miércoles, 11 de mayo de 2016

Pensamiento: ¿Porqué lo llaman Hogar Social si quieren decir Crematorio? ¿quien se esconde tras el Crematorio Ramiro Ledesma?

Lo sentimos, detrás del Crematorio Ramiro Ledesma no está ni Frente Atlético ni Ultrasur como algunas publicaciones indican:
La antigua facción radical del Frente Atlético apoya a los okupas neonazis de Madrid- Chamberí en Lucha

Están los policías que lo protegen físicamente, la fiscalía que los protege legalmente, los Juzgados de Plaza Castilla, la comisaría de Tetuan-Chamartin y unos cuantos empresarios nostálgicos que se ríen de las gracias de sus cachorros, sabiendo que la gran baza del fascismo es la policía como se ha visto en Grecia con la afilación a Golden Dawn.

El proyecto fascista supone la supremacía nacional, sea lo que sea que quiera decir, y la sumisión generalizada del individuo a los poderes económicos tradicionales, como si los del IBEX 35 necesitasen más ayuda. Una mezcla de la burocracia casposa de la usurpación franquista tipo Jorge Fernandez Díaz o Ignacio Cosidó, con nuevos ricos como Florentino Pérez o Juan Roig y girapuertas como Jose María Aznar, la lumpenburguesía, bajo las disciplina militar de empresa. Nada que no proporcione ya el neoliberalismo. Nuestra dosis de obediencia está completa.

Encapuchado agrede la directora de 'El Jueves'
 tras publicarse la última portada 12.5.2016
Sabiendo lo que hicieron cuando ganaron la guerra y cómo dejaron el país después de 40 años el único proyecto serio que pueden llevar a cabo eficientemente es gestionar un crematorio como ellos pregonan en sus cánticos. Vallas, muros, guetos, expulsiones, conventos, venta de esclavos, cunetas y paseillos, todo estaba inventado. La única innovación social de la derecha en los últimos 100 años fue la creación de los crematorios en Alemania para resolver el "problema judío", que acabó siendo el problema gitano, comunista, homosexual, disidente... un problema de solvencia económica que acabó con la muerte de 6 millones de personas.

Su proyecto no es social, es antisocial, al intentar primero dividirnos en grupo y luego subyugarnos unx a unx, sometiéndonos al dominio de sus jerarquías por el hecho fortuito del nacimiento. Disgregarnos por raza, sexo, edad y religión en sus maquilas. El objetivo de los proyectos sociales muchas veces no es ni si quiera crear ideología, sino sumar tendencias y crear fuerza común hacia un objetivo. Si ya es difícil llevar a cabo un proyecto de tales características, un proyecto excluyente y atomizador como el fascista está abocado al fracaso si no hay algún factor que le insufle energía. Estos son dinero, impunidad y privilegio.

Un proyecto antiobrero. Si propugnan el trabajo esclavo, trabajos forzados, competencia entre trabajadores, destajos, pena de muerte, el monopolio de las corporaciones nacionales y la militarización de la sociedad, tal vez la peor parte vaya para las mujeres, las cuales son usadas como verdaderas incubadoras andantes. Esperemos que les guste la Sección Femenina o la Legión de María, Bordados y confecciones. O directamente los conventos.

Fascistas menos Crematorios y más Libertad!


Para saber más:

Publicado el 11.5.2016, última edición 12.5.2016

4 comentarios:

  1. En su célebre obra "Masa y poder" (se puede descargar aquí: http://imap.latertuliadelagranja.com/sites/default/files/Canetti,%20Elias%20-%20Masa%20y%20Poder.pdf), Elias Canetti refleja muy bien ciertos aspectos psicológicos del fascismo. "Quien quiere enseñorearse de los hombres busca rebajarlos; privarlos arteramente de su resistencia y sus derechos hasta que estén impotentes ante él, como animales. Como animales, los utiliza; aunque no lo diga, siempre tiene dentro de sí muy claro lo poco que representan para él; frente a sus confidentes los calificará de ovejas o bueyes. Su meta última es siempre «incorporárselos» y absorberlos. Le es indiferente lo que de ellos quede. Cuanto peor los haya tratado tanto más los desprecia. Cuando ya no sirven para nada, se libera de ellos en secreto, como excrementos..."
    Y así terminarán estos ultras.

    "La acción que se ejecuta bajo una orden es distinta de todas las demás acciones. Es percibida como algo extraño; su recuerdo nos roza como algo ajeno, como una ráfaga de viento que pasara fugazmente a nuestro lado. Puede que la rapidez de ejecución que exige una orden contribuya a que la recordemos como algo extraño; pero esto sólo no basta para explicarlo. Lo que cuenta es que la orden provenga de fuera. A nosotros solos no se nos habría ocurrido. Forma parte de aquellos elementos de la vida que nos son impuestos; nadie los desarrolla dentro de sí mismo. Incluso cuando de pronto surgen personas aisladas con una enorme cantidad de órdenes e intentan con ellas fundamentar una nueva fe o renovar una antigua, tales personas mantienen siempre estrictamente la apariencia de una carga extraña e impuesta. Nunca hablarán en su propio nombre. Lo que exigen a los demás les ha sido encomendado; y por mucho que mientan en algunas cosas, en este único punto serán siempre sinceros: creen haber sido enviados. Pero en ese elemento extraño que está en el origen de la orden hay que reconocer también algo más fuerte. Obedecemos porque no podríamos combatir con perspectivas de éxito; el probable vencedor es el que ordena. El poder de la orden ha de ser indiscutible; si ha menguado, deberá estar dispuesto a reafirmarse mediante la lucha. En general, sigue siendo reconocido durante largo tiempo. Sorprende advertir cuán raramente se exigen nuevas decisiones; los efectos de las antiguas persisten. Los combates victoriosos siguen viviendo en las órdenes; en cada orden obedecida se renueva una antigua victoria. Visto desde fuera, el poder del que ordena crece incesantemente. La orden más nimia le añade algo. No solo se la imparte habitualmente de modo que sea útil a quien se sirve de ella, sino que también en la naturaleza de la orden misma, en el acatamiento con el que se la recibe, en el espacio que atraviesa, en su cortante puntualidad, en todo ello hay algo que garantiza al ámbito del poder seguridad y crecimiento. El poder emite órdenes como una nube de flechas mágicas: las víctimas que son alcanzadas por ellas se ofrendan al poderoso, llamadas, tocadas y conducidas por esas flechas".

    Y estos fascistas están tan sometidos a la orden de tantos "superiores" (dios, el líder, la autoridad, el padre...) que, finalmente, descargan la ira acumulada sobre l@s más débiles: mujeres, niñ@s, animales... Solos, sin el abrigo de sus jefes ni el refugio del grupo, no son más que ignorantes adoctrinados, criaturas asustadas de la vida y de sí mismas.

    A ellos, a los/as fascistas, son a los primeros que hay que liberar de esa enfermedad llamada fascismo.

    Salud!

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    1. Buena reflexión sobre el fascismo, el poder y la obediencia del vencido.
      En este mundo-cárcel la disidencia es penada desde dentro y si tus mismos vecinos descubren que no colaboras eres tachado de antisocial y visitado asidua mente por la policía.
      ¿Cómo liberar al que no quiere ser liberado? Tal vez volviéndolo a vencer y obligándolo a liberarse, primero de sí mismo.
      ¿Obligar a alguien a liberarse es moral, o simplemente necesario?
      Y la última preguanta ¿Cómo?
      Salud!

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  2. Como dice Loam al final, las primeras víctimas son ellos mismos, ser obrero o hijo de obrero y ser fascista, es que algo no va bien en tu cabeza y eso siempre es merito del estado.
    Lo más ridículo es que muchos de estos protegidos y mimados del estado, se autodenominan y se creen anti-sistema.

    Salud!

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    1. Y son víctimas de sí mismos. Cuanto más duro haces trabajar a un obrero más ira acumulará contra sus semejantes, a los que verá más vagos y encima privilegiados. Menores serán sus fuerzas para cambiar de vida y mejor obecerá órdenes. Y así se construye el fascismo, haciendo trabajar duro a los esclavos, no aumentando la jornada, sino aumentando la intensidad del trabajo.
      Salud!

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