- Corrupción mantenida por las oligarquías nacionales que favorecen las mafias extranjeras incluida la UE y la fuga de capitales.
- Clientelismos y dependencias que asegura el control político. Alentados por los gobiernos e intereses políticos, y sostenida por la red de compromisarios de más de 500 mil funcionarios, en un país de 10 millones de habitantes.
- Falta de recursos- al no producir sus propios bienes y servicios requiere de su "importación", que al pasar por el tamiz de la corrupción y el clientelismo hacen del griego un sistema inviable.
El paso dado por el Gobierno griego se enfoca en este tercer problema, pero será una medida totalmente inútil si no logra contener la corrupción y el clientelismo. De hecho, si los hubiesen aplacado habría visto aumentar el volumen de recursos a pesar de las imposiciones de la Troika. Medidas como aumento de inspectores, renovación de cargos públicos, empresarial, de las cúpulas militares y policiales. Nada han hecho porque nada pueden hacer. La oligarquía local, banqueros y militares de siempre son demasiado fuertes.
Por lo tanto no vemos en la medida Griega una voluntad de cambio y si una medida de presión a los acreedores/ bancos alemanes para que disminuyan la presión y poder mantener las cosas como están durante más tiempo. De hecho el BCE ya ha renovado su línea de crédito para el país. Por mucho que su gobierno lo evite Grecia va a tener que cambiar si o si.
Como se menciona insistentemente desde este blog la independencia económica es esencial para procurarse bienes y servicios en momentos de crisis. Los griegos que no lo aprendieron durante la minicrisis de 2008 lo aprenderán ahora. Y nosotros, tenemos que prestar atención a la lección, porque somos los siguientes.
Aquí el famoso Manual de Soberanía económica: vivir sin bancos! Servicios económicos alternativos
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¿Qué significa para Grecia y Europa el corralito? magnet.xataka.com
Ya hablamos hace unos días del Grexit y cómo se había llegado hasta esta situación en Grecia. Las últimas 48 horas han sido un goteo constante de noticias a cada cual más tumultuosa que acaba de culminar con la comparecencia de Alexis Tsipras en la televisión griega para anunciar un corralito bancario que se mantendrá por ahora hasta el próximo 6 de julio.
Pero... ¿qué implica exactamente para Grecia y para el resto de Europa ese corralito y el referendum del próximo domingo?
¿Cómo hemos llegado hasta aquí y qué se va a votar exactamente?
Además de lo que ya comentamos en nuestras 21 preguntas y respuestas para entender el Grexit, los últimos días han sido muy intensos tanto para el Gobierno griego como para los negociadores europeos y del FMI.
La situación estallaba en el comienzo del fin de semana: Grecia, en plena negociación con los acreedores, convocaba por sorpresa un referéndum sobre el acuerdo con la Troika, y lo hacía fuera del plazo de vencimiento del plan de rescate (el 30 de junio como fecha límite, el 5 de julio el referendum). Simultáneamente, el gobierno griego se levantaba de la mesa de negociación con el Eurogrupo: éste es el último borrador sobre el que se estaba trabajando.
Realmente, los ciudadanos griegos no saben ahora mismo qué propuesta es la que van a votar el próximo domingo, ni las consecuencias que tendrá un teórico NO a ratificar los acuerdos con sus acreedores. El BCE por su parte, ha realizado hoy el movimiento esperado: prorrogar el ELA (línea de crédito a la banca griega) en los niveles que estaban el viernes, pero supeditándolaen principio a las decisiones que se tomen mañana.
Mientras tanto, el escenario que se plantea en Grecia, tiene un color muy feo para la población griega.
¿Qué es un corralito y qué supone?
El corralito bancario o "control de movimiento de capitales" es una medida que persigue frenar la retirada de pasivos del sistema financiero bancario. Un pasivo dentro del sistema financiero es el dinero que el banco "le debe" a sus depositantes y un activo, el volumen de deudas que los clientes tienen contraídos con la propia entidad mediante, por ejemplo, préstamos (u otros instrumentos de crédito).
La estabilidad de una entidad financiera (o de la suma de todas, en el caso de Grecia) está medida por el equilibrio entre los créditos concedidos por estas entidades y el volumen de depósitos y saldos en cuentas corrientes que tienen. Lo que está pasando en Grecia desde hace varios meses es que el dinero en depósitos y cuentas corrientes está dejando el sistema financiero griego, pero no se están cancelando deudas al mismo nivel. Dado que la convocatoria de un referéndum con un teórico NO, abocaría a Grecia a un impago de su deuda pública, el primero que pone pies en polvorosa es el dinero del país.
Al no llegar más más dinero del mecanismo del ELA desde el BCE al sistema financiero griego, es necesario paralizar las retiradas de pasivos fuera del sistema bancario. Por ese motivo, las medidas que se imponen son el bloqueo a la fuga de efectivo de las entidades financieras así como la limitación a las transferencias internacionales.
De cara a los ciudadanos griegos, esto supone que:
- Mañana lunes no podrán hacer operaciones, puesto que no abren las entidades financieras ni tampoco la bolsa, al haberse decretado festivo;
- a partir del martes, sólo podrán realizar transferencias nacionales;
- sólo podrán retirar efectivo con un límite de 60 euros por cuenta corriente;
- no podrán cobrar cheques en efectivo;
- y es de suponer que las transferencias internacionales que se hagan fuera de Grecia requerirán la autorización expresa del Ministerio de Economía griego.
Las consecuencias en la vida diaria
Lo primero que ocurre con un corralito es que no se sabe cuándo terminará, no se sabe cómo y, menos aún, no se sabe qué va a pasar con el dinero que tienes en la entidad financiera. Con estos interrogantes, si pensamos por un segundo cómo se siente la población griega, nos debe entrar un ataque de pánico.
La población que está sometida a un corralito comienza a desconfiar automáticamente de todo el sistema financiero y, por ende, todo el comercio prefiere el pago en efectivo antes que el pago bancario. Pera va más allá: experiencias pasadas en corralitos han terminado con la pérdida de gran cantidad del dinero que estaba depositado en las entidades financieras, bien por redenominación de las monedas a otras, bien por confiscación, bien porque el propio fondo de garantía de depósitos no es capaz de absorber la demanda de pasivos (saldos depositados en bancos) frente una nula cancelación de activos financieros.
Por otra parte, todos aquellos cuyos ingresos dependen de la propia economía estatal, tienen bastantes motivos para estar realmente preocupados. El problema en Grecia es de falta de dinero para hacer frente a sus obligaciones con pensiones, con nóminas de empleados públicos o con el gasto corriente. Un default implica impagar a los acreedores, pero implica también que el propio Estado no tiene dinero suficiente para atender sus gastos corrientes totalmente.
¿Qué sucede con el Euro y el resto de países?
Vamos a enfrentarnos en Europa a la semana más negra del euro desde su creación, porque es la primera vez en la historia que un país integrante del club del euro tiene que imponer un mecanismo de control de capitales y, probablemente, sea Grecia el primer país que hace un default parcial el próximo día 30 al no atender los pagos pendientes con el FMI.
El Gobierno de Tsipras acaba de enviar una propuesta nueva a Europa sobre la renegociación de los términos del plan de rescate, pero sea como sea, el referéndum está convocado y, hasta el próximo lunes, el propio gobierno griego no está en disposición de firmar nada en Europa si quiere contar con el respaldo de las urnas.
La duda que planea sobre el euro es si seguirá teniendo 19 miembros, si Grecia y sus ciudadanos serán capaces de aguantar una semana en estas condiciones, si el propio gobierno heleno puede afrontar con solvencia sus pagos corrientes y si Europa no rompe la baraja finalmente y los bancos griegos caen, aun estando en situación de control de capitales.
Tomada Grecia como espejo y sabiendo que la corrupción y el clientelismo desbocados consumen a esta €uropa podremos prever cuál será nuestro destino. No soy alarmista ni apocalíptica pero esta situación no puede terminar bien (ni siquiera para Alemania). Puede que ese sea el plan desde el principio, dejar sin soberanía a los países a merced de los mercados y a lo ciudadanos con la impresión de que nada pueden hacer. En fin, de algo hay que morir ¿no?
ResponderEliminarSaludos.
Como bien dices Mor esto no pinta bien ni si quiera para Alemania, a no ser que tenga un plan B. El último mercado, áfrica, se está abriendo coincidiendo con el pico del petróleo. Las guerras ya no son rentables, ya no hay nada que expoliar. ¿Nada? Siempre queda algo.
EliminarDe algo hay que morir y moriremos todos, pero yo de aquí no me voy sin dar guerra, que al fin y al cabo es luchar por el futuro de los que vengan. Que no se diga que no les ayudé!
Salud!
De momento, la mega-oligarquía al mando no ha optado por el golpe de Estado (que de producirse sería el segundo dado en Grecia en apenas un año), pero no me cabe duda que esa opción no está descartada. Si la tremenda presión económica y mediática a que está siendo sometido el "insolente" gobierno griego no surte efecto, estos troiko-cabrones son capaces de todo.
ResponderEliminar_________________________________________________
Pablo, te dejo este enlace acerca de Google y sus siniestras intenciones.
http://escomberoides.blogspot.com.es/2015/06/time-to-disconnect-artilleria-inmanente.html
Salud!
Ya hemos visto en otros post que el golpe de estado es una amenaza constante. Lo bueno es que en un mundo en decrecimiento no hay mucho que ganar. El gasto generado avivará el nido de vívoras y se acaban degollando entre ellas. Es siempre algo a tener en cuenta.
EliminarEl link muy bueno.Muchas gracias. Entre mordazas y arañas en la red no damos abasto para sustos.
Salud!