El sueño de un IV Reich se ha hecho realidad. El Estado de derecho se ha convertido en una trampa subvertida por los poderes económicos para establecer su régimen hegemónico y su doctrina se ha extendido por todo el planeta. Lejos de la pantomima de la lucha política de los partidos por diferencias ideológicas descansa una realidad: todos trabajan con un mismo fin, el control y el dominio económico. Dinero.
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USA: estado policial fascista, vía El Arrezafe
Si todo lo que tienes es un martillo, entonces todo lo demás empieza a parecerse siempre a un clavo. Y si la policía y los fiscales son la única herramienta, tarde o temprano, todo asunto y todos nosotros seremos tratados como criminales. Este es, cada vez más, el estilo de vida americano, un estilo que consiste en "resolver" los problemas sociales (e incluso algunos que no son problemas) lanzando policías contra ellos, con resultados evidentemente desastrosos. El derecho penal invade cada vez más la vida cotidiana y el poder de la policía es aplicado de forma que hubiera sido impensable hace tan sólo una generación.
Durante los Atentados del Marathon de Boston Los Derechos fueron violados y nadie se quejó porque les hacía sentir seguros |
Por ahora, la militarización de la policía ha avanzado hasta el punto en que "la guerra contra el crimen" y "la guerra contra las drogas" ya no son ni siquiera metáforas sino eufemismos. Proliferan los equipos SWAT, fuertemente armados incluso en ciudades pequeñas; el uso de tácticas de choque y pavor para reventar la más mínima manifestación; las redadas súbitas para recuperar pequeñas cantidades de drogas que a menudo dan lugar a la matanza de perros de compañía, cuando no a los propios miembros de la familia; y en las comunidades donde existían, los programas de tratamiento de la drogadicción, han sido sustituidos por la guerra contrainsurgente. Pero la desmedida política policial americana implica mucho más que el desmedido blindaje de su distrito local, es también la forma en que el poder de la policía ha entrado en el ADN de la política social, convirtiendo casi todas las esferas de la vida americana en un asunto policial.
Schools-to-prison pipeline. La escuela vía directa a la cárcel
La escuela convertida en centro de adoctrinamiento. |
En nuestras escuelas, la disciplina se externaliza y gestiona cada vez más por personal de la policía. Lo que no hace mucho tiempo era contemplado simplemente como mal comportamiento –garabatos infantiles en un escritorio, pedos en clase, o rabietas infantiles– puede acabar con un niño esposado, expulsado de la escuela, o incluso retenido en la comisaría local. Tales "criminales" pueden ser tan jóvenes como de siete años de edad, cual es el caso de Wilson Reyes, un neoyorquino que fue esposado e interrogado bajo sospecha de robar cinco dólares de un compañero de clase (resultó que él no lo hizo).
Aunque se trata de un fenómeno nacional, actualmente Mississippi lidera el camino hacia la transformación de la conducta en la escuela en un asunto policial. El Estado ha impuesto cargos por delitos graves a niños en edad escolar responsables de "crímenes" tales como tirar cacahuetes en un autobús. Usar el cinturón del color equivocado de la escuela propició que un niño estuviera esposado a una reja durante varias horas. Todo esto sucede bajo el disciplinario lema de "tolerancia cero", que resulta ser simplemente otra forma de violencia legal importada a las escuelas.
A pesar del descenso de la delincuencia juvenil, el estilo carcelario de la educación sigue aumentando. Los detectores de metales se instalan cada vez más y en más escuelas, a pesar del hecho demostrable de que tales escáneres no ofrecen ninguna garantía contra disparos y puñaladas. Un cotidiano y espantoso inicio del día para los escolares.
Cada tiroteo en la escuela, ya sea en Sandy Hook, Connecticut, o Littleton, Colorado, sólo conduce a más policías en las escuelas y a más armas también. Hay un montón de maneras eficaces de organizar la escuela sin criminalizar las aulas, pero los políticos y gran parte de los medios de comunicación no parecen querer saber acerca de ellas. El "Schools-to-prison pipeline", un término acuñado por la jerga de los activistas, está entrando en la lengua vernácula.
Directamente a la cárcel
Al estar los desplazamientos y el espacio público cada vez más agresivamente vigilados, incluso un asunto tan sencillo como ir del punto A al punto B puede convertirse de inmediato en un asunto del orden público. ¿A la espera de un autobús? Por tal "vagancia" fueron detenidos tres jóvenes de Rochester. Conducir sin el cinturón de seguridad puede desembocar fácilmente en una detención, incluso si el conductor es un juez estatal (claro que, hay que destacar que tanto los jóvenes como el juez eran negros). Si, con motivo o sin él, la policía sospecha de alguien que podría estar en posesión de drogas, el registro de las cavidades corporales sin orden judicial en el hospital más cercano está asegurado, y la factura, que se le enviará más tarde, también.
Los viajes en avión implican, cada vez más, íntimos cacheos y normas arbitrarias en lo que muchos expertos ven simplemente un "teatro de la seguridad". Quedarse en casa también tiene sus propios riesgos, como prueba el profesor de Harvard Henry Louis Gates, al que un agente de la policía de Cambridge lo confundió con un ladrón y lo arrastró fuera de sus casa. Un caso que no es único.
Criminalización en el Trabajo
El trabajo de oficina y al por menor, podría parecer como un área de crecimiento poco prometedor para la policía y los fiscales, pero el derecho penal también se ha abierto camino al lugar de trabajo de cuello blanco. Preguntad si no a Georgia Thompson, empleada del estado de Wisconsin, acusada por un fiscal federal por el "delito" de elegir incorrectamente la oferta de una agencia de viajes. Georgia pasó cuatro meses en prisión antes de ser procesada por un tribunal federal. O a Judy Wilkinson, detenida por un policía encubierto y conducida esposada por servir mimosas sin licencia a los clientes en su tienda de novias. O a George Norris, condenado a 17 meses de prisión por la venta de orquídeas sin la documentación adecuada.
Cada vez más, las transacciones económicas más básicas están siendo vigiladas y sometidas al ámbito del Derecho penal. En Arkansas, por ejemplo, Human Rights Watch informa que una nueva ley embudo para inquilinos morosos (o presuntamente delictivos) conduce directamente a los tribunales penales, la pena por impago puede desembocar en arresto e inmediato encarcelamiento, a pesar de que la figura legal del deudor fue supuestamente derogada en el siglo XIX.
Y el fango se extiende. Tómese el colapso de la burbuja de activos de 2008 y la exigencia pública del enjuiciamiento penal de los responsables, minoría de criminales que seguían estando en libertad tras la debacle. En lugar de obligar a un debate sobre la manera de reestructurar nuestro depredador sistema financiero, los liberales, en su particular y autoritario enfoque, aumentaron el celo punitivo fuera de su órbita, limitándose en la propia a unos pocos juicios internos de alto perfil por el uso de información privilegiada que nada tenían que ver con el último colapso. Por supuesto, nada ha cambiado ni un ápice en Wall Street.
Criminalizar la inmigración
La última década también ha visto cómo la política de inmigración se rige por la ley penal. Según informe de Human Rights Watch, en EE.UU. los enjuiciamientos penales a los inmigrantes por entrada ilegal son cada vez más numerosos, aumentando de 3.000 en 2002 a 48.000 el año pasado. Esta nueva aplicación de la policía y la fiscalía ha roto familias y ha alimentado la propagación de los centros de detención con fines de lucro, aún cuando no ha demostrado ningún efecto disuasivo más fuerte en materia de inmigración que el sistema de derecho civil que le precedió. Gracias a la "ley SB 1070" de Arizona, la policía de ese estado está autorizada a detener y verificar los papeles de cualquier sospechoso de ser indocumentado, es decir, todos aquellas personas de aspecto Latino.
Mientras tanto, una gran parte de la frontera entre EE.UU. y México está militarizada (como cada vez más la de EE.UU. con Canadá), incluyendo lo que parece asemejarse a zonas de libre tránsito. Y si alguien ofrece agua a los inmigrantes que, en peligro de muerte por deshidratación, cruzan ilegalmente el desierto, este buen samaritano debe esperar enfrentarse a cargos criminales también. La intensificación de la vigilancia de los métodos agresivos para las detenciones y deportaciones, están ya garantizados como parte de cualquier futuro acuerdo bipartidista sobre la reforma migratoria.
Ciber-vigilancia policial
En cuanto a Internet, que por un tiempo fue terra nova y relativamente libre de la esteroide presencia policial, eso se acabó. El fallecido Aaron Swartz, un joven genio de Internet y activista afiliado a la Universidad de Harvard, fue detenido por descargar masas de artículos académicos (todos subvencionados con fondos públicos) de una red abierta en el campus del MIT. Swartz fue procesado por el gobierno federal bajo la ancha Ley de Fraude y Abuso, por violar los " términos y servicios del acuerdo", transgresión que cualquiera que haya desactivado alguna vez una cookie en su computadora tiene también, técnicamente, comprometida. Swartz se suicidó a principios de este año mientras se enfrentaba a una posible pena de 50 años y hasta un millón de dólares en multas.
Desde el verano, gracias a las denuncias de Edward Snowden, hemos aprendido mucho sobre la forma en que la NSA se detiene y retoza en nuestras (y aparentemente en todas las demás) comunicaciones digitales, tanto de correo electrónico como de telefonía. El supuesto carácter de seguridad de tan indiscriminada actuación policial están lejos de ser claras, a pesar de las enfáticas pero inconsistentes garantías dadas por el gobierno. Lo que destaca en cada nueva indagación sobre la acción de control sobre la infraestructura digital, es que dicha acción sólo puede ser denominada como propia de un estado policial.
Chase Madar.
http://www.motherjones.com/politics/2013/12/american-society-police-state-criminalization-militarization
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El Estado moderno adelgaza hasta convertirse en lo que siempre fue, una red de extorsión a la cual debes pagar o sufrir las consecuencias. El Estado es Policía y Ejército. Policía que se asegura que pagas y Ejército que se aseguran de que trabajas, cuya actuación podemos ver cada vez que se declara un estado de emergencia por huelgas. El resto son tareas auxiliares y pantallas de humo.
Lo que USA impone al resto del mundo no es su "America Way of Life", su modelo de vida, sino un sistema (el capitalista) que, llevado hasta sus últimas consecuencias, desemboca fatalmente en ella. La dinámica mercantil y financiera, la especulación y la política de anteponer el beneficio económico de las élites al bienestar social, ha potenciado la cara más totalitaria y represora del Estado, convertido ya en Estado Mayor o comisaría del poder financiero.
ResponderEliminarEsa llamada a la organización y a la lucha, que tan a menudo se hace desde La Tarcoteca, es extremadamente urgente que se escuche y se ponga en práctica, porque lo que se avecina es peor aún que lo que ya sufrimos.
Salud y sabotaje!
Si hasta el país de la libertad es fascistas, ¿Dónde habrá que ir a esconderse? Respuesta, no hay ningún sitio posible.
ResponderEliminarLa lucha es aquí y es ahora o no será nunca, porque "la batalla ha llegado a los terciarios".
Y como indicas, es la forma en que se hacen las cosas las que determinan quién eres y lo que te va a pasar. Una cosa tan fácil de entender es imposible de que cale en el momento actual. Pero como se menciona ya no hay escapatoria, en francia o Inglaterra no son menos corruptos, en noruega no son menos fascistas, en rusia no son más mafiosos, en China no son más socialistas. El capitalismo lo ha inundado todo. Vayas donde vayas te ahoga.
Salud y fuerza!