Mil son las artimañas que tienen las empresas para minimizar el efecto de la Huelga General. Estas son solo algunas. Son fáciles, sencillas, comunes y efectivas. Y TODAS ILEGALES. Aunque ya sabemos que en estos casos no se aplica la justicia. Su justicia.
Se ruega la participación popular para completar el listado:
- Llamar a los proveedores un día antes.
- Coacción por reunión de la dirección con la plantilla con fin disuasorio.
- Adelantar la hora de entrada de los trabajadores para que no coincidan con los piquetes.
- Hacer dormir a los trabajadores en el centro de trabajo.
- Dar días libres o cambiar de turno a los posibles huelguistas o a los que lo soliciten.
- Establecer servicios mínimos abusivos.
- Amenaza de despido o sanciones.
- Amenaza de revisión contractual.
- Despido de sindicalistas.
- Trabajar a puerta cerrada, con la trapa echada.
- Solicitar información sobre quién va a ir a la huelga para cubrir la baja.
Problema: esto no es una huelga, es un paro. Manipulación máxima, seguimiento mínimo.
Solución: comenzar la huelga el día 28 o extenderla al 30.
Apunte: todo despido ocurrido en el año siguiente a una huelga general, en que se demuestra motivado por adhesión a la misma es improcedente y por lo tanto la empresa está obligada a la readmisión.
En la tarcoteca bogamos por la Huelga Ludista: destruyamos las máquinas antes de que nos destruyan con ellas. Qué nos importan, si al final vamos a acabar todos despedidos! (Licencia tragicómica).
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