Hasta el momento existen unos doscientos cincuenta estados y otras doscientas empresas en el mundo que manejan un presupuesto similar o mayor a los mismos. Millones de ciudadanos de países forman plantillas de millones de trabajadores para las corporaciones.
La concentración de capitales propicia la concentración del poder a escala mundial. El poder económico se reconcentra tan rápido como lo permite la tecnología. El dinero compra poder, las corporaciones ejercen la soberanía.
El poder económico se ejerce en torno a las instituciones políticas.
- Proporcionando los servicios que los Estados no asumen o privatizan.
- Los bancos proporcionan ingentes cantidades de dinero, la sabia del sistema, para hacer frente a los presupuestos, estableciendo relaciones comerciales.
- Son empresas las que pagan las campañas políticas.
- Son empresas las que confeccionan las leyes que se presentan en los parlamentos para ser aprobadas y los sobornos necesarios para aprobar leyes que les favorecen. Meros sobresueldos, también llamados comisiones.
- Ejércitos privados montan guerras, controlan territorios, edificios, mercancías, hacen de policías.
Con todo el poder político en sus manos el siguiente paso lógico es eliminar a los políticos y ejercerlo directamente
Como elementos transmisores del poder de las corporaciones hacia el pueblo los políticos mantiene ciertas atribuciones, pero su necedad y mezquindad no deja de irritar a las élites económicas. Su necesidad es cada vez menor, como atestiguan las experiencias del inicio del milenio.
En este camino se observa cómo los políticos son menos necesarios que nunca, como demuestra la aparición de gobiernos tecnocráticos, desligados aparentemente de orientación política. Gobiernos ilegítimos en los últimos 10 años: Mario Monti en Italia, Gordon Bajnai en hungria, Lucas Papademos en Grecia, Jan Fischer en Chequia, Presidentes puestos por los bancos para que los países actúen conforme a sus reglas.
Se mantiene porque detentan ciertas atribuciones, como el poder coercitivo del ejército y la policía. E incluso eso está pasando a manos privadas.
Las asociaciones supranacionales ejercen la nueva soberanía. La Comunidad Económica Europea rige la política de 30 país convirtiendo a sus gobiernos en engorrosas correas de transmisión que deben ser superadas.
¿Un mundo sin políticos, y después? De la tiranía política a la tiranía corporativa
La Política de Estado favorece los Monopolios, alejados del impacto social. La ley la imponen las Corporaciones, que colocan sus productos en un mercado cada vez más escaso. La justicia sigue a las leyes, ajustada a los intereses empresariales. Los monopolios copan los mercados. Los servicios son privados y el que no paga no tiene. Alza de precios y paro. Miseria y esclavitud. Nada que no conozcamos ya.
El control al individuo es total, nada puede salirse de la sociedad creada, el nuevo corral. Es el escenario que perfectamente representa Estados Unidos y al que poco a poco tienden el resto de países que no viven ya en la tiranía.
Luchar contra las empresas es luchar contra el sistema que mantienen y la subyugación presente.
Organicémonos fuera de su política, que es lógica de los mercados, dominados por los bancos.
Autogestión ya!
Pero ¿por qué eliminar a la clase política si ya es parte de las corporaciones, si el Estado es un departamento más de las mismas? Al capitalismo no le interesa la desaparición del "Estado-Comisaría", siempre y cuando pueda controlarlo como, de hecho, lo controla. Miquel Amorós lo explica muy bien en una charla que publiqué, en dos vídeos, en mi canal: http://arrezafe.blogspot.com.es/2013/08/la-voluntad-popular-secuestrada-miquel.html
ResponderEliminarLa autogestión y la organización al margen de la política imperante es algo fundamental, pero se necesita una "masa crítica" y una solidaridad que de momento no se ha alcanzado. Me parece más preocupante la falta de conciencia del explotado, que el propio explotador.
Salud!
Estamos en pleno cambio de paradigma, yo estoy convencido de que los políticos sobran, son rémoras, fugas de dinero para los corporativos, y por tal serán inevitablemente eliminados. Si los políticos firman todo lo que dicen los Empresarios ¿Para qué son necesario, se preguntan los empresarios?¿Para tener que pagarles los chalets y las mariscadas? Los políticos ahora les ayudan, pero realmente les sobran.
ResponderEliminarAl capitalismo no le interesan los estados-comisarías, realmente se la pela. Le interesan los beneficios, y por esa parte pierden mucha pasta. Si para conseguir el dinero el mundo es una cárcel a ellos no les importa.
Veo a una masa convencida, concienciada, como el 15-M, una masa crítica, pero incapaz de cambiar el modelo social. No saben, no quieren, no lo han practicado. Me parece más preocupante la falta de práctica que la de conciencia. Se aprende de la experiencia. Las okupas, colectivizaciones, colectivos, cooperativas, sindicatos son más necesarios que nunca, pero no hay suficientes ni somos suficientes militantes.
Salud!
Yo sigo pensando que el estado es quien manda, algunos políticos forman parte de esas corporaciones, se podría decir que son parte del capital del estado, pero lo fundamental sigue siendo el estado que controla las leyes económicas y el ejercito.
ResponderEliminarSobre lo de organizarse, es muy difícil, la izquierda ha hecho mucho daño mediante la socialización de la masa, el estado del bienestar ha destruido a la sociedad y los que tienen una mayor empatía o sensibilidad terminan cayendo en las trampas del sistema, como el mencionado 15M.
Los pobres, piden más, quieren ser ricos, quieren que todo el mundo sea rico, no les importa a que precio, no piensan que es imposible y que alguien tiene que pagar la cuenta, sea en este país o en otro o incluso no ya un país sino el propio planeta sobre-explotado. Ninguno de ellos está dispuesto a renunciar a ninguna de sus comodidades, de sus lujos, de su tecnología inútil... pero quieren que el mundo cambie.
El mundo no cambiará hasta que la gente no despierte y entienda las trampas del capital y las cosas sin valor que ofrece y que nos esclavizan, necesitamos renunciar a todas las chorradas que nos rodean y que pensando que nos hacen felices, son las culpables de nuestras miserias y las de todo el planeta.
Saludos.
Hola Piedra. La separación entre Estad y Corporación se diluye. El Estado tuvo su edad de oro con la política del wellfare y ahora vuelve a amainar ante las oleadas neoliberales de privatización.
ResponderEliminarEstoy contigo en que es realmente liberarse de toda la basura mental transversal a la que nos somete el capitalismo. Ese, junto con los medios de represión, son los verdaderos alienadores sostenedores del sistema.
No me gusta la palabra "renuncia", parece que se está dejando de usar algo "positivo". En cuanto se llega a un grado de conciencia no se renuncia, se Rechazan esos lujos y comodidades, porque son ficticios. Atienden a un modo de vida demencial, los ostentan psicópatas. Comer caviar, más allá de un gusto, es un símbolo de poder.
Salud!