El universo es infinito.
De nada sirvió llegar al confín
para esconderse.
Los orbes negros
encontraron al rebelde.
La plataforma metálica, con gigantes podiums, flotaba sobre el cosmos
Ambos guardianes infernales
me sujetaban las manos.
Esbirros cibernéticos
lentes rojas de odio, etéreos.
Cuando me di cuenta me desdoblé.
El juicio era con el padre, pero solo hacía como que le importaba!
El güero, mooladhara-agnya,
antes que el castigo,
saltó prefiriendo muerte.
No fue suficiente.
- Morirás en un infierno alienígena -
Me negaron el suicidio!
- No tendrás tal satisfacción- gruñían.
- No te librarás
tan fácilmente del castigo-
escupía en mi mente la esfera plateada.
El redentor argénteo lo interceptó con su rayo pránico amarillo.
Condenado a la materia,
fue llevado con los reos
de infinitos mundos.
Encerrados en containers orbitales
en una eterna noria por el vacío.
Vagaréis sin descanso, os descuartizareis sin espacio.
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