Pensamiento. CNT vs la ley Mordaza: Catálisis social y Renovación mediante la cooperación

Si de algo puede estar orgullosa la CNT es de tener una visión muy clara de la realidad que le hace adelantarse y estar preparada para soportar los peores envites de los Poderes. La lógica de la CNT promueve que los sindicatos establecidos sean propietarios de sus locales, lo cual otorga una gran independencia que le permite realizar con comodidad sus campañas y eventos. Los locales de la CNT puede que sean una de las mejores bazas de la organización. Como tal fue reconocido por la dictadura. Todos fueron requisados. La mayoría nunca fueron devueltos o acabaron en manos de CCOO y UGT. De nada sirve lamentarse, porque la voluntad férrea de la CNT, que es la de sus militantes, sigue adelante pase lo que pase.

Partimos de dos premisas:
- Se puede ver en muchos de los sindicatos, sobre todo en los más grandes, una frenética actividad. En otros su potencial es infrautilizado. Finalmente hay sindicatos empantanados que no son capaces de desarrollar sus propias actividades.
- Por otra parte uno de los mayores problemas para las asociaciones, organizaciones y grupos de todo tipo es encontrar un lugar de reunión y desarrollo de actividades. Con la llegada de la ley Mordaza el 1 de julio de 2015 muchas iniciativas desarrolladas en espacios públicos se dejarán de realizar por puro miedo a la represión. Esto es una pérdida inaceptable.

Grande o pequeño hay que hacer un esfuerzo activo por abrir las puertas del sindicato

La necesidad se ha transformado en urgencia y la CNT es nuestra herramienta. Algo negativo como la Ley Mordaza puede ser así transformado en una potencia positiva si tenemos la voluntad de dar cuna a tales organizaciones. ¿Tumbaremos la ley Mordaza? ¿Veremos cambios en nuestro entorno? ¿Veremos los sindicatos rebosantes? La pregunta no es si es posible, sino si queremos. El fruto de nuestra voluntad se verá con el tiempo.

Renovación y Catálisis social

Pongámonos en un extremo. Si un sindicato estuviese en la desafortunada situación de tener como única actividad tan sencilla como abrir sus puertas y dar cabida a otros grupos esto sería en sí una actividad. Pero no una actividad cualquiera, sino una de incalculable valor, ya que sería la catálisis, el acelerador, del movimiento social local. Un semillero.

Pensamos que no es suficiente el ceder los espacios a los grupos afines que lo soliciten. Tenemos que hacer un esfuerzo activo, ofrecernos. Coordinarnos, enseñar, organizarnos y convivir con ellos. Compartir nuestros valores es una buena forma de crecer, seguir aprendiendo y renovarnos. El contacto entre los grupos y los lazos de solidaridad creados son más importantes que cualquier potencial malentendido. Es invertir en personas, invertir en futuro. Renovarse. 

Somos conscientes de que al convertir el sindicato en un punto de convivencia también se convierten en una fuente de conflictos y puede entorpecer su funcionamiento, pero la ganancia es definitivamente mucho mayor que la pérdida.

No queremos redescubrir el fuego. Solo subrayar y recordar la crucial importancia del momento, con las iniciativas sociales estancadas por culpa del posibilismo electoralista. También de lo paralización de las iniciativas supervivientes cuando los demo-fascistas pongan en práctica sus planes represivos de la maldita ley. Podríamos seguir pensándolo durante horas, pero nuestra conclusión es que los locales de la CNT son un oro social del que debemos estar orgullosos y que deben ser compartidos para crecer.

Unión, Acción, Autogestión

Viva la CNT!