El capitalismo es un cáncer. Una ideología insidiosa que, basada en la obtención del máximo beneficio a cualquier costa, es capaz de todo si ve el mínimo atisbo de ganancia. Se hace con la mente y las almas tanto de trabajadores como de empresarios. ¿Cuál es el máximo sacrificio que puede hacer un organismo por vivir? Es capaz de suicidarse, de consumirse, de autoliquidarse, si eso sirve a sus propósitos.
Grandes empresas, multinacionales y sobre todo grandes financieras, conociendo los mecanismos de rescate y refinanciación en caso de recesión o crisis, sabiendo que solo podrán beneficiarse las primeras en quebrar, que las últimas no dispondrán de fondos, comenzarán a competir por ver quién quiebra primero. Por ver quién presenta los peores balances.
Las empresas demasiado grandes para caer presentan sus activos tóxicos. Los grupos empresariales incluyen sus filiales fantasma, clientes ficticios en paraísos fiscales, cuentas en Suiza y en definitiva basura fiscal, que ayuda a mostrar unos libros contables interesadamente negativos. Las empresas comienzan a tomar aparentemente estúpidas medidas, subida de comisiones, subida o bajada de precios, cancelación de contratos, venta de activos, créditos onerosos de última hora...; cualquier medida que permita descuadrar sus balances y acceder a la barra libre del rescate.
Maravillas del capitalismo: las primeras en quebrar tendrán acceso al rescate, mientras que las últimas tendrán que someterse a planes de ajuste. ¿Esto qué quiere decir? Que las primeras en 'quebrar' se lo llevarán todo. Esto crea un efecto competencia en forma de estampida que no tiene marcha atrás. El capitalismo compite por todo, por producir, por suministros, por clientes, por trabajadores y por liquidar.
De entre todas las empresas las que practican el grueso de las operaciones son las Empresas Zombi. Creadas a base de subvenciones, capital ficticio y apalancamiento (suma de créditos de distintas entidades), volcadas en la economía financiera y con balances negativos. Estas serán las primeras en declarar quiebra para beneficiarse del sistema. No os creáis que solo pasa en EEUU. En España las que más practicarán esta estrategia son las de siempre, las que dominan el capital y controlan los flujos fiscales del Estado gracias a la cooptación del Gobierno: Santander, BBVA, Bankinter, Gamesa, Alcoa, Acelor Mital, Telefónica, Iberdrola, EDP, Enel, FCC, Acciona, Dragados... El estado siempre rescata al IBEX.
No es un caso aislado, ficticio o que nos inventemos. Es la verdadera forma de reconvertir un sector en caso de crisis. En concreto en España fue lo observado durante la Reconversión Industrial de 1980-84, la reconversión agraria 1988-92, obra pública como Autopistas en 2008-20018, la reconversión bancaria 2010-2013. Y desde entonces se produce una oleada de EREs dentro de privatizaciones, lo que viene a ser una quiebra parcial, generalizada y encubierta. Vamos a rescate por década.
El capitalismo no entiende de personas, ni de bienes, ni de servicios, solo atiende al dinero. Hay mucha gente preocupada por la próxima crisis, no es para menos. Para que sobreviva una empresa y sobreviva su actividad y sus empleadas es necesario que éstas tomen las riendas de la misma. Compañera, no te dejes arrastrar por la desidia del resto, seguramente estén carcomidos por el cáncer capitalista y den por válida las medidas arbitrarias de sus jefes y patrones. Organízate con quienes entienden lo que sucede, recopila información, prepara tú misma un plan de contingencia, aunque sea a modo de ejercicio, y el día que tu empresa quiebre da le el empujón que necesita hacia el abismo socializando la producción.
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