jueves, 21 de octubre de 2021

Sueño: el Drakkar y la Mazmorra

Por qué nos persiguen?

Malditos perros de presa.
Las colinas nevadas marcan mi rastro.
Vestido en pieles de oso pardo llego
hasta las niñas
escondidas tras la roca.
Cazadores de cabezas.
Barbaros encuerados con mastines negros nos acosan.
Corrí a despistarlos.
Fue una gran maniobra,
pudimos montar todos en el pequeño drakkar
y deslizarnos por las laderas
al borde del arroyo.
Increíblemente pesada la barca resistía.
Malditos, quedasteis atrás!
Qué hermosa primavera
quedó en el valle del deshielo!

Reunidos en un piso
hicimos pasar al primer negro.
Desnudado,
colgado con cuerda por los pies.
Dos jóvenes enfermeros instructores
nos enseñaban
a torturarlos sin dejar marcas.
Un juego divertido.
Se fue llorando.
Entró el segundo negro;
pigmeo, deforme.
Pantalón rojo.
Maniatado se debatía.
Le pusimos seguril para que se hinchara.
Escurría agua.
No pude seguir,
desesperado me fui al salón.
No lo pude permitir,
solté al negro.
Increpé al instructor
todos me miraban.
La instructora me ignoraba,
veía la tele.
Habría consecuencias
pero no me importaba.
El negro se fue.
Abandonamos la casa.
Esperaba la llamada de la gestapo.
Todos tenían miedo
pero no llamaban.
Yo era el héroe anónimo
y ellos unos malditos cobardes;
y me había salido con la mía.
Mañana habría más negros,
más instructores
y más cobardes.
Nada cambiaría.

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