domingo, 8 de mayo de 2011

El asesinato de Bin Laden o cómo crear un mito

Osbama 08
Dentro de toda la fenomenología estudiada por catedráticos, periodistas, científicos y religiosos nos encontramos con un extraño evento que deja perplejo a quien lo contempla por su sencillez y complejidad. Ni la cuántica ni los fractales ni el origen del universo: Bin Laden.

Bin, como les llamamos los que le conocemos, nació en un despacho de la CIA. Sus antecesores fueron todos aquellos Casus Belli, motivos desencadenante de guerra, planificados por el propio atacante para mostrarse como víctima. Montajes: una autolesión y mentira contadas del revés. Son publicitariamente imprescindibles para poner a la opinión pública de su parte y manipular a las masas. Cómo si no se podría hacer que toda una población, sin ningún tipo de interés en las guerras, sin conocer que había unos intereses creados en una zona, sienta como suya la necesidad de agresión contra otra nación, raza o etnia a miles de kilómetros y no repruebe la actitud de su estado, ni en el exterior ni en el interior del país.

Recordemos por ejemplo el montaje del hundimiento del acorazado americano Maine, que Estados Unidos hizo explotar en 1898 a las orillas de Cuba y originó la guerra hispano-estadounidense. Contra España por terroristas.

El asalto de la armada japonesa a Parl Harbor en 1941 hundió parte de la flota del pacífico
allí destacada. No se quiso dar la alarma para hacer que el pueblo de USA, hasta entonces expectante, se volcara de lleno en la 2ªGM. La rueda había girado y USA apostó por la fortaleza militar que ahora le sostiene y es su mejor baza.

Patético fue el hacer que el mundo se tragase que en Irak había armas de destrucción masiva en 2001. El consejo de seguridad de la ONU había perdido su autoridad. Irak fue ocupada.
Con un nuevo montaje despertó Bin. Criado por la CIA, enriquecido por Arabia Saudita y ahora jefe de una basta organización mundial que amenazaba con hacerse con el planeta decidió tumbar el símbolo del poder económico de USA. El atentado contra las Torres Gemelas era solo uno de las distintas opciones, pero necesario. Lograda la hegemonía una vez caído el comunismo ruso, arrasado Irak, creado Israel parecía que se habían quedado sin enemigos. Los estudiosos de los montajes de estado decidieron que era el momento de hacer algo. Se pusieron a pensar y optaron por los aviones, los árabes y el bolsillo americano. Se debe estudiar con detenimiento la implicación de cada uno de los elementos que utilizaron y sobre todo el por qué no otros para saber cuál será su próximo golpe. Por una parte la lista de chapuzas de estos diseñadores es proverbial, todos y cada uno de sus montajes han salido a la luz. Por otra parte les da exactamente igual, lo que quieren es que la máquina se mueva, y su combustible es sangre. Y la máquina se mueve.

Se inaugura la Guerra contra el Terrorismo. El acto de Bin se mostró como imperdonable, se castigaría a él y a sus colaboradores sumarísimamente estuvieran donde estuvieran, fueran quienes fueran, fuera como fuera. Vale-todo. Como consecuencia se invade Afganistán y se ocupa tácitamente Pakistaná. La heroína vuelve a fluir y se proyectan nuevos oleoductos que puentean Irán, todavía impenetrable y salvan el escollo de China, ávida de recursos y próximo a batir.

En el proceso Al-qaeda se muestra como la CIA de los árabes, la mano invisible que todo lo toca. Se intenta infantilmente demostrar su existencia por insistencia, vinculandola a todos los haztos terroristas ocurridos en el mundo árabe. Se crea el campo de prisioneros de Guantánamo intentando sonsacar a algún desdichado información que no sabía que tenía. Bin desaparece del mapa, solo se le ve en cintas de vídeo con risas enlatadas. Las piezas se movieron durante 10 años.

Ahora, para cerrar el capítulo, otro montaje que no ha servido más que para destapar toda la mentira vertida todos estos años. A pesar de todo la jugada es buena, la opinión pública está de nuevo de parte del presidente, en intención de voto quiero decir.

Muerto Bin se da carpetazo al asunto árabe y el punto de mira está otra vez en el aire, repartiendo papeletas en forma de bonos del estado. Libia se ha llevado la primera colleja. Somalia ahí le anda. Costa Rica, México, Honduras, Guatemala, Colombia y Perú intervenidos. Bolivia con Litio, pobres desdichados. Europa por ahora es inalcanzable, hasta que caiga el euro en 2013. En asia China es el nuevo matón, difícil pero no imposible. Si se le quitan las fuentes energéticas y encarecen las materias primas está hecho. Por eso Irán será el próximo. Incapaz de hacer alianzas fuertes, con Arabia Saudita como enemigo regional por lógica ha de ser el siguiente.

A estas alturas la contaminación informativa, la nueva estrategia de desinformación, hace que la existencia de este personaje. Que su vida, hechos y muerte sea un conjunto de verdades y mentiras indescifrables. Su único valor es comprender por qué lo han hecho y cómo lo han usado para manipularnos y no repetir el error de volver a creerlos.
Y mientras Bin toma daikiris en Menfis con Elvis volvemos a 1984.

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