Una recién aprobada ley rusa establece fuertes multas para el uso de lenguaje obsceno en los medios de comunicación, así como en otras actividades comerciales.¿Qué se entiende por obsceno, o términos obscenos?
Simplemente crear contenidos con palabras obscenas en práctica, serán motivos de sanción que conllevarán multas de 2.000 - 3.000 rublos (alrededor de $65 - $100 americanos) para los individuos y 5.000-20.000 rublos ($1600 - $6500) para las personas jurídicas. Los encargados de hacer cumplir la ley también podrá confiscar el "elemento de infracción administrativa" -el producto con un lenguaje inapropiado. Uno de los diputados que apoyaron el proyecto de ley ha explicado que las fuerzas del orden se apoderaría de los periódicos y revistas impresos reales o, en el caso de los medios electrónicos, los "portadores de datos".
A pesar de que el proyecto de ley ya ha entrado en vigor, algunas de las preguntas planteadas por sus críticos siguen vigentes.- lo más preocupante es la ausencia de una lista certificada de palabras prohibidas, sin la cual la ley parece incompleta-. Esta fue la razón principal de crítica negativa al gobierno, pero la Duma decidió que no era suficientemente importante para detener el proyecto de ley concerniente a delitos menores y consiguió con aprobarla.
El la nueva ley equivale a una "sentencia de muerte a los medios de comunicación". Ashot Djazoyan, secretario del Sindicato de Periodistas Rusos.
http://rt.com/politics/law-media-bill-mass-479/
Término no definido por la ley que lo regula. En general se entienden que son aquellos que afectan, hieren, dañan o minan la moral, ética, valores o costumbres, del receptor de la información.
La ley permite denunciar cualquier uso de palabras que hieran la moral del público. Como la Duma es una cámara de representantes de la mafia, sin más moral que la acumulación de dinero, no habría por qué tener miedo de que progresase ningún tipo de denuncia. Pero a su vez la ley permite que cualquier persona vea afectada su idea de moral, por lo que cualquier palabra puede ser susceptible de herir los sentimientos de cualquier persona según sus propias convicciones. Bien podría valer cualquier palabra de cualquier idioma.
Leyes de abuso ambiguas, a la rusa
La tradición represiva ruso-soviética está marca una larga lista de leyes ambiguas, de dudosa aplicación y amplio abuso político. Recordemos que durante los años de la URSS ningún preso podía ser juzgado sin un examen psiquiátrico previo. El resultado fueron 40 años de manicomios, las Psikhushkas, poblados por disidentes políticos drogados en espera de una eterna revisión médica para poder ser juzgados. Mucho más fácil que hacer trabajar a esos enclenques en un gulag, donde podían mantener su actividad política clandestinamente; hasta su muerte queremos decir. Anulación total.
Intención de la ley: Compra o censura.
Por esta ley el estado se asegura poder cerrar cualquier medio de comunicación que no sea capaz de comprar, explotar o someter.
A su vez permite multar a cualquier persona que emplee lenguaje obsceno en programas o actividades públicas, y con la escusa de la incautación de materiales susceptibles de contenerlos, la posibilidad de registro y saqueo domiciliario.
Las aplicaciones de la ley son virtuálmente infinitas.
Un país dominado por la monarquía del Tzar Vladimir Putin I y la corrupción institucional.
Vladimir Putin domina Rusia gracias al control sobre las oligarquías militares, la eliminación de competidores económicos y la alianza con las mafias autóctonas. Después de la caída del bloque soviético tardó años, pero consiguió el monopolio de la gestión estatal del petroleo ruso. Gracias a esa fuente inagotable de dinero el resto fue fácil. Ha sido capaz de puentear las trabas administrativas para la elección presidencial gracias a su títere sucesor y predecesor a la vez Medvedev. La Duma es una cámara meramente decorativa dedicada a dar forma de ley a los deseos de su regente.
La disidencia migrará, como no, del plano físico al psíquico, refugiándose en el mundo de las ideas, internet, donde hacen menos daño, como le sucedió al diario Gara en España, entre otros y por poner un solo ejemplo; hasta que alguien apague el interruptor.
"En todos los sitios cuecen habas", cierto, pero en algunos las hierben ¡y cómo!
ResponderEliminarLos nuevos zares rusos no se cortan un pelo a la hora de acallar a la disidencia mediática, a tiros si es necesario, como sucedió con la periodista Ana Politkovskaya.