Una acusación tan grave como la de estafa en la concesión de un premio Nobel, mas aún cuando se trata de una cuestión tan vital como la alimentación de la humanidad, debe ser puntualmente demostrada. Eso haremos en este artículo. El lector ha de juzgar, y si dispone de medios y conocimientos, también comprobar. Tomaremos en un principio, la primera definición que aparece en el diccionario de la Real Academia Española de la palabra estafa:
f. Timo, engaño con fin de lucro.
(der. Delito que comete el que, mediante engaño, abuso de confianza o uso de su cargo, se lucra indebidamente.
Ni siquiera las grandes corporaciones pueden cambiar las leyes de la Termodinámica, que sin embargo, son la base de la ecología. Quizá por eso la virulencia de sus campañas criminalizadoras contra el ecologismo. Nuestro modelo económico no considera los límites del crecimiento y llegado a ellos cae. Lo sostenible no es una utopía, lo sostenible es inevitable. Y sería bueno que lo sostenible no fuera un montón de escombros.
La esencia del engaño está en el intento de imponer las reglas de la economía y del libre mercado sobre las leyes de la termodinámica. Pensar que los transgénicos son la solución mágica, puede ser un desarreglo psicológico después de haber visto la última película de X-MEN o cualquiera otra de mutantes con superpoderes.
La campaña que han iniciado los premios Nobel contra la ecología puede considerarse ¿connivencia con las corporaciones o ignorancia?
¿Pueden alegar ignorancia los 25 premios nobel de Física sobre la manipulación del balance energético de la agricultura industrial?
¿Pueden alegar ignorancia los 34 premios Nobel de química sobre la imposibilidad mantener un modelo donde no se cierran los ciclos de nutrientes?
¿Pueden alegar ignorancia los 40 premios Nobel de medicina sobre las consecuencias de un crecimiento exponencial descontrolado de la población y la presión sobre los recursos?
¿Pueden alegar ignorancia los 8 premios Nobel de economía sobre el colapso del modelo económico que implica el declive del petróleo?
Si admitimos que la agricultura industrial salvó mil millones de vidas, ahora debemos de aceptar que su colapso provocará la muerte de miles de millones.
Crítica a la agricultura ecológica y biológica
Cuando se habla de sostenibilidad y de comparación de balances energéticos entre agricultura ecológica e industrial, se nos ofrecen a menudo datos y estudios que muestran que la agricultura ecológica en libre mercado no son tan buenos como podíamos esperar. Sin hacer generalizaciones, estos datos son a menudo rigurosamente ciertos. La cuestión de fondo es que insertar una agricultura ecológica en un modelo económico basado en combustibles fósiles, con maquinaria, transporte, etc puede solucionar algunos problemas pero mantiene la dependencia de esos combustibles. Debemos entender que independientemente del adjetivo que pongamos a la agricultura, un modelo económico basado en energías no renovables nunca será sostenible y transmite esa insostenibilidad al modelo agrícola.
Llegados a este punto podemos entender el informe de la ONU "Despertemos antes de que sea demasiado tarde" donde se apuesta decididamente por un modelo de pequeñas explotaciones con una fuerte orientación al consumo local. Es precisamente la minimización de costes energéticos por transporte y la eliminación de procesos intermedios lo que permite aumentar la Tasa de Retorno Energético Alimentaria a niveles aceptables. Si tomas por ejemplo fruta de tu huerto, eliminas toda la cadena de transporte, distribución, procesado, etc
donde se invierte buena parte de la energía y del petróleo. Si hacemos agricultura ecológica pero envíamos la producción a otro extremo del planeta las cosas no cambian mucho.
Para entender lo grave situación que nos afecta debemos recorrer el sentido contrario a la hora de valorar los rendimientos. El discurso de la agricultura industrial es reduccionista hasta el extremo. No tiene en cuenta la cadena de procesos. Lacampaña antiecológica de los 110 premios Nobel exige precisamente eso. “Habría que vigilar si el producto es seguro, no preocuparse tanto por el proceso” dice Peter Beyer. Usa así el prejuicio cognitivo de tomar el todo por las partes: si se demuestra que un proceso es seguro podemos aplicarlo a la suma de procesos y limitar al máximo la responsabilidad de las corporaciones. Pero ya sabemos como funciona eso:
Si a una gran empresa vas a pedir responsabilidades por lo que dijeron sus científicos, saldrán a recibirte sus abogados.
Referencias:
- Agricultura ecológica y rendimientos agrícolas.
- El futuro de la alimentación: La urgencia de pasar a una agricultura ecológica.
- Agricultura, población y energía.
- T.P. Bayliss-Smith: The ecology of agricultural systems. Cambridge University Press. Cambridge 1982.
- Balance energético y coste ecológico de la agricultura española.
- La seguridad alimentaria y nutricional. FAO
- Energía y agricultura. pag10 Fernando Ballenilla
- Informe Global 2000 de Gerald Barney y otros, citado en Ernst Ulrich von Weizsäcker, L. Hunter Lovins y Amory B. Lovins:Factor 4: duplicar el bienestar con la mitad de los recursosnaturales (informe al Club de Roma). Galaxia Gutenberg/ Círculo de Lectores, Barcelona 1997, p. 103. (Sobre el dato 0,1 calorias para USA)
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