Un virus informático infectada el ordenador del centro de operaciones de drones Predator y Reaper, de la base aérea de Creech, Nevada. Los hechos fueron puestos de manifiesto por la revista online de tecnología “Wired” de EE.UU. La Fuerza Aérea Vigésimo Cuarta fue alertada del problema mediante la lectura del artículo en la revista. Poco después emitió un comunicado en el que se afirmaba que el virus "No representa una amenaza para nuestra misión operativa" “No ha impedido hasta ahora la realización de misiones”. “No hay hasta el momento indicios de fugas de información”. Se sospecha que el malware se introdujo a través de unidades de memoria extraíbles para cargar las actualizaciones de mapas y videos de transporte de la misión de un ordenador a otro. Las bases aéreas han recibido la orden de dejar de usarlos hasta que se solvente el problema.
En cuanto al virus se hace presente cada vez que el operador presiona los botones de los comandos del equipo remoto y dirige a los aviones no tripulados utilizados en misiones en Afganistán y otras zonas de guerra. Se ha resistido a los numerosos esfuerzos para ser eliminado. ''Conseguimos quitarlo y siempre regresa” “Creemos que es benigno, pero en realidad no lo sabemos''. Los especialistas del equipo de seguridad militar, ni siquiera pueden decir si el virus se ha introducido intencionalmente o se ha infiltrado por casualidad, ni son capaces de de decir cuánto se ha propagado. Sin embargo, están seguros de que la infección ha afectado también a las herramientas secretas de la base aérea y equipos de Cheek. Cabe la posibilidad de que los datos hayan sido 'capturado' por 'keyloggers' (herramienta capaz de interceptar todas las claves a medida que escribe en el teclado) y publicados en Internet o enviar a alguien.
No es la primera vez que sucede. En 2008 el gusano agent.btz infectó cientos de ordenadores en el departamento de Defensa del Pentágono, y todavía no han sido de eliminarlo completamente.
Los drones se han convertido en la herramienta de guerra clave en los conflictos americanos actuales. Se calcula que un dispositivo de 30 drones dirigidos por la CIA ha realizado más de 230 misiones en pakistán, asesinando unos 2000 sospechosos de militancia en grupos terroristas. 150 unidades desplegadas entre Irak y Afganistán. 92 misiones en Libia entre abril y agosto de este año. Son baratos, requieren poco mantenimiento, no reciben pensiones y no se mueren y lo más importante, no piensan.
La seguridad de los drones da qué pensar. En 2009 se dieron cuenta de que los drones no encriptaban los videos que enviaban a las tropas de tierra. Descubrieron videos de seguimiento “día a día y hora a hora” en portátiles de la resistencia iraquí.
Como en la guerra de los mundos, estos monstruos caen bajo la fuerza de unos seres molestos, los virus, pero que por lo visto de los más útiles. La pena es que no se introduzcan en bancos. Si el precio de mantener alejada a la maquinaria de guerra es tener que lidiar con estos electroduendes seré el primero en abrir todos los troyanos que pueda.
Error del sistema!
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