[.] La introducción de la robótica en los sectores industriales se presenta como la causa del deterioro del mercado de trabajo, con un descenso del número de puestos de trabajo, una disminución de los salarios y de los beneficios sociales, y un bajón de la calidad de vida, presentándose este deterioro como los “costes del progreso industrial”.
La falacia de tal argumento
Esta explicación ha adquirido una enorme visibilidad mediática y es parte del mensaje de que veremos un “futuro sin trabajo”, resultado de la revolución tecnológica, incluida la robótica. Respondiendo a esta avalancha ideológica, Dean Baker, codirector del famoso y prestigioso Center for Economic and Policy Research de Washington, EEUU, ha ido publicando a lo largo del año pasado una serie de trabajos que contienen una crítica devastadora de los argumentos que atribuyen el deterioro del mercado de trabajo predominantemente a los cambios tecnológicos. Señala lo que otros autores también han señalado previa y repetidamente.Si los cambios tecnológicos fueran responsables de tal descenso de la ocupación, tal descenso tendría que haber ido acompañado de un aumento de la productividad. Si en una empresa hay dos trabajadores y, resultado de la introducción de una nueva tecnología, solo hace falta un trabajador en lugar de dos para producir el mismo trabajo, ello quiere decir que la productividad de cada trabajador ha aumentado (en realidad, doblado), haciendo innecesario a uno de ellos. El cambio tecnológico, pues, si hubiera sido la causa del descenso del número de puestos de trabajo tenía que haberse traducido en un aumento de la productividad.
Pues bien, el número de trabajadores de la manufactura en EEUU ha ido disminuyendo y, sin embargo, la productividad, como promedio, no ha variado. Dean Baker muestra como la tasa de crecimiento de la productividad ha variado muy poco en la mayoría del periodo entre 1973 y la primera década del siglo XXI. No puede, por lo tanto, atribuirse el descenso de la población que trabaja en la manufactura a cambios en la productividad (y, por lo tanto, a cambios tecnológicos).
Dean Baker señala, por ejemplo, que una de las causas más claras del descenso de puestos de trabajo es el cambio del cuadro exportaciones-importaciones en el sector manufacturero. Cuando las exportaciones en tal sector bajaban y las importaciones subían, sí que se ve que baja el empleo en la manufactura. Y ahí es donde aparecen las causas políticas, pues estas variaciones de comercio exterior están causadas, en gran parte, por los Tratados de Libre Comercio, que sistemáticamente han favorecido a las grandes empresas transnacionales a costa de la clase trabajadora. En realidad, gran parte de las importaciones son de productos de empresas manufactureras estadounidenses o de otras nacionalidades que producen para el mercado de EEUU, pero que se han desplazado a otros países (China o México) en busca de salarios más bajos y condiciones de trabajo peores que las existentes en EEUU. Y de ahí se explica la animosidad de los barrios obreros de los Estados donde la manufactura se concentraba, como Míchigan, Pensilvania, Ohio y Wisconsin, que habían votado demócrata siempre (incluido al candidato Obama en el 2008) pero que este año votaron al candidato Trump, puesto que este (y, todavía más, Sanders) había denunciado los Tratados de Libre Comercio. Vayan a ver dichos barrios y verán los resultados de estos Tratados, como el NAFTA (el tratado entre EEUU, Canadá y México).
Pero el impacto de los Tratados de Libre Comercio es mucho mayor que el producido por el desplazamiento de las fábricas y sus puestos de trabajo previamente localizados en el territorio de EEUU a otro país. En tal desplazamiento se pierden puestos de trabajo estadounidenses, pero el mayor impacto de este traslado no es solo el traslado en sí, sino el miedo y temor que se esparce entre todos los trabajadores del sector manufacturero, pues la amenaza, por parte del empresario, de irse a otros países y cerrar el lugar de trabajo es una amenaza constante, amenaza que es cada vez más real como consecuencia del enorme debilitamiento de los sindicatos, consecuencia, de nuevo, de leyes y normas antisindicales, aprobadas por los gobiernos tanto republicanos como demócratas y tanto a nivel federal como a nivel estatal (que quiere decir de los Estados autonómicos).
La introducción de la variable tecnológica es una variable política
Este intento de despolitizar lo que es profundamente político aparece también en la promoción (por parte de los establishments político-mediáticos) del argumento de que la revolución tecnológica nos está llevando a un futuro sin trabajo, olvidando que lo importante no es la revolución tecnológica en sí, sino el tipo, orientación y modo de aplicación de dicha revolución. El mundo del futuro, como el mundo del presente, será lo que las relaciones de poder (sobre todo de clase social) determinen. Hoy, como resultado del enorme dominio del mundo del capital en la configuración de la forma y utilización de los cambios tecnológicos, el mundo del trabajo está siendo debilitado enormemente, utilizando dicho capital la revolución tecnológica para debilitar más y más a este mundo.Si las relaciones de poder cambiaran, con el mundo del trabajo en control del desarrollo tecnológico (tanto en su contenido como en su puesta en marcha) tal desarrollo podría orientarse en otras direcciones favorables a la mayoría de las clases populares, facilitando la eliminación del trabajo indeseado, la reducción del tiempo de trabajo (el crecimiento de la productividad ocurrido en los últimos 50 años permitiría una reducción muy notable del 30% de su tiempo) y su mejor distribución, así como la notable expansión de puestos de trabajo en las áreas sociales (como sanidad, educación, servicios sociales, vivienda, cuidado de la infancia y ancianidad, entre otros) y energéticas, estableciendo nuevas formas de energía y cambios en el sistema productivo. Las necesidades en estos sectores son enormes, necesidades que hoy están muy desatendidas, realidad que es especialmente acentuada en países donde tal mundo del trabajo es débil, como en el sur de Europa, incluyendo España.
Así es, esas necesidades sociales, con esos servicios que escasean, están muy desatendidas. Y sí, nunca estuve de acuerdo con lo de que "las máquinas van a sustituir a la humanidad", sandez que se dice aquí, donde se defiende el dinero electrónico y se habla sibilinamente de la geoingeniería http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/entrevista-yval-noah-harari-homo-deus-5482036 y aquí, lo mismito http://cultura.elpais.com/cultura/2017/01/18/television/1484756365_762561.html y en un blog, se despolitiza también lo que pasaría con una era de glaciación, echando las culpas al clima, je,je,je,jeee...https://atraviesalodesconocido.blogspot.com.es/2016/10/se-acerca-una-mini-glaciacion-para-2019.html?showComment=1485031644900#c3703125999929339142
ResponderEliminarHola Marga. El problema es doble: por una parte las máquinas son medios de producción y están en manos de cuatro. Por otra para producir hay que pelearse por los recursos. Lo que dice Navarro es que da igual que nos sustituyan o no, el capital va a estar siempre en las mismas manos, y el hambre en las mismas barrigas.
EliminarEl cambio de clima es producto de la desbastación humana, que es la locura del capital. Incluso si el clima cambia naturalmente la catástrofe será por culpa de la mala distribución de recursos.
Salud!
Lo de que "para producir hay hay que pelearse por los recursos" se referirá a los monopolios, a la mafia acaparadora, me imagino que quieres decir y sí, sé lo que dice Navarro. En cuanto al "cambio de clima" o "calentón global" este es un timo, es la NUEVA RELIGIÓN o "ideología RELIGIOSA" o "religión IDEOLÓGICA" y el 90% de la población se la traga con patatas fritas. En mi enlace, se habla de una posible miniglaciación para el 2019, y echan las culpas de las muertes de frío, al CLIMA, ya que "éste hará que haya más demanda que oferta y se incrementarán los precios", o sea, que ese incremento se contempla como "otro fenómeno natural" igual que esa glaciación.
EliminarPelearse por los recursos significa tener un ejército dispuesto a arrasar con las poblaciones que habitan en la zona de extracción. El Extractivismo. La lucha es literal, a muerte.
EliminarLos efectos del cambio climático no son sharktornados, son desertización, deforestación y perdida de biodiversidad. Si estamos de acuerdo los dos creemos en el cambio climático. Si no lo estamos alguien tiene un problema. Esperar otra glaciación si que parece bizarro.
Salud!
Claro, todo eso de lo que hablas son violaciones de los derechos naturales de los hombres y las mujeres, de los seres humanos y su entorno, pero lo que nos venden, no tiene nada que ver con eso y sí solo con el CO2 y que somos unos parásitos, por eso al autoabastecimiento, lo llaman "autoconsumo", por ejemplo y ya hay crónicas de épocas anteriores en las que floreció muy pronto, por ejemplo, crónicas al parecer de una Groenlandia verde ("Tierra verde" dicen que significa Groenlandia...), etc. No creo en el cambio climático pero SÍ en la contaminación, el despilfarro de recursos, el impacto ambiental del ser humano sobre el planeta, que es distinto al impacto del resto de seres vivos, en eso sí creo. Sí es parecido a lo que dices solo que yo lo llamo contaminación, actividades anti-ecológicas.... pero lo del cambio climático, no está demostrado y de hecho, POR ESO cambiaron el nombre, pues antes se llamaba "calentamiento global". ¡¡Salud!!
EliminarEn el ejemplo que se pone, la productividad no mejora, se sustituye a un obrero por una máquina, y la producción se mantiene pero los costes bajan a largo plazo (una vez amortizada la inversión), esa es la trampa.
ResponderEliminarDa igual entonces llevar la empresa a Bangladesh, la producción no mejora, lo que bajan son los costes.
El problema de la robótica es que cambia el modelo de sociedad, en cuanto unos trabajos ya no son rentables por los obreros humanos pero hacen falta especializar a otros para los nuevos trabajos (programados, ajustador, mantenedor...). Así los humanos no especializados o los sobrantes, solo pueden optar a el sector servicios ...hasta que llega el camarero robot, porque recepcionista ya se usa en Japón.
Salud! y Viva el Ludismo.
Como le respondí a Margarita el problema es que nos sustituyan o no los medios siempre serán privados y sus beneficios no se distribuirán. Y da igual que haya 1 solo productor mundial o 1000. El dinero nunca llegará y no dejará de aumentar el ejército de reserva. ¿Quienes son hoy en día los imprescindibles? Ya hay doctores online, abogados, jueces, profesores...
EliminarEl capitalismo es un periodo pasajero pero mortal que ya cuenta con los días contados.
Salud!
La tecnología no tiene como finalidad la productividad en si, sino la eficiencia o mejor dicho la efectividad: que sería la unión de eficiencia y la eficacia, es decir busca lograr un efecto deseado, en el menor tiempo posible y con la menor cantidad de recursos.
ResponderEliminarEl fin de la técnica y la tecnología en el sistema capitalista es reemplazar al trabajador y apartarlo de la producción de mercancías, o como dice Piedra desplazarlo a otros sectores como el servicios. Sin embargo si tiene un sentido ese desplazamiento porque entre otras cosas y como decía nuestro compañero José Luis; "las máquinas o los robots no hacen revoluciones".
Por lo tanto creo que es una cuestión estratégica no productiva.
Salut i força al canut.
Como dice piedra su misión principal es alejar a los trabajadores de los medios de producción, el resto son beneficios extra, así que te doy la razón, es estratégica.
EliminarY el verdadero problema o beneficio no es su capacidad, es la distribución de sus beneficios; y sus residuos.
Es curioso que nosotros los obreros no hayamos encontrado un modo eficiente de distribuir sin caer en el sistema capitalista. Las cooperativas por ahora no han dado los resultados esperados.
Salud!