El caso Freedom Press
El supreagente Roger Pearce, que llegó a ser encargado europeo para la seguridad y royos varios con Al-qaeda hasta que lo cazaron de vellón -para los interesados que se lean su biopic-, estuvo en activo por lo menos 30 años. Para infiltrarse siguió varias pautas:
- Iva camuflado con gafas a lo Trotsky y perilla.
- Algunos apuntan que también podía haber sido introducido por una novia activista.
- tenía un curriculum que le hacía valiosos para la organización y
- usaba "el truco del del chofer" - ofrecer acercar en coche a los compañeros-, al parecer un tema recursivo en UK.
En lo político:
- un discurso impecablemente correcto y asumible en la tradición libertaria
- un interés muy marcado en un tema, en este caso el movimiento unionista -no independentista- norirlandés.
Seis artículos en una publicación anarquista y un traje bien planchado le bastaron para llegar a su objetivo, las comunidades unionistas del Ulster. Absolutamente nada hacía sospechar de él, ni si quiera su particular interés por el IRA.
Una Historia llena de infiltraciones
Hasta el momento se han confirmado y descubierto cientos agentes infiltrados en un periodo de 40 años, 11 de ellos en grupos anarquistas. Ahora que lo han cazado Pearce escribe libros con sus azañas.
Instituciones de todo tipo usan agentes infiltrados bien para controlar bien para instigar. Todos recordamos los históricos casos de "Fernando Perez " y el GRAPO o El Lobo y ETA. Nadie sospechaba nada de ellos. El Caso Scala fue producto de una infiltración con fin instigador, lo que hoy se denominaría un ataque de bandera falsa. La última maniobra extensiva de la que tenemos conocimiento se produjo esta semana: "LaUniversidad Estatal de Michigan envió nueve policías "encubiertos"a la protesta contra Richard Spencer [supremacista blanco]- pero dice que no es vigilancia" 30.3.2018
Somos objeto de ataques directos en forma de detenciones arbitrarias (caso pandora, piñata, araña...), tanto como de falsa bandera (en los últimos tiempos el Comando Mateo Morral). En las manis más multitudinarias podemos ver policías infiltrados en grupo (manifestación 25-S 2012 "que soy compañero, coño!").
¿Somos tan importantes como para que nos infiltren?
- un interés muy marcado en un tema, en este caso el movimiento unionista -no independentista- norirlandés.
Seis artículos en una publicación anarquista y un traje bien planchado le bastaron para llegar a su objetivo, las comunidades unionistas del Ulster. Absolutamente nada hacía sospechar de él, ni si quiera su particular interés por el IRA.
Una Historia llena de infiltraciones
Hasta el momento se han confirmado y descubierto cientos agentes infiltrados en un periodo de 40 años, 11 de ellos en grupos anarquistas. Ahora que lo han cazado Pearce escribe libros con sus azañas.
Instituciones de todo tipo usan agentes infiltrados bien para controlar bien para instigar. Todos recordamos los históricos casos de "Fernando Perez " y el GRAPO o El Lobo y ETA. Nadie sospechaba nada de ellos. El Caso Scala fue producto de una infiltración con fin instigador, lo que hoy se denominaría un ataque de bandera falsa. La última maniobra extensiva de la que tenemos conocimiento se produjo esta semana: "LaUniversidad Estatal de Michigan envió nueve policías "encubiertos"a la protesta contra Richard Spencer [supremacista blanco]- pero dice que no es vigilancia" 30.3.2018
Somos objeto de ataques directos en forma de detenciones arbitrarias (caso pandora, piñata, araña...), tanto como de falsa bandera (en los últimos tiempos el Comando Mateo Morral). En las manis más multitudinarias podemos ver policías infiltrados en grupo (manifestación 25-S 2012 "que soy compañero, coño!").
¿Somos tan importantes como para que nos infiltren?
Muchas nos preguntamos ¿Somos tan importantes como para que se infiltren en nuestras organizaciones? En cuanto cruzan datos todos somos importantes. ¿Qué puede tener de valioso una distri, una okupa o una feria del libro? Más de lo que creemos. Nuestras organizaciones se sitúan en la base del entramado social. Para controlarlo hay que desarmarlas, y hay que empezar por algún lado.
La poli tiene una idea intuitiva de este entramado, pero la secreta - CNI y Brigada de Información- va mucho más allá. Ellos llenan las comisarías de pósters con diagramas de vínculos entre organizaciones y fotos de sospechoso, intentando encontrar a los líderes no declarados. Los infiltrados llenan los huecos y unen puntos. No hay otra forma de controlarlo que infiltrándose. Los modernos sistemas de análisis cruzan datos en instantes, hacen los diagramas y les dicen a los sicarios a quién detener.
Si el Estado se regodea en sus cloacas, si la represión ha cambiado, si la guerra ha cambiado, si se ha hecho multidimensional, no solo hay que esperar la represión clásica a base de palos y montajes policiales, también hay que esperar montajes mediáticos, embrollos judiciales, envites económicos, acoso de bots a través de redes sociales y todo tipo de artimañas. ¿Estamos preparados? Es más ¿Somos capaces de dar el primer golpe?
Cómo abordar la seguridad de las organizaciones
Te van a engañar, han sido entrenado para ello. Tan absurdo como no reconocer que en nuestras organizaciones hay fugas y filtraciones es no reconocer que somos objetivo y presa de esta mafia organizada que es el Estado y su brazo armado, que es la policía.
Para hacernos una idea de cómo abordar el tema podemos hacer una comparación con lo que sucede en la red al respecto de la seguridad. Si queremos evitar las filtraciones y sus efectos, detenciones y multas, se recomienda tener unos elementos mínimos de seguridad. Nuestra organización, por pequeña que sea o insignificante que creamos que es, debe mantener también unos cuidados mínimos de discreción y secretismo con el fin de minimizar las fugas. Este tiene dos niveles, uno individual y otro colectivo. Y las acciones deben ir encaminadas a salvaguardar tanto las identidades como las acciones y los documentos y datos.
La poli tiene una idea intuitiva de este entramado, pero la secreta - CNI y Brigada de Información- va mucho más allá. Ellos llenan las comisarías de pósters con diagramas de vínculos entre organizaciones y fotos de sospechoso, intentando encontrar a los líderes no declarados. Los infiltrados llenan los huecos y unen puntos. No hay otra forma de controlarlo que infiltrándose. Los modernos sistemas de análisis cruzan datos en instantes, hacen los diagramas y les dicen a los sicarios a quién detener.
Si el Estado se regodea en sus cloacas, si la represión ha cambiado, si la guerra ha cambiado, si se ha hecho multidimensional, no solo hay que esperar la represión clásica a base de palos y montajes policiales, también hay que esperar montajes mediáticos, embrollos judiciales, envites económicos, acoso de bots a través de redes sociales y todo tipo de artimañas. ¿Estamos preparados? Es más ¿Somos capaces de dar el primer golpe?
Cómo abordar la seguridad de las organizaciones
Te van a engañar, han sido entrenado para ello. Tan absurdo como no reconocer que en nuestras organizaciones hay fugas y filtraciones es no reconocer que somos objetivo y presa de esta mafia organizada que es el Estado y su brazo armado, que es la policía.
Para hacernos una idea de cómo abordar el tema podemos hacer una comparación con lo que sucede en la red al respecto de la seguridad. Si queremos evitar las filtraciones y sus efectos, detenciones y multas, se recomienda tener unos elementos mínimos de seguridad. Nuestra organización, por pequeña que sea o insignificante que creamos que es, debe mantener también unos cuidados mínimos de discreción y secretismo con el fin de minimizar las fugas. Este tiene dos niveles, uno individual y otro colectivo. Y las acciones deben ir encaminadas a salvaguardar tanto las identidades como las acciones y los documentos y datos.
Salud! PHkl/tctca