Nicolas Hulot marca el signo de nuestros tiempos. Es el típico rico emprendedor más zoófilo que filántropo, el batman del ecologismo. Fotógrafo, aventurero, cineasta y periodista, se hizo famoso. Al final acabó teniendo su propia ONG, la Fundación por la Naturaleza y el Hombre. Admirable. Su fama siguió creciendo, como su número de chaquetas. Se presentó a la presidencia por los Verdes contra Sarkozy en 2012 y acabó en el gabinete de Macrón en 2017. Se puede decir que es una persona entregada al ambientalismo, un gran activista, que cree de veras en la causa, un soñador, un visionario que piensa que la política puede cambiar el transcurso de los acontecimientos y que vivimos en el mejor de los mundos posibles.
Hulot fue encargado de una noble tarea, su sacrosanta misión en el gobierno era introducir los cambios necesarios para guiar a Francia hacia la transición energética. Como ecologista y ministro creía conocer la magnitud del problema. Este verano tuvo revelaciones; él, que había abordado el problema y dirigido documentales sobre cambio climático vio por sí mismo sus efectos tanto en África -por sus colonias- como en Francia en forma de sequías, inundaciones e incendios incontrolables. Calló entonces del guindo, se dio cuenta de la que la verdadera tarea era titánica: no solo veía la necesidad de paliar las consecuencias del cambio, sino que evitar su ocurrencia suponía cambiar la causa del colapso, la actividad del hombre plasmada en el modelo productivo y consumidor de la época; en pocas palabras, cambiar el capitalismo.
Él esperaba influir en el resto de ministros para que introdujeran algún cambio en sus respectivas carteras. Básicamente
Antes extinguirse que cambiar el sistema
Bum! El desencadenante de su dimisión es que como ministro no puede hacer nada por evitar el cambio climático, ni si quiera solo en Francia. Todas sus ideas sobre poder popular mediante las urnas por los suelos. No encuentra voluntad política. Y no solo en sus colegas, tampoco en sus subordinados, ni si quiera en la oposición, ni en los empresarios. Ni siquiera en los franceses, migrantes, nativos, nacionalistas ni internacionalistas; tampoco en los extranjeros. Está solo.
Y Bum! durante toda la entrevista insiste una y otra vez en que el Gobierno y el Presidente lo están haciendo bien, que hacen lo que tienen que hacer y con eficacia a pesar de que para él es evidente que no es así y por eso abandona el cargo. Hulot, que se marcha de su puesto dolido, afligido, compungido, sollozante... un cromo, sigue defendiendo a capa y espada al partido, al sistema, a sus instituciones y a sus dirigentes. No encuentra salida a la situación, no contempla otras posibilidades organizativas, otras formas de gestión, de redistribución; ni si quiera contempla estudiarlas. Prefiere extinguirse a cambiar. Este es el signo de nuestros tiempos.
Mejor gobernar las ruinas
Si no contemplan otro tipo de solución al problema ambiental que no sea el cruzarse de brazos y seguir con el BAU, es porque los siguientes pasos están previstos. Las catástrofes no se gestionan de forma muy distinta a una guerra o una crisis. Y para después de la catástrofe hay dos posibilidades: que se mantengan las actuales estructuras políticas, en cuyo caso es como si no hubiera sucedido nada a sus ojos; o que no se mantengan las estructuras políticas, es decir, que el sistema pierda componentes. En tal caso el sistema podría encoger hasta su mínima expresión, algo que se puede ver en países con en estados fallidos: el único garante de la ley es la fuerza, por lo que el gobierno se transferirá paulatinamente al ejército.
Si Houlot , que es un visionario, no es capaz de ver el elefante en la sala es simplemente porque no lo quiere ver; no hay nada que hacer. Se ha pasado las últimas décadas apuntando al objetivo que no era, o fingiendo hacerlo. Ha intentado legislar y concienciar sobre la ideología que no era, como la mayoría de los ecologistas mediáticos.
A día de hoy el auge de las derechas nacionalistas es imparable en tanto que aumenta la competencia entre los países y aumenta así el rechazo a los competidores. Sin embargo, la derecha nacional va financiada por el neoliberalismo, por los mismos que detentan el poder gobierne quien gobierne y que promueven dicha competencia en forma de mercado mundial. Los mismos que están produciendo el cambio climático. El ocaso de las izquierdas se produce por la desafección popular a la socialdemocracia una vez comienzan a aplicar el rodillo del neoliberal: competencia, austeridad y privatizaciones. A mi derecha neoliberalismo, a mi izquierda lo mismo. Si Houlot no puede ir a izquierda o derecha, ¿donde irá? Esta es la encrucijada donde se encuentran las mayorías mediatizadas y las élites. El problema sigue ahí larvado, porque incluso dentro del socialismo científico o el comunismo clásico se emplea el capitalismo como medio emancipatorio.
¿Cómo respetar a la naturaleza desde una ciudad? ¿Cómo deshacer las décadas de excesos, aislamiento, individualismo y artificialidad? ¿Cómo cambiar un sistema productivo en manos de un 1% de la población para el cuál trabajan todos los ejércitos del mundo?
Salud! PHkl/tctca
__________
Original -Nicolas Hulot : "Je prends la décision de quitter le gouvernement" - franceinter.fr 28.8.2018
Traducción- traducciones insurgentes 30.8.2018 vía Camino a Gaia
France Inter FR.- Incendios por todo el mundo: en Grecia, en Suecia, en Estados Unidos; inundaciones seguidas de calor extremo en Japón; récord de temperaturas en Francia...; son sólo parte de los acontecimientos notables este verano. Es el trailer de lo que nos espera, según dicen los científicos. Se ha hablado mucho sobre el tema; todas las frases importantes han sido dichas; pero las catástrofes están sucediendo aquí, ante nuestros ojos; estamos asistiendo a ello. ¿Puede Vd. explicarnos racionalmente por qué no está habiendo una movilización general contra todos estos fenómenos y a favor del clima?
Nicolas Hulot NH.- No. No puedo explicarlo. No comprendo que estemos asistiendo todos a la gestación de una tragedia muy bien anunciada con tanta indiferencia.
El planeta se está convirtiendo en una sauna; nuestros recursos naturales se están agotando; la biodiversidad está desapareciendo como la nieve al sol; y esto no está siendo comtemplado como el desafío prioritario que es.
Y sobre todo -y esto que digo es válido para la comunidad internacional- nos estamos dejando la piel en mantener, incluso en reanimar, un modelo económico-mercante que es la culpa de todos estos desastres.
Así que la respuesta a su pregunta es no: no comprendo cómo después de la conferencia de París, después de un diagnóstico indiscutible que no deja de precisarse y de agravarse día a día, este tema queda siempre relegado a las últimas prioridades.
FI.- Por un lado está la apatía de la comunidad internacional y por otro está el gobierno al que Vd. pertenece. El domingo pasado el primer ministro hizo públicas las grandes líneas económicas para el futuro. No dijo ni una palabra sobre ecología en toda la entrevista.
¿Tiene Vd. el sentimiento, después de un año digamos ambivalente en cuanto a la urgencia ecológica, de que la determinación es mayor para este segundo año del "gobierno Macron"; o sólo seguirán ofreciendo "bellas palabras"?
NH.- No son sólo bellas palabras, también hay acción. Ha habido acción a lo largo del año, y, en contra de lo que se dice, Francia hace más que muchos países. No me haga Vd. decir que lo que hacemos es suficiente: no hacemos lo suficiente.
FI.-Europa no hace lo suficiente.
NH.-El mundo no hace lo suficiente.
FI.- ¿Se ha sobresaltado Vd. viendo que en tres páginas de entrevista con Édouard Philippe no hay ni una palabra sobre ecología?
NH.- No me he sobresaltado porque eso es lo habitual. La presión del corto plazo sobre los dirigentes; sobre el primer ministro, es tan fuerte que secuestra las apuestas a medio plazo y a largo plazo. Esta es la verdad.
Porque en la mesa de un primer ministro hay exigencias sociales; exigencias humanitarias -iba a decir- que, legitimamente, dejan siempre de lado los retos a largo plazo, los cuales nos pillan luego a la sociedad con el paso cambiado.
Porque es una enorme puesta en cuestión de todo. Y nos quedamos siempre con esta ilusión de que la apuesta ecológica, -y esta palabra reductora lleva en sí su contradicción- es un reto cultural; de las sociedades; de la civilización; y no nos hemos puesto en absoluto en marcha para abordarlo de esta manera. Yo estoy en este gobierno, dirigiendo una transición de sociedad y de cultura, pero estoy solo intentando este cambio.
FI.- ¡Está Vd. solo intentando el cambio! ¿Está Vd. solo en este gobierno?
NH.- Escuche, hay que decir las cosas francamente. El primer ministro, el presidente de la república, han sido conmigo, durante estos 14 meses, de una afección, de una lealtad, de una fidelidad absolutas. ¿Pero a quién tengo día a día que me apoye? ¿Tenemos acaso una sociedad estructurada que baje a la calle para defender la biodiversidad? ¿una formación política? ¿una unión nacional sobre una cuestión que concierne al porvenir de la humanidad y de nuestros propis hijos?
¿Acaso las grandes formaciones política y la oposición son capaces en un momento u otro de alzarse por encima de las "melés" para encontrarse en lo esencial?
¿Acaso la responsabilidad es sólo responsabilidad del gobierno?
¿Acaso es sólo mía?
Porque yo, mis elecciones, chocan contra todas las contradicciones de nuestra sociedad; simplemente porque perseguimos objetivos que son totalmente contradictorios e incompatibles. Está es la verdad.
Así que "damos pasitos". Y Francia da muchos más pasitos que otros países, pero: ¿acaso bastan los pasitos para contener, invertir, para incluso adaptarnos al cambio? porque ya hemos salido del estado de equilibrio y estamos cayendo del lado de la tragedia climática.
Pues bien, la respuesta es no.
Las preguntas fundamentales que tenemos que hacernos son: ¿Hemos empezado a reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero?
Pues bien: La respuesta es NO.
¿Hemos empezado a reducir la utilización de pesticidas?
La respuesta es NO.
¿Hemos empezado a frenar la pérdida de biodiversidad?
La respuesta es NO.
¿Hemos empezado a ponernos en situación de parar la artificialización de los suelos?
La respuesta es NO.
FI.- ¿Cómo afecta todo esto su permanencia en el gobierno? Su voz tiene esta mañana un acento de tristeza, Sr. Hulot; ni siquiera de cólera; de tristeza.
NH.- Voy a tomar la decisión más difícil de mi vida. No quiero mentirme más. No quiero crear la ilusión de que mi presencia en el gobierno significa que estamos a la altura de estos desafíos de los que hablo.
Así que tomo la decisión de dejar el gobierno. Hoy.
FI.- ¿Lo dice en serio?
NH.- Sí, en serio. Es la decisión más dolorosa. Que nadie se aproveche, porque la resposabilidad es colegiada; es colectiva y es de la sociedad. Y espero que esta decisión que es dura, que me sacude, que llevo madurando desde hace meses, no se utilice para objetivos partidistas, sino para que nuestra sociedad pueda coincidir en lo esencial.
Tengo una gran amistad por este gobierno, ante el que me escuso de hacerle un feo, pero frente a un reto tan importante me veo todos los días resignándome; me veo todos los días acompasándome a los "pasitos", mientras que la situación universal en este momento es que el planeta se está convirtiendo en una estufa. Y eso merece que nos encontremos y que cambiemos de escala, que cambiemos de forma de ver, que cambiemos de paradigma.
Y es pues una decisión que era un auténtico dilema entre acomodarme a los "pasitos" -sabiendo que si me voy me temo que pueda ser peor- o quedarme pero dando esa sensación, -por mi sola presencia-, de que en Francia y en Europa nos creemos a la altura del peor desafío que la humanidad haya enfrentado nunca.
Y decido tomar esta decisión que es una decisión de honestidad y responsabilidad, y espero que nadie se aproveche para fustigar al gobierno porque, observándolo bien, es el conjunto de la sociedad -y puedo incluirme en ella-, quien tenemos estas contradicciones. Quizá no supe convencer; quizá no tengo los códigos para hacerlo. Pero sé que si sigo un año más ¡oh, tendremos algunos avances!, pero no cambiará el resultado.
FI.- ¿Cuando tomó Vd. esta decisión?
NH.- Ayer por la noche.
FI.- ¿por qué? ¿Qué pasó anoche? ¿Fue durante la reunión con los cazadores?
NH.- Digamos que ha madurado este verano; que esperaba que a la vuelta del curso, y después de las reuniones que tuve con el primer ministro y con el presidente, se haría claramente visible que es el conjunto del gobierno; de la industria; de la economía; del presupuesto; del transporte; de la agricultura y muchos más... que iban a estar conmigo, acompañándome, para llevar, para encarnar, para proponer y para inventar esta nueva sociedad económica. Sé que solo no lo iba a lograr: tengo alguna influencia pero no tengo poder; no tengo los medios.
FI.- ¿Qué pasó ayer en la reunión en el Elíseo, en presencia de Macron y de los representantes de los cazadores?
NH.- ¡Oh, le va a parecer anecdótico! pero para mí era sintomático y probablemente sea un elemento que terminó de convencerme de que las cosas no marchan como deberían marchar. Teníamos una reunión sobre la caza, con una reforma, quizá una reforma importante para los cazadores pero sobre todo para la biodiversidad, y descubrí la presencia de un lobbista, que no estaba invitado a esta reunión, y eso es sintomático de la presencia de los lobbies en los círculos del poder. Y en un momento u otro hemos de poner este problema sobre la mesa, porque es un problema de democracia. ¿Quén tiene el poder? ¿Quién gobierna? Es un pequeño detalle.
FI.- ¿Habla Vd. de Tierry Coste?
NH.- Sí. Hablo de Tierry Coste a quien le dije muy frontalmente que no tenía nada que hacer allí. Que no estaba invitado.
Pero olvidemos esto. No pensemos que mi decisión viene simplemente de una divergencia a propósito de la reforma de la caza. Es una acumulación de decepciones, pero es sobre todo porque ya no me lo creo. No tal y como están las cosas ahora. No con esta manera de funcionar. No en tanto la oposición no sea capaz de alzarse por sobre las querellas habituales para encontrarse a propósito de una cuestión que es un reto de nivel superior; que lo determina todo. Pensaba que en este final de verano en que California arde, en que Grecia arde, en que India sufre inundaciones... Después de que para nosotros mismos ha sido un año terrible, en Saint-Martin, incluso en la metrópoli. Estuve en Guadalupe y vi una pequeña consecuencia del cambio climático -pido perdón a los guadalupeños y a los martinicenses por llamarla pequeña-, que es la invasión de los sargazos; que les pudre la vida diariamente...
Y poco a poco nos acomodamos a la gravedad de lo que sucede; y nos hacemos cómplices de la tragedia que se está gestando. No tengo algo que pudiéramos llamar "solución". No lo he logrado. He obtenido algunos avances, pero si ya no tienes fe..., y para tener fe no basta sólo con tener energía. No es que me falte energía. Es un trabajo colegiado, es un trabajo colectivo. Por ejemplo no he logrado crear una complicidad de visión con el ministro de la agricultura, siendo así que tenemos una oportunidad absolutamente excepcional de transformar el modelo agrícola. Nos fijamos objetivos pero no tenemos los medios porque con las limitaciones de presupuesto sabemos muy bien por adelantado que los objetivos que nos fijamos no podremos realizarlos. Esta es mi verdad.
FI.- Señalamos para los que nos oyen que Tierry Coste trabaja para la Federación Nacional de Caza. Es efectivamente un lobbista. ¿Ha prevenido Vd., Nicolas Hulot, a Macron y al primer ministro de su decisión?
NH.- La respuesta es no.
FI.- Así que se van a enterar esta mañana.
NH.-Sí. Sé que no es muy protocolario. Sé que si los hubiera prevenido quizá me hubieran disuadido una vez más. Pero es una decisión que tomo conmigo mismo. Y no quiero mentirme. No quiero darme otra vez ese sentimiento de que si vuelvo a la carga es porque creo en lo estamos haciendo.
Pero puedo preguntarme ¿estoy a la altura? ¿Quién podría estar a la altura él solo? ¿Dónde están mis tropas? ¿A quién tengo para apoyarme?
FI.- Tenía Vd. el apoyo del presidente de la república...
NH.- Sí. Lo vuelvo a decir aquí: Tengo una profunda admiración por Macron y por Édouard Phillip, y no lo digo para atenuar el efecto de la decisión de esta mañana. Pero sobre los asuntos en los que yo trabajo no tenemos el mismo código de lectura.
No hemos comprendido que la causa de nuestros problemas es el modelo dominante de sociedad ¿acaso estamos cuestionando ese modelo?
FI.- ¿Se refiere Vd. al liberalismo, para decirlo claramente?
NH.- Sí, y lo dije desde el principio. Me he pronunciado claramente a propósito de tratados como el CETA, y vamos a tener muchos más...
FI.- Sin embargo Macron fue claro en su campaña, diciendo que su programa sería sobre todo de inspiración liberal. ¡Lo sabía Vd.!
NH.- Sí, pero podemos evolucionar, unos y otros. Podemos nutrirnos; dejarnos llevar por esta diversidad; aportarnos los unos a los otros. Escuche, yo no critico a nadie. Espero que mi partida provocará una profunda introspección de nuestra sociedad sobre la realidad del mundo. Sobre el hecho de que Europa sólo ganará en caso de que África también gane. ¿Acaso nos hemos propuesto hacer un contrato de futuro con África? La respuesta es NO. ¿Dónde está la tasa sobre las transacciones financieras que era el mínimo para intentar darle los medios a África de adaptarse, de evolucionar? ¿Acaso no giramos la cara frente al hecho de que una parte de los migrantes que vienen a llamar a las puertas de Europa se ven así por razones climáticas? Y no voy a hacer aquí una lista. No estoy aquí para hacer un juicio. Digo simplemente que la sociedad... Vosotros por ejemplo los periodistas, hemos de poner las prioridades en su orden adecuado. Este tema condiciona todos los demás. Lo digo constantemente.
Lo nuclear: esa locura inútil económica y técnicamente, en la que nos empeñamos... Todos estos son temas que no he conseguido clarificar.
Asumo mi parte de responsabilidad; y pienso que lo que la gente espera de un ministro es que si no está a la altura, si no logra sus fines entonces debe sacar de ello las lecciones y las conclusiones pertinentes. Siempre lo he dicho. Y yo esta mañana saco mis conclusiones.
FI.- Así que por lo que Vd. dice, la cosa sólo avanzará si lo hace desde el exterior.
En todo caso lo que se ve en Francia ahora es que es imposible actuar políticamente desde el interior de este equipo.
NH.- En lo que concierne a la responsabilidad francesa, insisto bien, e invito a los observadores que critican y a los ecologistas patentados a que nos comparen también con otros países. Francia es más bien un país líder en esas cuestiones, pero esto no es suficiente. No es una razón para que nos relajemos.
Sólo lo lograremos si un gobierno en su conjunto tiene el mismo impulso; la misma ambición; la misma hoja de ruta; la misma visión. Yo no puedo pasar mi tiempo en querellas con Stefan Traver. No era esta la idea que yo me había hecho. Entré al gobierno con un espíritu de cooperación, no de confrontación. No digo que no se haya hecho nada, hemos hecho la ley sobre los hidrocarburos, por ejemplo.
Y al contrario de lo que dice Yannick Jadot, en el tema del Glifosato Francia ha sido puntera y ha mostrado el camino. Hemos hecho muchas cosas.
FI.- Precisamente, ¿acaso no sería este el momento de decir, ya que se va, ya que ha tomado esa decisión, cuáles han sido los logros, los "pasitos" que se han dado en un año en este gobierno aunque estuviera Vd. solo?
NH.- Hemos cambiado el tropismo sobre los pesticidas, hemos entrado en una dinámica que va a permitirnos legislar sobre cierto número de moléculas. Hemos programado la salida de los hidrocarburos. Estas cosas son esenciales e importantes. Esperaba de todos modos que íbamos a poder meter el clima y la biodiversidad en el artículo 1 de la Constitución, pero incluso en esto, que no es ninguna revolución cultural, nuestros senadores de la oposición estaban dispuestos a oponerse simplemente por posicionamiento político.
Pero mientras estamos en estos afrontamientos perpetuos resulta que la humanidad ha entrado en un camino trágico.
Un hombre o una mujer, lo he dicho siempre, sean quienes sean, sean cuales sean sus convicciones, si están aislados en un gobierno, si están aislados en la sociedad, poco pueden hacer.
Pienso que a mí se me pueden acordar convicciones, pues bien, miren: todo el verano se han manifestado resistencias antieólicas. Entonces de acuerdo, no queremos eólica. No queremos centrales nucleares. No queremos centrales térmicas.
¿Cómo hacemos si vamos sumando todas estas negativas?
Y los que critican, con razón o sin ella ¿qué es lo que proponen? ¿Quién viene a enriquecer el debate ecológico?
¿Quien viene a aportar sus ladrillos para construir la sociedad de mañana, el modelo de mañana?
FI.- ¿Han sido para Vd. un sufrimiento estos doce últimos meses en el gobierno, Nicolas Hulot?
NH.- Ya que estoy en un momento de verdad, sí. Sí, porque quizá iba a acabar volviéndome cínico; quiero decir, sintiendo una forma de indiferencia frente a los fracasos.
FI.- ¿La ha tenido alguna vez? ¿Ha sentido esa sensación?
NH.- No, pero me he sorprendido a veces bajando los brazos por cansancio. Y en algún mmomento me he sorprendido bajando mi umbral de exigencia, y ahí es cuando me he dicho que había llegado el momento de dejarlo.
FI.- ¿Tenía Vd. los hombros para ser ministro?
NH.- Quizá no. La cuestión vale la pena planteársela, quizá no.
FI.- ¿Se arrepiente Vd. de haber aceptado la propuesta de Macron para ser ministro?
NH.- No, en absoluto, ni un segundo. Y le deseo a este gobierno -y lo digo muy sinceramente, independientemente de esta cuestión de la que espero que saque buenas lecciones-; le deseo el mayor éxito porque se lo merece. Hay hombres y mujeres excepcionales en este gobierno. Esta diversidad es esencial. Y es esta diversidad lo que es tan importante en la sociedad. Hemos de enriquecernos de nuestras diferencias en vez de que nos enfrenten todo el tiempo.
Y esto, en este caso, no se ha dado completamente...
FI.- ¿Cómo describiría Vd. la armadura ideologica del gobierno contra la que ha usted ha encallado, como nos ha dicho tan sinceramente?, ¿Qué es? ¿Es liberalismo? ¿es productivismo? ¿es nuclearismo? ¿Qué es?
NH.- Es difícil, no quisiera decirlo en un momento en que pongo en dificultades al gobierno cuando esto no es en absoluto lo que deseo, al contrario.
FI.- Espero que se pueda comprender la naturaleza del callejón sin salida en que Vd. se siente.
NH.- Hay en él bastante diversidad: gente con itinerarios vitales distintos; con personalidades apasionantes, pero las grandes tendencias se mantienen.
No hay un cuestionamiento del modelo agrícola dominante, Sigue buscandose el crecimiento a toda costa. Seguimos sin distinguir lo que tiende a la solución de lo que es parte del problema.
Le voy a poner un ejemplo que le va a parecer anecdótico: nos alegramos de ver salir de Saint Nazaire un gran barco cargado con 50.000 contenedores, lo que es un extraordinario logro tecnológico. ¿Es eso bueno para el Planeta? La respuesta es que no.
Son todas estas incoherencias y contradicciones.
Y ademas, en esta ecuación imposible: los criterios de Maastrich sobre el plano del presupuesto, ¿intentamos acaso ser disruptivos para volcarnos en la transición ecológica? Hay inversiones que permiten reducir nuestra dependencia energética; que no son "gastos" sino inversiones ¿Nos hemos dado permiso a nosotros mismos para salir un poco de la ortodoxia económica y financiera? ¿acaso hemos llegado a cuestionar la financiación y la especulación que especulan sobre nuestros bienes comunes?
FI.- Pero de lo que Vd. habla es de un vicio de forma...
NH.- Me vais a decir que en un año no se puede hacer todo, salvo que
¡hay tanta urgencia! que ... Me dicen: ¡Tómate tu tiempo, sé paciente! Pero llevamos 30 años siendo pacientes... Hace 30 años que dejamos que estos fenómenos se vayan desarrollando y su control está ya fuera de nuestro alcance.
Me dicen: Fíjate dos o tres prioridades...
¡Pero es que todo es una prioridad! Los temas de salud del medio ambiente que van a explotarnos en la cara y de los que vamos a darnos cuenta de que tenían consecuencias probablemente incontrolables...
FI.- Pero la economía también es una prioridad, bajar el paro, etc
NH.-Sí, no digo lo contrario, y comprendo muy bien...
FI.- Si quiere Vd., cuando uno se hace ministro debe darse cuenta de que hay que conjugar cosas dispares, que por un lado hay una urgencia económica y por otro una urgencia ecológica, y que a veces son contradictorias.
NH.- Sí, pero se puede intentar elegir en la economía aquello que participa de la solución, y también hay grandes oportunidades en la transición ecológica y energética.
Se podría por ejemplo en la agricultura pasar a un modelo agrícola intesivo en empleo y no intensivo en pesticidas.
Aún no hemos considerado seriamente un plan de soberania alimentaria en proteínas vegetales.
Una agricultura que no utilice pesticidas es buena para los agricultores incluso desde el punto de vista económico.
Intentemos ver las externalidades negativas del modelo agrícola de hoy con una visión "macro" Créame que es preferible colocar nuestro dinero aguas arriba donde volverá a caer hacia nosotros que no aguas abajo.
Esta visión de conjunto es la que hemos que tener.
No digo que yo tenga todas las soluciones.
Yo esperaba que en un momento u otro cada quien aportaría su contribución en este gobierno; y en cuanto a dar el sentimiento de que puedo estar en todos los frentes, resistiendo a todas las oposiciones, en el entrecruzamiento de todos los lobbies -porque los lobbies están ahí-, pues bien, no he sabido. Alguien podría hacerlo mejor que yo quizá, no lo sé, lo dirá el porvenir, pero..., espero que se me reconozca que este momento doloroso, de tristeza, lo he tomado de modo excesivamente sereno, a la salida de quince días de descanso, así que no viene de ningún "cabreo", es un acto de sinceridad conmigo mismo.
FI.- ¿Va usted a continuar en política? ¿quizá en otra formación?
NH.- En primer lugar no haré nada más que lo que acabo de hacer ahora que pueda dañar al gobierno de Macron.
Así que voy a guardar una gran disciplina, si acaso puedo enriquecer el debate, no sé cómo, pues mi decisión es muy reciente. Soy consciente de la dificultad en que pongo al gobierno de Macron...
FI.- Vd. rompe toda la arquitectura del gobierno de Macron. Es Vd. un ministro de estado, lo que significa que es un ministro con mayor responsabilidad...
NH.- Todo esto que dice Vd. lo he examinado profundamente desde hace semanas...
FI.- Pero todavía este verano, al final del verano, tenía Vd. ganas de quedarse...
NH.- Tuve largas conversaciones la semana pasada con el primer ministro, con el presidente; conversaciones muy francas, muy amistosas. Tenía cierto número de puntos que eran importantes para mí, para volver a empezar sobre buenas bases, y la situación no estaba clara para mí. No quería volver a empezar de modo impreciso, porque no quería ser para la prensa motivo de comentarios, de suposiciones, de oposición.
FI.- Estaba Vd. harto de que se hablara de los estados de ánimo de Nicolas Hulot...
NH.- No se trata de estados de ánimo, eso es más bien una caricatura... aunque lo comprendo, ya que soy alguien que no disimula...
NH.- Pero parece que una vez más tratamos estos temas desde una especie de distancia. Mire Vd. tengo una conciencia tan aguda de la gravedad de la situación que cuando veo...
Francamente, he visto todo lo que ha ocurrido este verano. Se nos ha pasado el turno. Este verano perdimos la mano; hemos basculado en las consecuencias del cambio climático. Esta es la parte más visible, porque hay una parte mucho más invisible, sobre la biodiversidad... Cuando veo que no tengo ni un diputado, ni un senador para defenderme, para proteger al lobo, para reintroducir a los osos... Me diréis que es anecdótico con respecto al resto, pero sucede igual en todos los temas. En todos los temas. Me muevo yo solo. Cuando digo solo es como injuriar a todos los militantes, a todas las asociaciones que desde hace lustros luchan día a día sobre el terreno; pero yo que debería encarnar la aplicación política de esta situación, no quiero crear la ilusión de que estamos a la altura.
FI.- le propongo que escuche la reacción de Yannick Jadot, que siempre ha sido muy crítico con su actuación, a su decisión de dejar el gobierno. Yannick Jadot, Europa ecología- los verdes.
NH.- Se sabía que estaba aislado, pero había esa esperanza de que llegara a convencer, y ha querido hacer eso, intentarlo. ¡Claro que era sincero! No ha habido nunca ni una sombra de duda sobre la integridad de Nicolas Hulot, pero quiso jugar el juego, quiso en el fondo convencer a este gobierno, porque ahí está la urgencia, ahí se pueden resolver cuestiones. Yo soy un actor de la política, soy un legislador europeo. Cuando en el parlamento europeo obtenemos la prohibición de la pesca eléctrica, la prohibición del aceite de palma, la salida del Glifosato, una ambición muy fuerte sobre las energías renovables, estamos haciendo nuestro trabajo. Así que él ha querido ser un actor comprometido "dentro" de la política, pero hay que constatar que "se da cuenta" de que ha fracasado; que este gobierno, con respecto a la ecología; que este presidente de la república, con respecto a la ecología, son todo grandes discursos, es "make the planet greate again" pero en el fondo es sobre todo "make the lobby greate again"
NH.- No, suplico a unos y a otros que eviten aprovechar políticamente esta situación. Cuestionémonos de forma central nuestra propia responsabilidad y nuestras propias contradicciones. Perdonad que os lo diga, pero como ciudadanos también podemos preguntarnos...
Os va a parecer ridículo, pero cuando veo que se siguen tirando las colillas por tierra, el pequeño gesto elemental, ¿estamos acaso en nuestra sociedad preparados para los grandes cambios? ¿Para cuestionar nuestros modos de producción? Esta es la pregunta que nos tenemos que hacer.
¿Somos políticamente capaces en estos asuntos de llegar como lo he pedido a una unión nacional? Porque lo que está en juego es el futuro de nuestros propios críos, de nuestros chavales. ¿Creéis que Europa va a poder vivir rascándose la tripa mientras le hemos infligido al África un cambio climático que ha vuelto sus tierras totalmente estériles? Estas son las verdaderas preguntas que tenemos que hacernos.
FI.- ¿Qué va a hacer Vd. ahora? ¿Va a dejar la vida política; va a volver a Saint-Lunaire (su pueblo adoptivo); va a esperar Vd. a las elecciones europeas en las que sabemos que la apuesta ecológica es mucho más importante?
NH.- No. No vean en mí ninguna ambición política.
FI.- ¿Se ha acabado?
NH.- Se ha acabado.
FI.- ¿Las europeas; cabeza de lista, como se ha dicho?
NH.- Olvidenlo. Acabo de decir simplemente que no haría nada que pudiera dañar a este gobierno.
FI.- ¿Y para la ecología?
NH.- Para la ecología puedo influir, puedo proponer, puedo mobilizar... Espero que el gesto que acabo de hacer sea útil, para que nos hagamos las preguntas adecuadas, y que cada quien se plantee la cuestión de la responsabilidad.
FI.- ¿Es un sacrifico por la causa, lo que acaba de hacer?
NH.- Es un gesto de coherencia, de honestidad y de exigencia.
FI.- Cuando dice que intentará influir qué idea...
NH.- No lo sé. la decisión ha sido muy reciente, ha sido madurada largo tiempo. sé solo que iba a obligarme, una vez acabada esta emisión de radio, esta mañana, a tomar distancia, a guardar un cierto silencio, porque tengo conciencia, respecto a personas por las que tengo mucha amistad, que lo que les acabo de hacer podría no ser un gesto amistoso.
FI.- Dice Vd. que ha tenido conversaciones muy francas con Macron y Édouard Phillip. ¿En qué momento, con qué argumento comprendió Vd. que su trabajo de influencia ya no era eficaz y que era preferible dejar el gobierno?
NH.- Había una paradoja porque Macron y Édouard Phillip fueron particularmente atentos conmigo, mucho más que otras veces.
Pero cuando se entra en cosas muy concretas, sobre la programación plural de la energía, sobre reactores que hay que nombrar; cuando se entra en cosas muy concretas sobre cómo se financia la renovación térmica, con qué dinero, con qué medios podré garantizar la seguridad de la gente en las carreteras precisamente en el momento en que reducimos los efectivos; cuando se entra en cuestiones muy concretas y que no están las respuestas que me satisfarían, llega un momento en que acabas pensando que participas en una especie de "mistificación" [engaño]. Cuando se habla de grandes planes de inversión y que se cuenta que es dinero nuevo, cuando en realidad es dinero reciclado...
FI.- ¿Es cinismo?
NH.- NO, no, es simplemente que... Quiero coherencia, la apuesta ecológica es una apuesta superior que condiciona todas la demás, no quiero hacer trampas. No quiero que nos fijemos un objetivo cuando sé que no tenemos los medios para lograrlo. decimos que queremos renovar quinientos mil viviendas térmicas que es la condición para bajar nuestro consumo, hemos bajado a la mitad los medios para poder renovar las viviendas termicas. Sé muy bien mientras estoy adoptando este plan que no podremos lograr nuestros objetivos.
FI.- Oyéndolo esta mañana, parece que en el fondo es Vd. más útil para su lucha en el exterior del gobierno que en su interior. Esto es lo que por desgracia nos está Vd. diciendo esta mañana...
NH.- Francamente no lo sé. Espero que en el conjunto de mi compromiso no he sido inútil. Y también me atrevo a esperar que el gesto de esta mañana tampoco ha sido inútil.
FI.-Será quizá el gesto más útil que haya hecho Vd. desde hace un año, Sr. Hulot. ¿Qué siente Vd. esta mañana? ¿Es tristeza?
NH.- Una mezcla: una profunda tristeza, porque me gusta este gobierno, he querido a mis colegas, he entablado relaciones personales con Emmanuel Macron, y hemos acabado comprendiéndonos Edouard Phillip y yo. Pero no es bastante. El problema no es este. La cuestión está muy por encima de las relaciones personales. Y pienso simplemente que en primer lugar, sobre la mesa de un presidente, de un primer ministro, hay tales exigencias sociales, legítimas, tales sufrimientos cotidianos, palpables, que evidentemente el "corto plazo" se adueña de todo. Y pienso que de todos modos hubiéramos podido compartir una visión. hubiéramos tenido un consejo de ministros en el que un primer ministro le dijera al gobierno: He aqui la hoja de ruta, he aquí la visión, he aquí el objetivo último, he aquí el camino y vamos hacia allí todos juntos, no ha de ir solo un ministro solamente. En mis arbitrajes y mis enfrentamientos que no se le han escapado a nadie con el ministro de la agricultura, en un momento en que nunca hubo una alineación de planetas tan propicia a transformar este modelo agrícola en beneficio de los consumidores, pero sobre todo en beneficio de los agricultores, pues francamente, no hemos aprovechado la oportunidad.
FI.- Reacción del portavoz del gobierno Benjamin Griveaux ante el anuncio de su dimisión en la radio:
NH.- No comprendo que renuncie precisamente cuando hemos tenido un primer año con muchos logros que hay que agradecerle precisamente a él. No ha ganado todos sus "arbitrajes" pero es el destino de los ministros el no ganar todos los "arbitrajes". A veces hay que saber adoptar acuerdos y decirse que el pasito que hemos dado hoy permitirá mañana dar un paso aún más grande. Era un ministro de estado. Tenía este rol al mismo nivel que el primer ministro: eran los dos únicos ministros de estado. Lo que da a entender su importancia. Tenía junto a sí dos secretarios de estado para apoyarlo y acompañarlo en la importante misión que tenía, y recuerdo que en el presupuesto aumentan muy pocas partidas: La educación y la enseñanza, la seguridad y el ejército y el medio ambiente.
No quiero crear polémica. Quiero decir que después estaré callado, pero "los pasitos"...
¿creen Vds que la situación climática puede arreglarse con "pasitos"?
¿Creen que el estado del planeta puede arreglarse "pasitos"?
¿Creen que las desigualdades que quedan expuestas en nuestro mundo de hoy conectado pueden arreglarse con "pasitos"?
¡Pero si hace 40 años que vamos pasito a pasito!
¡Por eso es por lo que nos encontramos hoy en una situacion que nos supera!
Con frecuencia me decían: ¿Estás contento? ¡Hemos hecho lo que nos has pedido!
Pero no era eso lo que yo quería oír. No quería oír que se hacían las cosas para darme gusto. Lo que quería oír era que se hacían las cosas porque la gravedad de la situación había sido comprendida.
FI.-¿No ha sido Vd. suficientemente convincente?
NH.- No, y asumo mi responsabilidad. Nicolas Démeurant o quizá Vd. me han preguntado si estaba a la altura de... Pues quizá no estaba a la altura... Bueno, pues tomo nota.
FI- Teme Vd. el "Juicio al idealismo"? como más o menos hemos oído ya por parte del portavoz del gobierno, donde hacer politica avanzada es aceptar compromisos y saber encontrar espacios de entendimiento en lugar del todo o nada.
NH.- Supongo que esta decisión será comentada, interpretada, que cada cuál se hará una idea de por qué he tomado esta decisión... Es una decisión que he tomado solo. Nadie estaba al corriente. Ni siquiera mi esposa.
FI.- ¿Ni siquiera su entorno próximo?
NH.- Ni siquiera mi entorno próximo
FI.- ¿Su asistente no estaba al corriente?
NH.- En absoluto.
FI.- Porque, vamos a decir la verdad: hemos tomado un café con Vd. justo antes de entrar al estudio; hemos estado cinco minutos y esto no es para nada lo que Vd. nos había dicho.
NH.- Es la decisión más íntima, la más difícil, la más cruel, pero la más responsable que tenía que tomar. O en caso contrario querría decir que no me creo todo lo que vengo diciendo desde hace años sobre la gravedad de la situación. Y es cierto que el espectáculo de este verano, con esa desproporción de las reacciones; de la atención que se le ha dado...
Pensaba que todos los responsables políticos acabarían sacando lecciones de ello; que nos llamarían a la movilización...
Pero confío en que mi gesto no es un gesto de resignación. Es un acto de movilización, y espero que provocará un sobresalto [un sursaut] una sacudida.
FI.- ¿Lo cree de verdad, lo que acaba de decir?
NH.- Ve Vd., nos encontramos en una paradoja. En el momento en que hablo, la humanidad tiene todas las herramientas sociológicas y económicas para hacer un salto cualitativo. Aún no ha perdido su oportunidad. Pero todo depende de los 10 próximos años.
vídeo de la entrevista en France Inter
Pobrecito, a mi me ha dado mucha pena, voy a ver si puedo mandarle algo de dinero a su ONG a ver si consigue algo. ;)
ResponderEliminarSalud!
No es que de pena, es peor. El sabe que el gobierno no quiere realiar los cambios necesarios, que realmente no sabe por qué le contrataron ya que no había voluntad de cambio, y aún así defiende a sus verdugos. Realmente desolador, con o sin ONG.
EliminarSalud!
"FI.- ¿Se arrepiente Vd. de haber aceptado la propuesta de Macron para ser ministro?
ResponderEliminarNH.- No, en absoluto, ni un segundo. Y le deseo a este gobierno -y lo digo muy sinceramente, independientemente de esta cuestión de la que espero que saque buenas lecciones-; le deseo el mayor éxito porque se lo merece."
Hasta aquí he podido leer. Sinceramente, este tipo me importa una mierda.
Salud!
Así es Loam, como le digo a Piedra "defendiendo a su verdugo". Es simplemente un sinsentido. Es el sino de nuestra era. Volvemos a la edad de piedra, pero a marchas forzadas.
EliminarSalud!
¡Cielos, a la Edad de Piedra!... ¡Cómo sobreviviremos sin Zara!... :)
EliminarNo te preocupes por Amancio, cambia Inditex por Silex y se pone a vender abrigos de piel de ratón y gato.
EliminarSalud!
jajaja... muy bueno!
Eliminar