No decimos que el buscador de google no sea el mejor del mundo. Solo que son unos hijosdeputa manipuladores.
Google detenta de facto el monopolio de la publicidad en la red. Google es un monopsonio en el mercado de la publicidad puesto que detenta un enorme porcentaje de la audiencia global.
Como en el caso de las estanterías de WalMart, la mayoría de los proveedores de publicidad dependen del lugar preeminente que obtengan en el buscador de Google. Para la desesperación de muchos monopolistas de contenido, Google controla el mecanismo de monetización de la información en la red: además del buscador, detenta la mayor red de publicistas, la mayor red de servicios y monitoraje publicitario, la mayor base de datos sobre las intenciones de los usuarios, el casi perfecto conocimiento sobre la demanda y oferta de publicidad en la red, el inventario de espacio disponible para los publicistas… Además, para escarnio de todos, Google opera como una verdadera caja negra, invisible frente a clientes, licitadores, reguladores, inversores y competidores.
Así pues, en su denostado afán por elevar barreras infranqueables frente a posibles futuros competidores, en un medio tan maleable como es el de la tecnología digital, Google está manteniendo la ilusión de una Internet primigenia, un territorio comunal en el que la información fluye libremente y a coste prácticamente cero. De esta forma, y a pesar de ir esquivando la agresiva maraña publicitaria, el navegante actual experimenta aún algo del halo de libertad de los primeros internautas de finales del pasado milenio.
Según sus contrincantes monopolistas (NewsCorp,Viacom, Sony Corp., General Electric, NBC Universal, Time Warner Inc. Walt Disney, Microsoft, Apple, …), Google es un gran monopsonista (a la WaltMart, al que en cambio no critican) que paga miserablemente a sus proveedores de contenido, haciendo asequibles o totalmente gratis buena parte de los contenidos que circulan por Internet. Cierra además el paso a posibles vías lucrativas de negocio ofreciendo sus aplicaciones gratuitamente a los internautas.
Lo cierto es que Google se ha convertido en un monopolio natural de obligado paso para la mayoría, clientes y proveedores. De facto está actuando como un monopolio público puesto que no excluye prácticamente a nadie y contribuye a preservar el carácter público de la información.
Lo más apropiado sería convertirlo en un monopolio público de facto para reforzar y preservar la neutralidad de la red y evitar que se convierta en un coto cerrado en beneficio de unos cuantos monopolios avariciosos y excluyentes. Bienes públicos son bienes o servicios de los que no puede excluirse a los consumidores que “no pagan” (free riders) por ellos y que el uso de unos no impide ni excluye su uso por terceros (la defensa, las campañas de vacunación, la educación, , …) . A ninguna empresa privada le interesa este “negocio”. Por eso lo asume el estado. ¿A quien interesaría la búsqueda por Internet si no hubiera publicidad asociada?
Cancer Capitalista: Monopolios en internet: la cotrarevolución digital
Además, Google acumula una ingente información diaria de millones de usuarios de todo el mundo, información de un valor incalculable no sólo desde el punto de vista estadístico, publicitario y comercial, sino como posible elemento de control. ¿Quién controla a Google?
ResponderEliminarA primera vista, y como siempre, parece ser que solo el tiempo lo dirá, y tiene pinta de que nos enteraremos demasiado tarde.
ResponderEliminarYa les gustaría a muchos estados tener la información que maneja google. No pasa nada, con pedirla vía ley es suya.
Tarde o temprano nos pasarán la apisonadora.