanto ella expresa ...una vez que se comprende, por supuesto.
Por eso todos estos charlatanes resultan tan ridículos como peligrosos.
Por cierto, Russell era un eugenista como Dawkins, así que si esos son los abanderados de la nueva religión atea, ya se ve por donde van los tiros.
Salud!
A ver... intentémoslo por aquí:
Eliminarhttps://youtu.be/gPJEfsesAbA
https://youtu.be/XAAHgD4ZZBM
Salud!... (aunque no sea divina) ;)
No es cierto que la idea de Dios está impresa en el subonsciente, lo que hay son unas dudas existenciales que nos acompañan desde los albores del la humanidad.
EliminarQue todas las culturas han establecido ritos de adoración a lo desconocido, cierto, pero todas distintas, lo cual da idea de la confusión.
La identificación de la fuerza que rige el universo... cada una distinta.
Que se ponga en duda, es obvio, ellas mismas son las peores críticas las únas de las otras.
La religión da respuestas a preguntas que no se han respondido, y como cuanto más sabemos, más nos preguntamos, es probable que el humano deje de creer lo que dicen unos "iluminados" interesados.
Sobre el eugenismo y los científicos: puedes ser científico, y carecer de valores morales y ética, o tener una de ideología como la eugenética, otro monstruo de la mente.
Salud!
"La religión, ante todo es ciencia" (Piedra)... ¡Qué! ¡Cómoooo!... Supongo que estarás de coña ¿no?... ¿O se trata de una provocación?...
EliminarLa ciencia y la ética
ResponderEliminarEn Religión y ciencia, Bertrand Russell daba a priori la razón a los que consideran que la ciencia no tiene nada que decir sobre los valores. Sin embargo, aclaraba que no estaba de acuerdo con deducir de ello que la ética contiene verdades que no pueden ser probadas o refutadas por la ciencia.
Tradicionalmente, el estudio de la ética consta de dos partes: la que concierne a las reglas morales y la que se ocupa de lo que es bueno por sí mismo. La historia de la humanidad puede observarse, desde el punto de vista de la ética, como una evolución de una situación en la que las reglas de conducta son importantes hasta otra en la que se da más importancia a la reflexión y a los estados del "espíritu". Para los místicos y religiosos, suponemos que para los sinceros, las reglas externas les parecerán solo adaptables a las circunstancias y valoran más una buena conducta que mane del interior del individuo. Una de las formas de evitar las reglas externas fue la creencia en la "conciencia"; según la visión religiosa, Dios habría puesto en cada corazón humano lo que es recto y solo hay que escuchar la voz interior. Russell recuerda que hay, al menos, dos dificultades para esta teoría: primero, que la llamada conciencia parece decir cosas diversas a cada hombre, después, la sicología ha ido dando respuestas a los distintos sentimientos de cada individuo. Como buen científico, Russell apela a las leyes causales para comprender por qué existe tanta diversidad en lo que motiva la conciencia. Mediante la intronspección, hay veces que los sentimientos parecen misteriosos, al haber olvidado como se originaron, y no resulta raro que tantas personas a lo largo de la historia hayan considerado que eran un producto divino. Russell considera que la conciencia es un producto de la educación, algo con lo que estamos de acuerdo en gran medida, y puede ser dirigida a un lugar o hacia otro a conveniencia del educador. Para liberar a la ética de unas reglas externas, hay que poner en duda la visión religiosa sobre la conciencia.
[...] texto completo en:
http://reflexionesdesdeanarres.blogspot.com.es/2016/05/la-ciencia-y-la-etica.html#more
De esta me hago pastafari.
EliminarSalud!
Sí, claro, qué te crees tú que es tan fácil, tienes que pasar el exhaustivo examen de Aramis Fuster y Paco Porras. ¿Tienes ya la túnica y las velas?
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